Iván Thays: "Los gerentes de las teles no piensan en la literatura"
El último finalista del Premio Herralde habla sobre su nueva obra, de su exitoso 'blog' y del mundo literario
Finalista del prestigioso Premio Herralde 2008 con Un lugar llamado Oreja de Perro (Anagrama) una novela que supuso una "expiación personal" para el autor y en la que cruza las reflexiones del protagonista, un periodista destinado a una destruida ciudad andina, con los acontecimientos ocurridos en Perú a raíz del gobierno de Fujimori, Ivan Thays se muestra orgulloso de su obra y de su famoso blog. "Cuarentón desde el 1 de octubre de este año", Thays no evita ningún asunto, menos los muy locales y el tema de su próxima novela, carga contra los gerentes de la tele, defiende la excelencia de Roberto Bolaño y subraya su buena relación con su editor español.
Usted cuenta que sus amigos le decían: "Vamos Iván termina la novela de una maldita vez". Fueron ocho años para acabar Un lugar llamado Oreja de Perro. ¿Recompensa ser finalista del Herralde este tiempo? ¿Por qué tardó tanto?
"Lo que pasó con Sendero es una obsesión por lo que implica el saber que sucedieron cosas terribles que en su momento no podíamos entender en todo su horror y magnitud, y que poco a poco vamos aceptando y tratando de asumir no como un crimen aislado sino como algo que nos afectó a todos"
Yo creo que tardé todo ese tiempo porque la novela, más que una obra literaria, para mí fue un proceso de aprendizaje sobre mí mismo. Muchas cosas cambiaron en mi vida durante ese tiempo, y cada cosa que ocurría iba dando un nuevo giro a la novela. Si recompensa ser finalista del Herralde o no el tiempo invertido, es una pregunta imposible de responder. Lo que me gusta es que la novela ahora exista en un lugar que no es solo mi Mac.
Por cierto, la novela de Sada también es excelente. Además, he leído que van a publicar también las obras de los otros tres finalistas. Es una de las ediciones con más nivel de uno de los premios con más prestigio ¿Pensaba que algún día podría llegar aquí?
Yo también estoy muy satisfecho y contento de ser finalista de un premio con tanto nivel como el de este año, con un ganador como Daniel Sada y varios autores inéditos semifinalistas cuya calidad es tan grande que serán editados. No pensé en nada de eso al enviar la novela al concurso, obviamente, solo crucé los dedos.
"La simpática patadita en el culo" que aseguró suponía que le diesen el segundo premio del Herralde ¿A quién va dirigida? ¿Ya ha demostrado que no es un "cuarentón fracasado"?
Bueno, nunca me sentí un fracasado. Eso es lo que los anónimos decían en su blog. Yo no puedo considerarme un fracasado si puedo sacar adelante a mi hijo de 5 años luego de un divorcio difícil, escribo un blog exitoso como Moleskine y encima consigo escribir una novela. Ahora, lo de cuarentón, desde el 21 de octubre de este año es mi nuevo rango. Ninguna queja hasta ahora.
Ha dicho en alguna ocasión que ésta es una novela personal, ¿También autobiográfica?
No, no es autobiográfica. Creo que es más bien una expiación personal, pero los datos biográficos no tienen nada que ver conmigo.
¿Todos vivimos de alguna manera en un lugar llamado Oreja de Perro?
Sí, definitivamente. Esa frase tendrá más sentido, espero, para quienes lean la novela. Pero no quería que piensen que es una novela folklórica o antropológica sobre el mundo andino. Es una novela introspectiva sobre un hombre cuyo mundo personal termina intersecándose con el colectivo, como sucede muchas veces a todos nosotros.
Ha terminado su nueva novela 'a al primera' y se muestra contento con los resultados. ¿Sobre qué trata? ¿A qué se debe que haya tardado tan poco en comparación a la anterior?
Superstición 345b: no contar de qué trata lo que uno escribe. Lo siento.
Es inevitable hablar de Roberto Bolaño y su éxito póstumo, uno de los temas recurrentes de su blog y en el mundo literario de los últimos tiempos ¿Está resuelto el asunto de su presunta adicción a la heroína? ¿Se trata de un éxito cargado de cierto 'malditismo'? Es decir, ¿Su excelente literatura habría pasado más desapercibida de no haber muerto? ¿Cuánta responsabilidad en su éxito en EE UU radica en su inclusión en el show business, Oprah Winfrey incluida?
