El arte de plasmar la guerra

Adentrarse en la guerra. Dejarse caer de lleno. Es lo que hacen los componentes del espectáculo multimedia Basetrack Live de En Garde Arts. Una pieza que trata con la crudeza de la realidad el impacto del conflicto bélico sobre los soldados y el mundo que los rodea. Gente común moldeada por las heridas y los recuerdos de una contienda. Música, luces, cine y decenas de imágenes, son la parte y el todo de una cascada de experiencias que bombean y retratan la vida en medio del polvo, las sombras y el fuego continuo. Y los restos de la contiendan que quedan después. La vida acabada de la guerra.

La de los protagonistas de esta pieza, basada en la realidad de un batallón de marines en Afganistán durante la guerra de Irak. Basetrack Live habla de la experiencia de esos soldados y la de sus familias enlazando con la historia del militar AJ Czubai y su ex mujer, Melissa. "La intención es que todo lo que significó aquello llegue al mayor público posible", comenta la presidenta de la compañía, Anne Hamburger: "Para aquellos que no saben nada acerca de la guerra más allá de lo que leen en los periódicos; y también para los que tienen un conocimiento profundo de la guerra porque han servido en ella o por conocer a alguien que lo ha hecho". Educativo para los primeros, catártico para los segundos. Unir a ambos parece ser el objetivo, "un conocimiento mayor de otra lucha posterior a la guerra: la reintegración". El regreso a una sociedad en la que menos del 1% de la población comparte esa experiencia.

La pieza, de gira por Estados Unidos, nació de Basetrack Project, la iniciativa de un fotoperiodista empotrado —aquellos que viven y acompañan a los soldados durante la contienda para cubrirla— durante 2010 en la guerra de Afganistán: Teru Kuwayama. Una vez que el ejército levantó el veto a los periodistas para publicar tuits, mensajes en Facebook y fotos en Instagram, el Primer Batallón del Octavo Regimiento de Marines y algunos de esos periodistas fueron guardando su experiencia bajo la dirección del fotógrafo —ahora responsable de fotografía en Facebook— y a través del filtro de Hipstamatic, una aplicación de edición fotográfica para iPhone.

Kuwayama, creyente del poder de las redes sociales con fines periodísticos, creó además una página de Facebook y una web que unía a los marines y a sus familias. El resultado fueron varios reportajes que, en 2010, ganaron el Knight News Challenge de la Fundación Knight. Ahora, En Garde Arts moldea el proyecto para convertirlo en una sesión casi de diván para iniciados o veteranos. Fue a Edward Bilous, director del Centro de Innovación en el Arte de la Escuela Juilliard y también director del proyecto, a quien se le ocurrió que este tuviese un recorrido diferente. Hamburger detalla que esa ampliación consiste "en alcanzar la rutina de los soldados una vez que ya han regresado a casa. La suya y las de sus familias, a través de entrevistas".

Los actores Tyler La Marr y Ashley Bloom son el rostro de la pareja real. "Todo lo que dicen son palabras textuales de entrevistas con ellos", comenta Hamburger. Dos personajes que plasman el núcleo de la obra: "La complejidad de la experiencia humana en la guerra. Y preguntas que nacen a su alrededor. ¿Qué piensan los marines sobre el momento de volver a casa? ¿Cómo se sienten en una guerra contemporánea, donde no puedes ver al enemigo y un artefacto explosivo puede estallarte bajo los pies? ¿Cómo es para los que se quedan en casa esperando a que vuelvan?". Para esas preguntas hay miles de respuestas, quizás tantas como reclutas. De abrir las compuertas para que empiece el torrente emocional sobre el escenario se encargan siete personas.

Balazs Gardi (Budapest, 1975), autor de las fotografías que se proyectan, consigue transmitir con sus imágenes velo de irrealidad que solo tienen aquellas cosas que no queremos reconocer como verdaderas. Directas, crudas, abiertas. Como un disparo. Alejadas de su proyecto más pasional: el agua. Las huellas que ha ido dejando por medio mundo para documentar la crisis del agua se convirtieron el pasado año en Azdarya, una revista online dedicada exclusivamente al tesoro transparente.

Hamburger asegura que no les importaría poder sacar el espectáculo fuera de las fronteras estadounidenses, "es cuestión de encontrar personas dispuestas a poner la pieza en marcha". Por el momento, tienen fechas en 16 ciudades hasta marzo de 2015, desde Los Ángeles hasta Portland. 16 lugares donde, quienes se sienten en las butacas, podrán hacer una zambullida al abismo. Sin paracaídas ni frenos.