El puerto de Ostia Antica era tan grande como Pompeya
Un equipo de investigadores británicos descubre que el puerto de Roma fue "mucho más extenso" de lo que se sabía hasta ahora Las autoridades de la ciudad califican el hallazgo de "excepcional"
Ostia Antica, el puerto de la antigua Roma y tal vez su primera colonia, era mucho más grande de lo que hasta ahora se creía, llegando a equiparse o incluso a superar en extensión a la ciudad de Pompeya, sepultada por el Vesubio en el año 79 y declarada Patrimonio de la Humanidad. Un equipo de investigadores de las universidades de Southampton y Cambridge, bajo la supervisión de las autoridades arqueológicas de Roma, ha descubierto un nuevo tramo de muralla que vendría a demostrar que, en el siglo I antes de Cristo, el Tíber no suponía el límite norte de la ciudad –como se creía hasta ahora--, sino que la dividía en dos.
Los trabajos –dirigidos por los profesores Simon Keay, de Southampton, y Martin Millet, de Cambridge—han consistido en escanear magnéticamente la zona hasta localizar las estructuras antiguas enterradas. De esta forma, se ha logrado identificar una muralla entre el puerto de Ostia Antica –a unos 30 kilómetros de Roma, junto al aeropuerto de Fiumicino—y otro conocido como Portus. Los investigadores han identificado la presencia de tres grandes almacenes, del tamaño de un campo de fútbol. “El descubrimiento”, según el profesor Keay, “no solo demuestra que Ostia Antica era mucho mayor que el área conocida hasta ahora, sino que la presencia de los almacenes a lo largo de la orilla norte del río nos proporciona una prueba más de las actividades comerciales que tuvieron lugar allí en los dos primeros siglos”.
La responsable de Bienes Arqueológicos de Roma, Maria Rosaria Barbera, calificó de “excepcional” el resultado de la investigación, que se inició en 2007 y que es posible gracias a los acuerdos de las autoridades italianas con investigadores internacionales y a la labor de la tutela del territorio llevada a cabo en los años 60. Como recuerda un comunicado de la universidad de Southampton, la zona ahora analizada se conoce como la Isola Sacra y estaba delimitada por el mar Tirreno y el río Tiber. Las prospecciones geofísicas anteriores revelaron evidencias de que la muralla de Ostia, intercalada por grandes torres de varios metros de espesor, iba de este a oeste por espacio de medio kilómetro y que junto a ella se levantaban al menos cuatro edificios principales. “Sin embargo”, explica el profesor Keay, “los edificios recién descubiertos parecen ser mucho más grande. Hay uno enorme, de 142 metros por 110, compuesto por hileras de columnas que van de norte a sur, pero cuya función es desconocida”.
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