El II Congreso de la Lengua Española apuesta en su clausura por la promoción del idioma en Internet
El Observatorio del Neologismo nace para dar respuesta a "la avalancha de palabras, giros y construcciones procedentes de otros lenguajes" propiciados por las nuevas tecnologías
El II Congreso Internacional de la Lengua Española, clausurado hoy en Valladolid, ha abierto "nuevas, amplias y concurridas" vías de reflexión sobre la defensa y promoción del español, para afrontar con garantías su devenir en la sociedad de la información y las nuevas tecnologías.
La creación de un Observatorio del Neologismo, para unificar y orientar a la comunidad hispanohablante sobre palabras, giros y construcciones procedentes de lenguajes específicos, constituye "un primer fruto" de esta reunión, ha dicho hoy durante su clausura el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.
"El Congreso ha acumulado una gran cantidad de información que todavía no hemos podido procesar, por lo que intentar un balance detallado sería algo pretencioso", ha añadido De la Concha durante el cierre de este foro hispanoparlante que ha firmado el novelista Miguel Delibes a través de un vídeo.
El director de la Real Academia ha advertido sobre el riesgo de "confundir lo anecdótico con lo sustancial" en caso de extraer conclusiones de un congreso, "en el que sí se han abierto algunas anchas y muy concurridas vías de reflexión" ante el futuro y potencialidad del español en Internet, el sector de la información, música, cine, edición y traducción.
Desde el respeto a la variedad de la lengua española, "sostén de su unidad", De la Concha ha considerado "necesario y urgente" que la comunidad hispanohablante responda con una propuesta unitaria y orientadora ante la avalancha de neologismos" propiciados por las nuevas tecnologías de la sociedad de la información.
Una primera respuesta a esta situación es la "inmediata creación" del Observatorio del Neologismo, que han acordado hoy las veintidós academias de la lengua española en el manifiesto denominado Declaración de Valladolid, como homenaje a la ciudad que estos días ha acogido a más de trescientos expertos en diversas materias.
"Nos ha reunido la vocación y el amor al español", ha concluído De la Concha con un mensaje de panhispanismo que el director del Instituto Cervantes, Jon Juaristi, ha subrayado al apelar a la unidad de todos "para afrontar juntos riesgos y esperanzas, porque como pueblo no tenemos otro destino que nuestra lengua común".
Una lengua "de naturaleza cristalina y blanda" que en América "se impregnó del sabor y el color de cada pueblo", ha afirmado el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, quien durante su intervención ha evocado el lenguaje "sencillo, conciso y escueto" que caracteriza la obra del novelista y académico Miguel Delibes.
"Un hombre de palabras, más que de letras"
Su actual estado de salud le ha impedido asistir en directo a la clausura de este foro, que ha cerrado con una intervención proyectada en vídeo donde ha constatado la dimensión universal de "esta hermosa lengua de Castilla" que "han ensanchado paso a paso, desde México a la Tierra de Fuego, las gentes de los más diversos pueblos".
Delibes se ha confesado "un hombre de palabras, más que de letras", un "creador de personajes, que son los que ponen voz a mi literatura", porque "no en vano he pasado más de seis décadas siguiendo el rastro de las palabras y expresiones ajenas para intentar encontrar las mías propias".
El autor de El Hereje ha considerado que "no ha sido mucho" lo que él mismo ha aportado al idioma español, "aunque tampoco se me pedía más. Por eso quiero manifestar ante este Congreso que la voz y la palabra de mis personajes no son otros que la de la gente de mi tierra, es decir, de Valladolid y de Castilla".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.