El retratista con luz de Lima

Antonio Polín y Carmen Rico, los gestores del archivo de Baldomero Pestana, fotógrafo español fallecido en julio, han contabilizado 10.000 negativos de imágenes del país andino, además de otros miles en Nepal, Japón y China. ”Perú es una parte importante de su vida y de su fotografía”, comenta Polín a EL PAÍS durante la presentación del libro Baldomero Pestana. Retratos peruanos, en Lima, y que devuelve a la actualidad a los más importantes intelectuales, escritores, y artistas plásticos peruanos que vivieron en Lima y en París, en las décadas de los años 50 y 60.

Dos de las fotos que más han circulado de Pestana, aunque sin reconocimiento de su autoría hasta muy recientemente, son retratos de un amigo suyo, el poeta y dramaturgo Sebastián Salazar Bondy, cuyo aporte a la sociedad peruana ha sido rescatado desde el año pasado con nuevas ediciones de sus libros, muestras y conversatorios. Bondy es un representante de la generación del 50, y autor del poemario Confidencia en voz alta y el ensayo Lima la horrible.

En los diez años que vivió en Lima, trabajó en fotografía publicitaria, en el semanario Caretas y en la revista cultural Fanal

El libro ha sido editado por la periodista Fietta Jarque, quien es también comisaria, con Alejandro Castellote, de la exposición fotográfica del mismo nombre, montada en el Museo de Arte Contemporáneo en el distrito de Barranco –Lima– donde permanecerá durante agosto y septiembre.

En un cortometraje que acompaña la muestra fotográfica, el fotógrafo nacido en Galicia en 1918, relata que luego de décadas viviendo en Buenos Aires, decidió dejar la Argentina peronista en 1957: “El país que más me interesaba era Perú. Mi deseo era llegar a México, pero el dinero no me alcanzaba. Y me quedé en Perú, bien que lo celebré con los años”.

En los diez años que vivió en Lima, trabajó en fotografía publicitaria, en el semanario Caretas y en la revista cultural Fanal, pero su interés en la literatura de Ciro Alegría lo motivó a buscarlo para retratarlo. “Era un señor afable. Esa foto de Ciro Alegría me animó a seguir fotografiando”, recuerda Pestana en el corto.

Algunos de las decenas de personajes que fotografió son José María Arguedas, entonces el escritor e intelectual más importante de Perú; los historiadores Jorge Basadre y Luis E. Valcárcel; el psiquiatra Honorio Delgado, el librero Juan Mejía Baca, y la poeta Blanca Varela.

El curador Castellote explica que Pestana usaba luz natural, “para mantenerse lo más cerca posible de la realidad, y no intervenir con luz artificial. Quiso mostrar con naturalidad al personaje que tenía delante, y ello ocurre durante el cénit de las revistas ilustradas (como Life)”.

En el documental, el retratista explica la peculiaridad de la luz de la capital peruana mientras observa una foto del narrador Julio Ramón Ribeyro. “Podemos ver lo plástica que era la luz en Lima: todo el invierno el cielo está cubierto, pero Ribeyro está en contraluz y todos los detalles están remarcados”.

Jarque y Castellote indican que las imágenes recogidas en el libro y la exposición de retratos peruanos son solo una pequeña parte de lo que está por descubrirse. “Esto es solo la punta del iceberg. (Pestana) No estuvo muy ansioso por hacerse conocido, estaba más interesado en seguir adquiriendo conocimiento, y en leer, hasta el último momento. Este trabajo está pendiente de ser compartido”, afirma el curador. “Son imágenes de cuando entra la modernidad en las artes. Hay un tesoro por descubrir”, añade Jarque.

De acuerdo a Castellote, en los retratos de Pestana se nota la influencia de los fotógrafos estadounidenses Irving Penn y Arnold Newman, “por la organización de la escena sin histrionismo, sin ángulos rectos, sin marcos, con algo de gran angular para dar importancia a los primeros planos, y las manos, que permiten situarnos en las cercanías de la persona”.

La obra de Pestana ha sido también recreada en un largometraje: un día antes de la presentación del libro, en el 19º Festival de Cine de Lima, la cineasta española Andrea Vásquez presentó el filme ‘La imagen reb/velada’ en el que reúne a Pestana con sus parientes Rico y Polín, para reconstruir mediante dibujos, cartas, fotos y conversaciones, la vida y el tiempo en que permanecieron sin noticias familiares.