Jaume Plensa aboga por la poesía y el arte para crear una sociedad más ética

La Reina ha entregado hoy en el Museo del Prado el Premio Velázquez de Artes Plásticas al escultor Jaume Plensa, a quien ha elogiado por ser "un artista intelectual sin perder su humanidad" y por su forma de utilizar las ideas como materia prima, con una visión "conciliadora". Doña Letizia ha conversado largo rato con el artista premiado, su esposa y sus tres hijos, tras hacer entrega de este galardón a Plensa durante un acto celebrado en el antiguo Claustro de los Jerónimos y en el que ha participado también el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. En un momento de tanta rigidez en la política, de tanta superficialidad en la cultura y de tanta codicia en la economía, "el arte y la poesía son más necesarios que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de comportamiento", destacó Jaume Plensa al recibir el Premio Velázquez 2013. "Los poetas me han educado, enriquecido y dado la voz y la seguridad. Me han enseñado a mirar, a vivir y sentir la vida como una respiración acompasada que ha ido permanentemente tatuando palabras y signos en la biología del lenguaje, en las células del amor y el ADN de los seres humanos", destacó.

La intervención de la Reina ha comenzado con una reflexión sobre "el vínculo del arte con lo contemporáneo bajo la atenta mirada de lo eterno", como se refleja en esta entrega del Velázquez 2013 a la creación artística de Plensa en un espacio rodeado por las obras pictóricas de maestros de siglos anteriores que custodia el museo. A continuación, ha explicado que siente "una alegría especial" al entregar este galardón a "un artista que utiliza las ideas como materia prima", que "consigue obras potentes con un contenido acogedor" y que "plasma la esencia de lo humano en la forma" al reunir pensamiento y "fisicalidad", un término que doña Letizia ha utilizado después de pedir permiso para emplear ese neologismo.

"En el tránsito que el artista recorre desde la expresión personal hasta la colectiva, Jaume Plensa propone una versión holística y conciliadora, una propuesta universal que le sitúa en el centro de la creación artística en su nivel máximo de excelencia", ha subrayado la Reina. Al ensalzar el modo en que el premiado "celebra la vida con cada obra", la Reina se ha referido a dos intervenciones suyas en espacios públicos: la Crown Fountain, una "espectacular" fuente que ella y don Felipe visitaron en Chicago en 2009, y la enorme cabeza de niña con los ojos cerrados, esculpida en mármol blanco, que acompaña a los ciudadanos de la localidad británica de Saint Helens.

Doña Letizia ha dedicado la parte central de su discurso a destacar cómo esta gran obra, Dream, fue encargada por un municipio cercano a Liverpool que había sufrido las consecuencias del cierre de las minas de carbón en los años noventa y mereció el siguiente comentario de una vecina: "Este lugar es más bonito con la escultura de Jaume; él le ha devuelto el alma al pueblo".

También Wert se ha referido a la "enorme carga emocional" de esta obra escultórica y a la contribución a Chicago de la Crown Fountain, una pieza "que se mezcla con la ciudad sin la protección del museo", en un discurso en el que el ministro ha subrayado la influencia de los poetas en la obra de Plensa y ha elogiado su "arte humanista, cosmopolita", "más arraigado en las personas que en los territorios".

"Sus piezas para ciudades conviven con la gente, se adaptan a la escala y las necesidades del lugar, crean espacio por sí mismas, son lugares de encuentro, fomentan la regeneración y la relectura del lugar", ha recalcado el titular de Cultura, antes de valorar el esfuerzo del premiado por "hacer cierta y real" la idea de que "su arte no es sino una forma de celebrar la vida".

Nacido en Barcelona en 1955, Jaume Plensa obtuvo en noviembre del año pasado el Premio Velázquez, dotado con 100.000 euros, por su renovación del lenguaje plástico de la escultura y sus propuestas de gran "intensidad estética", según explicaba el fallo del jurado. Este premio, que acaba de ser concedido en su edición de 2014 a la artista interdisciplinar Esther Ferrer, distingue al conjunto de la obra de un creador del ámbito de las artes plásticas en Iberoamérica y nació en 2002 con la pretensión de convertirse en el "Cervantes de las artes".