Los seguidores de Kurt Cobain celebran el décimo aniversario de su muerte en Seattle

Kurt Cobain se pegó un tiro con una escopeta tras inyectarse su última dosis de heroína en algún momento entre el 5 y el 8 de abril de 1994 en su casa de Seattle. El suicidio le convirtió en leyenda, sacudió el mundo de la música y dio lugar a incontables teorías conspiratorias que apuntaban, y aún lo hacen, a Courney Love, su viuda y madre de su hija Frances Bean, cómo auténtica responsable de su muerte. Cobian dejó su música, pero también libros, biografías, discos recopilatorios, temas inéditos, diarios íntimos y una oleada de seguidores consternados que celebran estos días el décimo aniversario de su muerte.

Cobain revolucionó con Nirvana el mundo de la música a principios de los 90. Fue, al menos a nivel comercial, el rostro del 'grunge' y se convirtió en el icono mediático y social de una generación. El ídolo de miles de jóvenes de todo el mundo. Una de las fotos más repetidas en las paredes de las habitaciones y carpetas de muchos niños. Cómo las de Aurelle y Valentine, dos niñas francesas de 12 y 13 años, que en 1997, y según la policía francesa, se dispararon en la cabeza por amor al líder de Nirvana cuando se cumplían tres años de su suicidio.

Vigilia con velas

Sus seguidores estadounidenses planean ahora una vigilia con velas para esta noche en el Parque Viretta, en las inmediaciones de la casa donde Cobain vivía junto con su esposa, Courtney Love, y donde tras su muerte se esparcieron parte de sus cenizas.

En su casa de Seattle, Cobain dejó una nota póstuma en la que señalaba las presiones de la fama, su permanente dolor de estómago y la tristeza de no ser capaz de disfrutar más de la música, como motivos para quitarse la vida.

El mismo año de su muerte, Nirvana comenzó una gira por Europa. Después de sólo 16 conciertos, el cantante comenzó a sentirse mal y la canceló, tras lo cual intentó suicidarse en un hotel de Roma ingiriendo 60 pastillas de un potente narcótico. Cobain se recuperó milagrosamente, sólo para intentarlo de nuevo, esta vez con éxito, en su residencia de Seattle.