No, Bolaño ya era un éxito cuando murió. Lo del show de Oprah, lo de la heroína, lo que sea que se use como marketing servirá para vender más libros, pero no para convencer a la crítica y a sus lectores de la calidad de Roberto Bolaño, que es indiscutible.
El mundo literario está lleno de cazadores y cazados, explotadores y explotados, conflictos y chacales ¿Qué le parece la irrupción de figuras como Andrew Wylie, El Chacal? ¿Cuál es su relación con su nuevo editor en España, Jorge Herralde?
Mi relación con Jorge Herralde es fantástica. Es un editor al que admiro mucho, que siempre pelea por editar libros imposibles, que ha logrado demostrar un gusto literario exquisito pero sobre todo osado. Cuando me contó que iba a publicar la segunda parte de la biografía de Nabokov escrita por Boyd, Los años americanos, aunque sabía que iba a perder plata, pero no podía dejar inconclusa la serie, supe que Herralde era el editor que yo quería para mi libro. Y en cuanto a Andrew Wylie, creo que tiene todo el derecho de intentar entrar a un mercado como el español, aunque las cifras que se manejan ahí son calderilla para las que maneja en su mundo anglosajón.
Perdón por recurrir al tópico, pero... ¿Cuándo se jodió el Perú, Zavalita?
El Perú no está jodido.
Usted habla en su novela de la historia reciente del Perú, de Sendero Luminoso, del ejército, de la guerra y los derechos humanos. Se trata de un tema corriente en otros autores peruanos como el Alonso Cueto de Grandes Miradas y la Hora Azul o en el Daniel Alarcón de Radio Ciudad Perdida. ¿Está el país obsesionado con lo ocurrido?
Yo creo que más que una obsesión por el tema, es una obsesión por lo que implica el saber que sucedieron cosas terribles que en su momento no podíamos entender en todo su horror y magnitud, y que poco a poco vamos aceptando y tratando de asumir no como un crimen aislado sino como algo que nos afectó a todos.
¿Cómo es que un país pequeño y relativamente pobre y poco importante en la escena internacional como el suyo ha podido dar tan buena literatura y tan excelente cocina?
Bueno, creo que el Perú ha dado extraordinarios poetas más que buenos narradores. José María Eguren y César Vallejo, por ejemplo, son dos poetas de talla Universal. Y eso es inexplicable, como lo es todo en literatura cuando se trata de genios. En cuanto a la cocina, ahí es más fácil entender lo que ocurre: la calidad de los insumos, y su variedad, hace que nuestra comida no tenga pierde. Incluso el peor de los cocineros (por ejemplo, yo) podemos quedar como genios simplemente por la calidad de los alimentos que utilizamos.
Hablando de blogs, usted ha comentado en alguna ocasión que el suyo le ha dado la notoriedad y la difusión que no había conseguido ni con la televisión ¿A qué se debe?
No lo sé. Quizá el lenguaje televisivo, cada vez más plano y chato y menos interactivo, no sirve para transmitir la pasión literaria como sí sirve el mundo del internet.
Cuando no le renovaron el contrato en la televisión pública peruana para que siguiera con el programa 'Vano Oficio' usted aseguró en una entrevista que se puede ver en Youtube que "la gente piensa que los programas culturales son para elites y que el arte está muerto" y que habría sido mejor si hubiese llevado a su programa a gente como Boris Izaguirre y no a escritores como Juan José Millás ¿No hay lugar para la literatura entre el gran público?
Donde no hay lugar es en la cabeza de los gerentes de TV, muchos de ellos analfabetos funcionales, para que acepten que no todo debe ser un show en TV y que una conversación interesante con un escritor puede valer la pena aunque no hayan sorteos, desnudos y golpes de la ex amante en mitad del set.
¿Hay vida más allá de Vargas Llosa y Bryce Echenique?
Mucha vida.
¿Qué queda de la 'famosa vanidad de Iván Thays'?
Me queda un terno blanco de lino, que me compré exclusivamente para una conferencia en la última Miami Book Fair y para luego enrumbar a Aventura Mall y comprarme la nueva MacBook. Ahora el traje está colgado en mi ropero, pero no canten victoria que lo puedo desempolvar en cualquier momento.
Babelia
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