Maná: “España es mejor que Italia”
El grupo mexicano visita la sede de EL PAÍS El cuarteto de rock se muestra fascinado por la redacción: "Impone. Tanta gente trabajando 'a full'"
“Ahorita están trabajando en lo que sale mañana, ¿no?”. Resulta que no (solo) y que la frase, pronunciada esta tarde en la redacción de EL PAÍS por Álex González, batería de Maná, ya corre por la Red. Los miembros de la banda mexicana más popular no tienen por qué conocer eso de la revolución digital: de hecho, jamás habían estado en una redacción de un periódico. Y se les notaba en sus expresiones de sorpresa, a la hora de entrar en la sede del diario, si se presta oídos a esta frase de Álex González: “La verdad es que impone, tanta gente trabajando a full, todos encima de sus computadoras”.
En un lugar como este pudo acabar Fher Olvera. El cantante y líder del grupo mexicano se licenció en Ciencias de la Comunicación y estudió “investigación, redacción y dos años de periodismo”. Así que él también muestra cierto entusiasmo: “Toda esta gente recopilando lo que ocurre: se ve alucinante”. Pero lo cierto es que acabó en algo bien distinto: como cabeza visible de una de las superbandas de la música latina. "Es una alegría que estéis hoy aquí porque para nosotros sois los embajadores del rock latino en todo el mundo", les ha dicho a los Maná José Luis Sainz, consejero delegado de EL PAÍS, minutos antes de que los integrantes del grupo se prestaran al juego de chatear con sus seguidores desde la redacción.
Una vez ante el teclado, han soltado su opinión sobre las elecciones presidenciales que México celebra este domingo. "Decía Carlos Fuentes que ni metiéndolos en una licuadora a los cuatro candidatos se podía sacar uno bueno. Me parece que el comentario de Fuentes está cercano a la realidad", contestaba Olvera a una de las preguntas.
Otra curiosidad de los lectores tenía que ver con el momento "más bonito" que han vivido en un concierto. Respondía Juan Calleros: "Ha sido en Brasil, donde fue una cantidad impresionante de personas".
Impresionante es también el recorrido de estos cuatro roqueros vestidos de negro y con gafas de sol (salvo Calleros). Hoy llegan a bordo de dos furgonetas enormes, aprietan manos a periodistas y directivos del diario y sonríen ante el revuelo que causa su llegada. Pero para escalar hasta el Olimpo de la fama, Maná ha tenido que pasearse por las dificultades más típicas del ser humano: fracasos, falta de dinero, frigoríficos vacíos... hasta que, con su cuarto álbum ¿Dónde jugarán los niños?, se dieron de bruces con el éxito. Y jamás lo soltaron.
“Disfrutamos más aún porque somos conscientes de cuánto nos costó al principio. Pero nadie nos ha regalado nada: hemos subido a base de talento y trabajo”, asegura González. Aun así, y pese a 22 millones de discos vendidos en más de 40 países, los mexicanos reconocen que siguen ilusionándose: “Vamos a tocar por primera vez en Israel, en Tel Aviv, y nos han dicho que están las entradas agotadas”.
Un resultado frecuente, a lo largo de su gira, que recala mañana en Madrid, para el festival Rock in Rio. Será porque, a 34 años de su fundación, su nombre es conocido en todo el mundo. O por los ritmos y las letras que acompañan su rock latino. “Expresamos lo que ilusiona, preocupa o hace soñar a los latinos. No es algo solo de Sudamérica, sino también de España”, sostienen los mexicanos.
Y por si no quedaba claro, Olvera remataba el concepto en el chat, tras una pregunta sobre la Eurocopa: “¡Creo que la selección española está pasando por su mejor momento y tiene muchas posibilidades de ganarle a los chicos italianos que también son buenos! ¡Muchas suerte España!“.
Babelia
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