Un catálogo de libros que es historia
El Fondo de Cultura Económica inaugura un festival por su 80 aniversario rodeado de figuras del mundo del libro y de su industria
El Fondo de Cultura Económica, la editorial mexicana, arrancó este miércoles la celebración de un cumpleaños que durará hasta el domingo con el Festival del Libro y sus Lectores. El Fondo afronta su novena década recordando por qué nació hace 80 años. Así, escritores venidos de diferentes países latinoamericanos quisieron agradecer en el acto de inauguración la existencia del Fondo como referente editorial de todo un continente y un punto de encuentro entre las naciones hispanoamericanas.
Participaron en la apertura del festival Fernando del Paso y Juan Villoro por parte de México; Sergio Ramírez por Centroamérica; Javier Cercas por España; por Cuba, Arturo Arango y por Sudamérica, el argentino Ricardo Piglia.
"El catálogo del Fondo es la historia de una comunidad", señaló el escritor mexicano Juan Villoro. "Pero ese catálogo debe circular", añadió. Esta es una de las propuestas más repetidas que ha recibido la editorial desde que lanzó una consulta online a todos sus lectores y profesionales de diferentes países hace unos meses. José Carreño Carlón, su director, recordó que el Fondo se creó con la vocación de hacer llegar sus colecciones a toda iberoamérica y lamentó que todavía existan trabas propias de una herencia postcolonial: "Queremos recuperar el liderazgo para procurar la circulación horizontal de los libros entre los países de lengua española, liberar las trabas históricas de este mercado editorial".
Javier Cercas, escritor español, fue mucho más directo a través de un mensaje grabado en vídeo: "Debemos dejar de hablar de literatura mexicana o española, porque no existen como tal. Existe la literatura en español". Así quiso destacar el papel del Fondo como histórico conector de las dos orillas y pedir que se mantenga esa función.
Todas las figuras del mundo de la cultura que participaron en el acto de inauguración destacaron la influencia de la editorial en su formación. Y esta comenzó, para la mayoría de ellos, con un ejemplar de Juan Rulfo entre las manos: Pedro Páramo o El Llano en llamas. El argentino Ricardo Piglia presintió que si el Fondo no hubiera llevado uno de estos títulos a un pueblo de su país, no hubiese sido nunca escritor. Según señaló Villoro, "no hay nada más importante que ganar a alguien para la lectura". Por eso, pidieron también que se sigan impulsando las colecciones infantiles: "Ahí se edita la esperanza, la calidad del país que viene depende de ello", sentenció el mexicano.
Detrás de los invitados, en un pasillo lateral, estaba María Luisa Capella. Ella es la viuda del poeta español Tomás Segovia, que llegó a México con su familia huyendo de la Guerra Civil española. Trabajó en la editorial como traductor, además que nutrió su catálogo con su obra poética, como muchos intelectuales que se refugiaron de la dictadura franquista en este país. Capella, también de padres exiliados, no se subió a un atril para hablar de los inicios del Fondo pero recuerda con cariño una frase de su marido: "Trabajar como traductor es la manera más decente de vivir. Como poeta no se vive". Y recordó el capote que le echó Ortega y Gasset a la editorial fundada por Daniel Cosío Villegas en 1934 cuando fue rechazado el proyecto en España: "No dejemos la cultura en manos de los mexicanos, porque se convertirá en una cena de negros", dijo el filósofo y ella lo cuenta entre risas. "Menos mal que no lo aceptaron, porque con Franco esto nunca hubiera sido posible", asegura. Junto a ella se encontraba el editor catalán Martí Soler, que hace más de 50 años que llegó al país y que cumple este año la misma edad que el Fondo.
A partir este miércoles y hasta el próximo domingo, en su sede de México DF, el Fondo de Cultura Económica conmemorará su aniversario con mesas redondas, conferencias magistrales, talleres y diálogos con editores, escritores e intelectuales. Entre ellas destaca un coloquio sobre la lectura en zonas de violencia, Arma contra las armas, moderado por el mexicano Élmer Menzoza, donde se hablará del centro cultural que abrirá en octubre en Apatzingán, capital de una de las zonas más violentas de México, la Tierra Caliente de Michoacán. "Después de la fallida lucha por el narcotráfico de Felipe Calderón, que creyó que un problema social se podía solucionar con un remedio militar, estos proyectos son necesarios. Sabemos que toda bala es una bala perdida", apuntó Juan Villoro sobre el taller.
Otro de los atractivos del festival es la Feria del Libro Latinoamericano, en la que se venderán obras de los 20 países de la región. "Habrá 260 editoriales hasta ahora condenadas en su mayoría a no salir de sus fronteras nacionales", afirma Tomás Granados, gerente de la editorial. En total, la feria contará con 21.000 ejemplares distribuidos en 4.400 títulos de 2.600 autores.
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