“Al público le da igual cómo le fue a la película en festivales”
El cineasta mexicano, premio al mejor guión en Cannes por la película 'Chronic', analiza la industria en su país
Michel Franco (Ciudad de México, 1979) se ha convertido en uno de los nombres más importantes del cine mexicano actual. A diferencia de la generación de titanes que lo anteceden —la de Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu— ya no ve al norte, a Estados Unidos, como el destino al que ha de llegar.
Cuando ellos comenzaron en el país se hacían menos de 10 películas al año en México. Ahora se producen entre 100 y 120. El director ha encontrado una buena acogida en los festivales europeos, sobre todo en el de Cannes. Este año el jurado, presidido por los hermanos Coen, dio a su película Chronic el premio al mejor guion.
Es difícil convencer a los distribuidores y a los cines de que las películas de calidad también pueden gustar a la gente
Franco ha mostrado sus tres primeros largometrajes en la costa francesa. “Es más difícil volver por segunda o tercera vez que ir una primera”, dice el director por teléfono. Comenzó con Daniel y Ana en la Quincena de Realizadores de 2009. Sin embargo, su carrera tuvo un parteaguas con la proyección de Después de Lucía (2012) en Una Cierta Mirada. El presidente del jurado de ese año, el actor Tim Roth, quedó deslumbrado con el crudo relato de una joven víctima de acoso escolar y premió la obra como la ganadora del certamen. “Después de la ceremonia nos echamos unos tragos y me sugirió que trabajáramos juntos. Cosa a la que accedí de inmediato”, recuerda desde Tel Aviv, donde escribe su próximo proyecto.
De esa noche de copas surgió la idea de que Roth protagonizara Chronic, un drama sobre un enfermero de pacientes terminales. La historia está basada en los últimos meses de vida de la abuela de Franco. “Le dio una embolia que provocó que fuera dependiente por completo del cuidado de una enfermera. Me interesó y conmovió la relación que desarrollaron, que iba más allá de lo profesional”.
La película logró colarse en el último momento en la selección oficial que competía por la Palma de Oro. A pesar de estar filmada en Los Ángeles y en inglés, fue la única cinta en competencia de un director iberoamericano.
El triunfo de Franco sigue la estela de Amat Escalante y Carlos Reygadas, que fueron premiados en el festival que se lleva a cabo en La Croisette. El primero ganó la Palma como mejor director en la competencia de 2013 con su película Heli. Reygadas había conseguido el mismo galardón en 2012 con Post Tenebras Lux.
En busca de audiencia
Franco tratará ahora de romper la paradoja con la que se encuentran los cineastas reconocidos en el extranjero, que batallan para conseguir audiencia en los cines mexicanos después de cosechar premios internacionales. “Al público le da igual cómo le fue a la película en festivales. Responde a otros estímulos”. Esos estímulos, según considera Franco, están en manos de los distribuidores. “Es difícil convencerlos de que las películas de calidad también pueden gustar a la gente”.
El melodrama manipula a la audiencia con chantajes emocionales. Yo trato de generar sentimientos más profundos y duraderos
Las críticas de Chronic en Cannes hablan de una obra difícil de ver, que deja posos para la reflexión en las horas y días siguientes. El cuidado que David (Tim Roth) pone a varios de sus pacientes está filmado desde un punto de vista casi documental. La cámara no se mueve y no hay música que acompañe las escenas de por sí dramáticas. Un crítico que estuvo presente en Cannes contó solamente 97 tomas en toda la película, que dura 92 minutos.
Sentimientos duraderos
Esa forma de abordar las historias sin necesidad de echar mano del melodrama fue clave para que el jurado premiara la película. “México es el país de las telenovelas y el melodrama, pero la vida no es así. Es mucho más seca. El melodrama manipula a la audiencia con chantajes emocionales. Yo trato de generar sentimientos más profundos y duraderos”, dice Franco.
Chronic será estrenada en octubre y es posible que no llegue a las salas mexicanas hasta enero de 2016. Será entonces cuando se verá si Franco logra el éxito de taquilla que tuvo con Después de Lucía, que consiguió un millón de espectadores y se coló en el debate del bullying en México. El director planea una estrategia similar para su nueva película. Esta vez con un tema más polémico, la muerte asistida. “Si eso sucede, qué bueno, pero no hago películas de propaganda o para cambiar las cosas. Ya es bastante difícil hacer una película buena”.
Babelia
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