Los Ángeles acoge la ambiciosa exposición 'Tutankamón y la edad dorada de los faraones'
El Gobierno egipcio espera recibir unos 40 millones de dólares para su programa de preservación con las ganancias de esta muestra
Uno de los mayores descubrimientos arqueológicos se encuentra desde hoy en California. Tutankamón y la edad dorada de los faraones, con 130 objetos de la tumba del joven faraón, ha ya sido calificada como el "taquillazo" de las exposiciones. Los Ángeles es el lugar perfecto para esta muestra porque es "una ciudad que ama la juventud y está obsesionada con la resurrección de sus ídolos. Y ésta es la mejor resurrección en 3.000 años", bromeaba ayer Terry D. García, vicepresidente de programas de la National Geographic Society, que participa en la organización.
Cerca de 130 objetos de la tumba de este faraón, llamado "niño rey" por lo joven que fue durante su breve reinado, y de sus legendarios parientes, se exponen a partir de hoy en una exposición que cuenta con una inversión de varias decenas de millones de dólares del sector privado que se han invertido con la idea de captar la atención de 1,2 millones de personas. En Los Ángeles comienza una gira de dos años por otros tres museos en Estados Unidos, que espera dejar un impacto económico de mil millones de dólares gracias a estos faraones que se niegan a morir definitivamente.
Las cifras son ambiciosas pero fáciles de conseguir a juzgar por las 300.000 entradas ya vendidas en Los Ángeles antes de la inauguración. La fascinación del público por el antiguo Egipto y, en concreto, por la figura de Tutankamón ayuda, como ya demostraron los ocho millones de personas que disfrutaron de la última visita de este faraón hace más de 25 años a Estados Unidos.
La misteriosa muerte del rey Tut
El reinado de este faraón fue breve, pero la juventud del rey Tut y su misteriosa muerte, posiblemente de gangrena, es un tema que ha fascinado durante años al público y a los profesionales. Además su tumba, descubierta por Howard Carter en noviembre de 1922 en el Valle de los Faraones, es clave en el estudio del Antiguo Egipto dadas las vastas riquezas no expoliadas que escondía desde su construcción hace más de 3.300 años.
Este es el primer viaje a Estados Unidos de todos los objetos de la exposición, preservados habitualmente en Egipto. Entre ellos está la corona de oro en forma de serpiente del faraón, la daga que tenía en su mano momificada o un detallado sarcófago del tamaño de una muñeca que contenía su hígado. Pequeñas maravillas que sustituyen, u ocultan, la falta de otras piezas más conocidas -aunque sea en foto- por el gran público, como la máscara de oro de su rostro o alguno de sus sarcófagos.
Los organizadores de la exposición no han querido correr riesgos y en la profusa campaña publicitaria, que va desde las revistas de arte a los supermercados y las marquesinas de los autobuses, utilizan la foto de este pequeño sarcófago ampliada para dar la sensación de que se trata de la famosa máscara. Con esta exposición, el Gobierno egipcio espera recibir unos 40 millones de dólares para su programa de preservación.
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