Una brújula para la jungla de Milán

Entre líneas y desfiles, la semana de la moda de Milán se ha destilado en cinco claves. Toda una brújula para encontrar el norte en ese jardín que acolchará las calles la próxima temporada primavera/verano.

Feliz cumpleaños, Moschino. La camada de jóvenes diseñadores que ha asaltado los templos de la moda hunde la nariz en los archivos de sus maestros en un ritual de respeto. Rosella Jardini ha optado por recrear el espectáculo-desfile que Franco Moschino desplegó en Milán durante los ochenta. Enmarcada en la máxima Holy Chic, la colección-aniversario se movió en los opuestos de sus chicas buenas y malas, y se abrochó con la nostalgia de iconos como el vestido estampado con una interrogación. La cantante Gloria Gaynor se encargó de cerrar la fiesta con su éxito I am what I am.

Ampliar el negocio.Conquistado el nicho de los accesorios, el empresario italiano Diego della Valle ha elegido a Alessandra Facchinetti para encabezar una nueva división de la firma Tod’s. La diseñadora, exempleada de las firmas Gucci y Valentino, entregó una propuesta de líneas sencillas bajo el mandato del sastre, que interpreta la época estival sin riesgos, digiriendo los preceptos de las urbanitas cuando el calor aprieta.

Encuentro artístico.Fendi se ha propuesto devolver celuloide a los estudios Cinecittà, con la excusa de la moda. La muestra Making dreams: Fendi and the cinema (Creando sueños: Fendi y el cine) despliega piezas, en su mayoría fabricadas en piel, rescatadas de películas como La edad de la inocencia o la Evita de Madonna. Los comisarios Patrick Kinmonth y Antonio Monfreda han ido conectado los espacios de esta fábrica de sueños a través de plataformas de cristal que terminan de unir una relación que cuenta en su currículo con colaboraciones con los cineastas Martin Scorsese y Wes Anderson. Kinmonth, responsable también de AngloMania en el Met de Nueva York y la retrospectiva que Roma dedicó a Valentino en 2007, encontró la inspiración para esta exposición, que se clausura el próximo 6 de octubre, en las Confidencias de Visconti (otro de los tesoros que la casa italiana ha restaurado).

El relevo. Giorgio Armani ha abierto las puertas de su Teatro al diseño emergente de Stella Jean. El modisto arguye una apuesta por el futuro, una manera de cimentar la gran casa de la moda italiana frente a la hornada de jóvenes talentos que se ha apoderado de Londres, mirando frente a frente a los consagrados de la capital inglesa. Tras invitar a Andrea Pompillo, Jean inaugura en femenino este espacio con una propuesta de grandes volúmenes y estampados étnicos, deudores de sus orígenes haitianos, aunque su lugar de nacimiento se localice en Roma.

Prada contra la pared. La diseñadora ordenó a seis artistas que tomaran a la mujer como inspiración, pero con punto de partido en México. Los murales que reclaman justicia en el país norteamericano cuando la política abandona sus funciones han llegado a Milán para gritar desde recargados diseños textiles.