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Wert traza líneas de política cultural sin plazos ni detalles

El ministro de Educación y Cultura comparece en el Congreso

Comparecencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ante la comisión de Cultura del Congreso de los Diputados.
Comparecencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ante la comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. ULY MARTIN (El Pais)

Si bien no parece que se le vayan a tirar tanto a la yugular, como ocurrió el pasado martes al hablar de sus intenciones educativas, José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, se ha estrenado hoy en el siguiente ámbito de sus responsabilidades sin nuevas polémicas. Las líneas maestras de su política cultural quedaron patentes en el Parlamento sin grandes novedades que añadir a lo que ya había ido anunciando en diferentes foros. Dos prioridades: la ley de propiedad intelectual y la de mecenazgo. Pero no hubo plazos, ni cifras en su discurso.

Tan solo intenciones. En cuanto a la propiedad intelectual, bien, que es una prioridad y que la comisión que debe dar las directrices se reunirá cuanto antes. Solo una idea: “Restaurar los derechos de autor es uno de los ejes de esta política de Estado para que tengan el reconocimiento económico y social que merecen”.

Sobre el mecenazgo, algo fundamental y urgente dados los tiempos, dio algunas pistas más. Su modelo mirará más hacia lo francés, “que contempla incentivos para empresas en torno al 30%”, recordó, que a lo anglosajón. Habrá desgravaciones en el IRPF, pero sin indicar –tal como le echó en cara el actor Toni Cantó, que se reveló como un eficaz orador para su grupo, Unión Progreso y Democracia-, cuanto. “Sin mentar la cifra, que es lo que toca”, afirmó el intérprete.

En resumen: “Tenderemos a la financiación público-privada de la cultura”, afirmó Y para eso tiró de un ejemplo modélico para él con los consiguientes piropos, sin citarlo, a lo que ha impuesto Miguel Zugaza como director del Museo del Prado: “Que ha rebasado el 50% de los recursos propios”. En ese otro ámbito, se refirió también al futuro del Reina Sofía, que entra en otra dimensión con su nueva ley: “Se agilizarán los trámites para adquisición de nuevas obras”, aseguró. “Y se promoverán sus colecciones en el ámbito iberoamericano especialmente”.

Entre exhibiciones políglotas latinas, hizo citas en francés y portugués, aludió a su estrategia lingüística muy basada en el valor económico que debe aportar el español: “Debe darnos ventajas de excelencia en el impulso creativo, valores que deben ponerse al servicio de nuestra posición en el mundo”. Y a eso no debe ser ajenas las industrias culturales, principalmente la editorial: “Que aporta un 0,7% del PIB y da empleo a 30.000 personas”. En ese ámbito destacó los nuevos retos del libro electrónico y manifestó su apoyo al fomento de las industrias culturales.

Sobre el cine, ese callo eterno que tienden a pisar todos los ministros de Cultura, tranquilizó algo el panorama. En ese ámbito irá hacia un modelo mixto entre las aportaciones del Estado y los incentivos fiscales, “sin que desaparezcan totalmente las ayudas directas”.

Todo lo expuso con buena voluntad y propósito de promover políticas de Estado. “La cultura es la esencia de la identidad, el destilado de lo que somos. Por eso queremos articular una política cultural que sea auténticamente de Estado con mayúsculas y uno de los ejes prioritarios de este Gobierno”.

Hallará acuerdos en todo lo que se refiere a coordinación de políticas entre ayuntamientos y comunidades autónomas, en su fomento de las artes escénicas y de la música –donde tampoco se lució-, pero habrá asuntos en los que planteará batallas que deba luchar a fondo. Como en el de la tauromaquia, a la que dedicó un tiempo como auténtica declaración de intenciones. “Desarrollaremos medidas de puesta en valor de la tauromaquia. Ayudas de acción y promoción cultural en el mundo del toro”. Y para ello se comprometió a convocar a la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos”. Un aviso de Esquerra Rupublicana a cargo del diputado Tardà: “En Cataluña no habrá más toros, aunque vengan con la legión”.

El buen rollo se hizo patente en las intervenciones posteriores de los grupos. Superado el sopor que produjeron discursos como los del socialista Torres Mora, las alusiones a la momia guanche del grupo canario, la comparecencia fue más bálsamo que otra cosa. Otro asunto será como se lo tomen los twitters y las redes sociales. Fuera hacía mucho frío.

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