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Paseo por el lado oscuro de Julio Medem

El director reflexiona sobre la vida y la muerte en ‘Ma ma’, y plantea hacer una serie basada en su biografía de la filósofa Aspasia

Gregorio Belinchón
El cineasta Julio Medem durante el rodaje de 'Ma ma'.
El cineasta Julio Medem durante el rodaje de 'Ma ma'.Entertainment One

Sobre la vida de Julio Medem (San Sebastián, 1958) sobrevuelan demasiados hechos dolorosos como para no pensar que se reflejan en la cara más oscura de su obra, aunque nadie haya muerto por cáncer de mama a su alrededor, una enfermedad que marca la vida de Magda, la protagonista de Ma ma. "Todo eso está ahí. Son cosas duras. Las ausencias son muy fuertes. Te van quedando… huecos, y aprendes a vivir con ellos", explica pausadamente. Pero Ma ma no nace de ese dolor, sino de una escultura que vio en 2006 en el museo de Düsseldorf: "Una mujer de bronce realizada por Thomas Schütte, muy desasosegante, rara. Es una mujer arrastrándose por el suelo de dolor, de la que sale una masa maligna, y un niño en un pecho. De ahí y de su recuerdo nace Madga, una mujer a la que le está ocurriendo algo maligno, el cáncer. Y poco después se le unió la posibilidad de que a su vez tuviera en su interior la vida".

Pero se quedó en un cajón hasta que encontró cómo armar esa vida/muerte. "Siempre pensé en una película muy íntima, de tres personajes, con un primer día de la historia brutal. Me imaginé para ellos un triángulo: arriba está ella, abajo los dos hombres –un ojeador del Real Madrid y un ginecólogo cantante-, en medio el niño". Y por ahí desenrolló el ovillo. "Nunca olvidando que un tema de la película es la relatividad, qué es tragedia para unos o para otros".

La jornada de entrevistas tiene lugar el mismo día en que la Academia de Cine anuncia su terna de preseleccionadas a los Oscar. Y no, no está ahí Ma ma, algo que muchos daban por hecho, y más cuando la actriz protagonista se llama Penélope Cruz. "Está vendida para todo el mundo… Tendrá un recorrido interesante", cambia de tercio Medem, que a continuación asegura: "Bueno, estoy un poco molesto". Su rostro delata algo más que una simple molestia, y muta cuando explica su relación con Penélope Cruz, que además de actriz es la productora de la película: "Lo hemos hecho bien, y eso que era delicado. Teníamos cierto miedo, que nos hemos confesado acabado el rodaje. Cuando ella me dice que quiere participar en la película, me sobreexcito y reescribo el guion centrándome en ella. Yo no escribí Magda para Penélope, sino de forma abierta". Recuerda con humor que la actriz estuvo a punto de trabajar con él en tres ocasiones anteriores, que no cuajaron por problemas de fechas. "Pero yo la admiro, no había ningún mal rollo. Así que el personaje con su rostro creció muy bien. Y luego llegó ella a opinar. Fue muy interesante, muy creativo. Cuando empezó la preparación sí supimos separar las labores de actuación y de producción. También nos ayudó mucho Álvaro Longoria [el otro productor], que supo realizar un trabajo de bisagra".

Cruz estuvo a punto de trabajar con Medem en tres ocasiones, que finalmente no se materializaron por problemas de agenda

Medem echa a reír cuando se define espiritualmente "más cercano a Magda que a Penélope, por lo que ella cuenta, vamos". Su Magda hace preguntas, empuja a su hijo a que se las haga, y deja abierta la posibilidad de las creencias. "Entra el concepto del alma sin cuerpo, que al final para mí, tras dar muchas vueltas a las religiones, significa que el alma va dondequiera que digan los vivos, los que han amado al fallecido". A su lado, el ojeador, Arturo, personaje al que da vida Luis Tosar, es un férreo creyente católico. "Ella cree como yo en vivir la vida, en ser lo más felices que podamos sin hacer daño a nadie. Quería incidir en la tolerancia. Magda permite a Arturo que rece con su hijo. Nos falta respeto en la sociedad española".

El cineasta ha estado tres años y medio viviendo en Estados Unidos. "Me sentí un poco… harto. No veía futuro en España ¡De Habitación en Roma hubo dos millones de descargas ilegales! No me engaño, sé que muchos no hubieran pagado la entrada en el cine. Pero me dolió, la situación estaba fea. Yo tenía aquel sueño de escribir sobre Aspasia de Mileto [maestra de la retórica de la que se sabe muy poco, más allá de que fue pareja de Pericles], decidí hacerlo. Me fui por un año y aquello se alargó". Pensó que podría encontrar un productor para aquel proyecto. "No lo logré, se convirtió en novela, y lo curioso es que ahora estamos dando los pasos para que sea una serie internacional, europea, de televisión. Yo no dirigiría, sino que estaría supervisando [a la manera de un showrunner], y sí, Penélope está cerca del proyecto". Hoy, ve las cosas un poco mejor en el cine. "Veo respeto por nuestras obras, hay otro espíritu, un aprecio por el talento. Pero en el cine, fuera poco más. Mira cómo no baja el paro. Hay mucha gente sufriendo en nuestra sociedad, y va para largo. No veo una solución clara".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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