Enrique González Macho: “Estamos absolutamente decepcionados”

El rostro del presidente de la Academia de Cine lo decía todo. Por si no fuera suficiente, Enrique González Macho puso palabras a la preocupación con la que salió de la reunión de la Comisión Mixta que estudia desde el pasado mes de diciembre el nuevo modelo del cine, incentivos fiscales y ayudas a la producción incluidas. “Estoy decepcionado. Los problemas se agudizan y no hay perspectivas claras de nada. El sistema está oxidado y no se anuncia ningún cambio radical sobre el modelo industrial”, lamentó González Macho. El tercer encuentro del plenario de la conocida como comisión Wert—fue el ministro de Cultura, Educación y Deporte quien lanzó la propuesta en un intento de buscar un modelo distinto de negocio en un sector que se derrumba— terminó con el anuncio por parte de la directora del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, de que Hacienda había consentido prorrogar indefinidamente el 18% de los incentivos fiscales, a pesar de que “siempre se había rechazado y esta medida solo se iba prorrogando año tras año”.

De la Sierra calificó de “buena noticia” para el sector esta medida y añadió que “Hacienda comprende la dimensión cultural y económica del cine, además de su retorno económico”. Un público optimismo que choca con el discurso mantenido desde el sector de la producción y los mismos responsables de Cultura, que siempre han asegurado que el sistema actual del 18% se ha demostrado poco o nada efectivo e inseguro jurídicamente desde su implantación en la vigente ley de cine de diciembre de 2007. La directora del ICAA también anunció que el ministerio que dirige Cristóbal Montoro va a estudiar la posibilidad de una ampliación de la base deducible ante esas desgravaciones fiscales. A preguntas de los periodistas convocados con urgencia en la sede de Cultura, explicó que la decisión de Hacienda le dejaba “parcialmente satisfecha”.

El presidente de los productores, Pedro Pérez, se mostró más conciliador que González Macho. “Hoy era un día en el que después de meses esperábamos respuestas. Lo que hemos recibido es una declaración de voluntades a la que nos queremos acoger. Hemos visto una luz al final del túnel y, sabiendo cómo está la situación general en todos los sectores, estamos dispuestos a recorrer ese túnel para conseguir un modelo estable que permita la subsistencia del cine español”. Sobre la decisión de Hacienda de dejar en un 18% el sistema de desgravaciones fiscales —los productores pidieron en un documento presentado que el tipo fuera aumentado al 40%— Pérez tampoco se dejó arrastrar por el pesimismo. “Quiero pensar que se prorroga el sistema y convenceremos a Hacienda de la modificación del tipo al alza como en otros países europeos”, dijo. Francia tiene un tipo del 36% y Alemania e Italia del 40%.

Otra de las razones del abatimiento de los sectores del cine, que vive en una parálisis profunda, agudizada por la subida del IVA cultural al 21% desde el pasado mes de septiembre, es la constatación de que se ha convertido en papel mojado el calendario anunciado con gran satisfacción por los responsables de Cultura —el 31 de mayo debería de estar listo el proyecto definitivo para su tramitación parlamentaria con el objetivo de que la nueva ley entrara en vigor el 1 de enero de 2014— .

Cuando quedan poco más de veinte días para el primer plazo acordado, la realidad es que dos de las cuatro mesas de trabajo creadas —la encargada de estudiar las relaciones de las televisiones con el audiovisual y la del nuevo modelo de negocio— no se han reunido ni una sola vez. Lo harán en breve, según lo acordado en la reunión de ayer. A ese frenazo en el calendario también ha contribuido, según el ICAA, la lentitud de la Comisión Europea a la hora de elaborar el borrador sobre las nuevas condiciones con las que quiere regular las ayudas que los Estados miembros conceden al cine. El plazo para presentar alegaciones a este borrador finaliza el 28 de mayo.

Y el tema del IVA que siempre resurge en todas las discusiones en torno al cine y ante el que Hacienda hace oídos sordos. “Es una decisión transitoria y no política”, defendió Susana de la Sierra.