Reclamado a España un cuadro de Camille Pisarro incautado por los nazis y en poder del Thyssen
El estadounidense Claude Cassirer exige en los tribunales la devolución de la obra y muestra una fotografía que prueba la propiedad
El caso del estadounidense Claude Cassirer, que reclama un cuadro de Camille Pisarro confiscado por los nazis y adquirido por España, seguirá en un tribunal de Los Angeles, pese a que el Estado español defiende que no le afecta esta jurisdicción. La obra, actualmente expuesta en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, es Rue de Saint Honoré aprés-midi. Effet de Pluie (Calle de Saint Honoré por la tarde. Efecto de lluvia), pintado por Pisarro en 1897.
Sin embargo, una corte federal de Los Angeles ha dictado un auto en el que rechaza el recurso presentado por el Estado español, que alegó que ese tribunal californiano no es la instancia apropiada para la demanda.
La demanda inicial de Cassirer fue presentada en Los Angeles a mediados del año pasado después de varias gestiones infructuosas ante el Ministerio de Cultura español para que le devolviera la obra. Cassirer, de 85 años, nunca ha intentado recuperar el cuadro a través de un proceso judicial en España, según reconoce el auto de la corte californiana.
Una larga batalla legal
En un comunicado difundido este jueves, los abogados del ciudadano estadounidense han pedido a España que deje de poner "obstáculos legales" a la devolución de la obra a los herederos de la antigua propietaria, Lilly Cassirer Neubauer, como viene haciendo "desde el año 2001". Los abogados han explicado que uno de los argumentos del Estado español es que la confiscación de los nazis no supone una violación de las leyes internacionales, pues tanto la propietaria del cuadro como los nazis eran todos alemanes.
Este argumento ha sido calificado como "decepcionante" por el abogado Victor A. Kovner, porque, "si fuera aceptado, supondría cerrar las puertas de los juzgados de EE UU a todas las reclamaciones de los herederos de los judíos alemanes a los que los nazis confiscaron bienes y los llevaron a otros países". El cuadro era propiedad, según dice la demanda, de la abuela de Cassirer, Lilly Cassirer Neubauer, una mujer judía que logró huir de la Alemania nazi. Según relata la demanda, en su intento por obtener el visado para salir del país, "Lilly Cassirer Neubauer fue forzada a entregar el Pisarro a un perito oficial designado por los nazis". A cambio, "el perito nazi pagó una cantidad simbólica que ingresó en una cuenta bancaria congelada de la que Lilly no podía retirar fondos", añade la demanda.
Un cuadro en manos del barón Thyssen
Tras la guerra, Lilly Cassirer, abuela del demandante, reclamó judicialmente la obra y en 1958 el Gobierno federal alemán la reconoció como su propietaria legal, y le entregó 120.000 marcos como compensación. La familia perdió la pista del cuadro hasta que su nieto y único heredero, Claude Cassirer, descubrió en el año 2000 que estaba expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza, que acoge una de las colecciones privadas de pintura más importantes del mundo, adquirida por el Estado español en 1993. El cuadro de Pisarro, que fue valorado hace unos años en unos seis millones de dólares, había sido comprado por el barón Hans Heinrich Thyssen Bornemisza en la galería neoyorquina Joseph Hahn, en 1976.
Para demostrar la propiedad del cuadro, el demandante aporta en el escrito judicial una fotografía del salón de la casa de su abuela, donde aparece el cuadro. Menciona, además, un caso anterior que habría sentado jurisprudencia: una sentencia dictada en 2004 por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en la que el tribunal consideró que una mujer, Maria Altmann, podía demandar al Gobierno de Austria para recuperar seis cuadros de Gustav Klimt que se exhiben en un museo austríaco.
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