Don Felipe entrega el Príncipe de Viana a un emocionado Alfredo Landa
El galardón reconoce la trayectoria artística del intérprete de 'Cateto a babor' y 'Los santos inocentes'
El Príncipe Don Felipe ha entregado hoy el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2008 al actor Alfredo Landa, quien se ha mostrado "lleno de emoción" al recibir "con el mayor orgullo" el reconocimiento "de los míos, de mi tierra navarra". Don Felipe y Doña Letizia llegaron minutos antes de las 11.30 horas al Monasterio de San Salvador de Leyre para presidir la entrega del premio y el Homenaje a los Reyes de Navarra después de saludar a las autoridades civiles y religiosas.
Durante el acto, que a causa de la lluvia ha tenido que celebrarse en el interior del templo, el Príncipe de Asturias y de Viana ha definido a Landa como "gran actor, trabajador incansable, genial intérprete y buen persona". Con una vida artística "tan extensa y, a la vez tan intensa, que no es fácil resumir en pocas palabras", ha dicho, Landa ha sido "un fiel exponente de la sociedad española" desde los años 60 interpretando "con total acierto y maestría" a sus personajes.
Unos personajes con los que, según el Príncipe, se ha perfilado "como un actor extraordinario y siempre próximo al sentimiento popular, por ello hoy es un personaje conocido y admirado por todos y, lo que es más importante, querido y sentido como alguien próximo a la realidad y preocupaciones de cada ciudadano". Antes, el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha agradecido la presencia un año más de los príncipes en este acto ya que "denota el interés" de ambos por "los asuntos de Navarra" y les ha deseado "de corazón" que prosigan, "con la misma brillantez y acierto alcanzados hasta ahora, la importante función que desempeñáis en favor de una España próspera y activa, cohesionada en su conjunto y prestigiada en el ámbito internacional".
Sanz ha ensalzado también al actor pamplonés como "maestro de la interpretación" y ha destacado su "trabajo cabal, la seriedad en el cumplimiento de los compromisos y la expresión clara y directa, sin recovecos, ni disimulos". Ha subrayado así su "gran perfil artístico y humano", ya que "no sólo es un actor de primera línea, un intérprete conocido y reconocido en el ámbito del cine español, sino que muy especialmente es un hombre querido profundamente por los ciudadanos, que le agradecen de corazón su trabajo pues en ellos han visto reflejada una buena parte de sus propios sentimientos, deseos e ideales".
Agradecido por un premio "tan singular"
Por su parte Alfredo Landa ha agradecido un premio "tan singular" que valora "destacadamente mi humilde trabajo" a lo largo de 50 años de platós y escenarios que le han deparado "muchas alegrías y satisfacciones, premios internacionales, reconocimientos y homenaes", pero ninguno "tanta y tan profunda emoción" como éste. Un agradecimiento que ha dirigido a los Príncipes de Asturias y de Viana por su "apoyo decidido" a la cultura, "este bien común", a las instituciones navarras que le han concedido el premio, a su esposa Maite y al conjunto de su familia, y a cuantos trabajan en el cine, en el teatro y en la televisión "haciendo realidad los sueños y los afanes".
El actor ha indicado además que este premio "corona" su trayectoria profesional en la que ha procurado que su trabajo sirviera "por lo menos para esbozar una sonrisa", y ha añadido que "la suerte y la ayuda de Dios, que nunca me ha fallado, me han conducido a ser visto y reconocido por muchas personas que se sienten amigos míos y para mí esta amistad es el mayor tesoro que he podido consegir".
Terminado el acto, los Príncipes de Asturias y de Viana junto a las autoridades han asistido a la misa oficiada en el mismo templo por el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, quien ha considerado éste "un momento para mirarnos, ayudarnos, para que el señor de la historia promueva ámbitos de paz, unidad y fraternidd".
Finalizada ésta los príncipes se han trasladado junto a Miguel Sanz hasta el sepulcro de los reyes de Navarra donde han depositado una corona de flores rojas con la leyenda "Felipe y Letizia, Príncipes de Asturias y de Viana", un homenaje que el príncipe ha explicado como "tributo de respeto y admiración a la historia de esta tierra a través de los monarcas que rigieron los destinos del antiguo Reino de Navarra".
La jornada concluirá con un almuerzo en la hospedería al que asisten alrededor de ochenta personas y tras él serán el presidente del Gobierno de Navarra y el abad de Leyre los encargados de despedir a los príncipes.
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