Guía para entender el modelo de financiación del cine

¿Qué tipo de ayudas recibe el cine español?

Básicamente, los largometrajes españoles pueden acceder a dos tipos de ayudas, contempladas en la vigente Ley del Cine de 2007 y desarrolladas mediante orden ministerial. Los productores pueden optar a las ayudas a proyecto o anticipadas que son aquellas que se conceden antes del rodaje de las películas, básicamente teniendo en cuenta el guion y el equipo técnico y artístico que hay detrás de cada proyecto o a las de amortización, que son las que dependen de la taquilla. Estas ayudas a la amortización son de dos tipos: una general que tiene en cuenta el número de espectadores que acude a las salas, así como también las descargas legales y la presencia en festivales, y otra, llamada la complementaria, en la que se valoran aspectos cualitativos como son los premios obtenidos en certámenes, la participación de la mujer, la dirección novel o la coproducción con empresas extranjeras.

¿Hay un tope para las ayudas a la amortización?

La cifra tope que puede cobrar una productora por una película, teniendo en cuenta la taquilla, las descargas legales y la presencia en festivales,  es de 1.200.000 euros. A esto se pueden añadir los 300.000 euros por la ayuda complementaria. En total la máxima ayuda pública de una película es de 1.500.000 euros.

¿De qué partida presupuestaria salen estas ayudas?

Las ayudas al cine salen del presupuesto del Fondo Nacional de la Cinematografía. Para el año 2013, la cifra de este fondo es de 39,28 millones de euros. La cifra de esta partida ha sufrido un serio recorte desde 2011, año en el que se contó con 76 millones de euros, y en 2012 se redujo a 49. Según la memoria económica que acompañaba a la Ley del Cine aprobada en el Congreso de los Diputados, ese fondo debería disponer en 2013 de 100 millones de euros.

¿Cuándo se cobran las ayudas a la amortización?

Las ayudas automáticas se cobran dos años después del estreno de las películas. Así, con los presupuestos de 2013 se abonan las correspondientes al estreno de los títulos a lo largo de 2011.

¿A cuánto accede la deuda de Cultura con las películas estrenadas en 2011?

Según diferentes cálculos, la cifra que debe de abonar el Gobierno en 2013 asciende a unos 56 millones de euros, cuando lo presupuestado en el Fondo de Protección a la Cinematografía es de 39,28 millones de euros.

¿Qué pasa cuando hay ese desfase entre la deuda y el presupuesto?

Existe la amenaza del prorrateo, es decir dividir entre los afectados el presupuesto real. Esto no entra dentro de los cálculos de los productores que se niegan a considerar que la “deuda de Estado” no se abone en su totalidad. En la historia de nuestra cinematografía, solo hubo un caso de prorrateo, en el año 2004, que se solventó a los pocos meses. Con la llegada de Fernando Lara, a principios de 2005, a la dirección general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales) se consiguió que se aprobara un crédito extraordinario para pagar las deudas contraídas y así se solventó ese prorrateo.