El 'Moisés' de Miguel Ángel vuelve a exponerse al público tras una larga restauración
Los trabajos de limpieza, que debían haber acabado en julio de 2001, han podido seguirse a través de Internet
El célebre Moisés de Miguel Angel, realizado por el escultor y arquitecto a principios del siglo XVI por encargo del papa Julio II para presidir su tumba, volvió ayer a ser expuesto al público con todo su esplendor en una ceremonia oficial después de una larga restauración que ha durado casi tres años.
La reinauguración coincide con el 500 aniversario de la elección de Julio II (1443-1513) como Papa, el 1 de noviembre de 1503. La estatua, realizada en mármol y en la que el profeta aparece sentado con una barba larga, espesa y enredada, apoyando su brazo derecho sobre las Tablas de la Ley y mirando de perfil, comenzó a ser limpiada y rehabilitada en enero de 2001. El proceso debía haber durado nueve meses, pero se ha prolongado durante casi tres años.
Con motivo de su presentación, se celebró un concierto en la iglesia de San Pietro in Vincoli, donde se encuentra la obra, y los responsables del Ministerio de Cultura italiano anunciaron la realización de un documental titulado La mirada de Miguel Angel, dirigido por Michelangelo Antonioni.
40 años de trabajo
Miguel Buonarroti (1475-1564), una de las figuras más destacadas del Renacimiento, trabajó alternativamente a lo largo de 40 años para construir este mausoleo, encargado por el Papa poco después de su elección. En 1513, año de la muerte del pontífice, sus herederos pidieron al escultor un monumento todavía más impresionante y Miguel Angel no lo terminó antes de 1542. En principio, la obra iba a colocarse en la basílica de San Pedro pero finalmente, los herederos de Julio II, quien también le encargó el techo de la Capilla Sixtina, optaron por la iglesia de San Pietro in Vincoli.
El Ministerio de Cultura italiano inició en el año 1999 la restauración del conjunto escultórico de la tumba del papa Julio II. Sin enbargo, tuvo la idea de convertir el proceso en un espectáculo en sí mismo. Tres cámaras digitales permitiron seguir los trabajos al detalle por Internet. Además, se colocó una especie de pasarela a 4,4 metros de altura, sobre el andamio donde trabajaban los restauradores y protegido por planchas de PVC transparente, para que los turistas pudieran seguir de cerca el proceso, cargado de interés. Con el fin de facilitar la labor de los restauradores, la escultura, que mide 2,35 metros, se movió hacia delante para descubrir sus espaldas, ahora pegadas de nuevo a la pared, y para apreciar un bajorrelieve, creado por el escultor, que sólo se conoce por su aparición en algunos documentos.
Desde este verano, se está realizando la limpieza de otra famosa escultura del Miguel Ángel, el David, en la Galería de la Academia de Florencia. Los trabajos se prolongarán hasta la primavera de 2004 y han estado rodeados de una fuerte polémica sobre el método elegido. La limpieza se realiza aplicando una especie de mascarilla con agua destilada, celulosa y sepiolita en pequeños trozos de tres a cinco centímetros durante 15 minutos para retirar, utilizando algodón, las impurezas que amenazan la integridad de la estatua.
Babelia
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