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El manicomio del doctor Brea y el profesor Pluma

Un sobrecogedor relato de Edgar Allan Poe sirve de base a un intrigante acertijo lógico

Enfermos mentales en el patio de un manicomio, grabado de K. H. Merz
Enfermos mentales en el patio de un manicomio, grabado de K. H. Merz
Carlo Frabetti

Calcular el volumen de nuestra pirámide trirrectangular de la semana pasada es muy sencillo: basta recordar que el volumen de una pirámide es un tercio del área de la base por la altura, y que, aunque la base “oficial” sea el triángulo mayor (el formado por las tres hipotenusas), podemos tomar como base cualquiera de las caras, por ejemplo, el triángulo rectángulo de catetos a y b; el tercer cateto, c, será la altura, y, por tanto, el volumen será V = ab/2 x c/3 = abc/6. A partir de aquí, es fácil, aunque engorroso, calcular la altura h correspondiente a la base mayor: si llamamos S al área de dicha base, tendremos que:

V = Sh/3 = abc/6, de donde h = abc/2S

Podemos calcular S a partir de los tres lados del triángulo formado por las tres hipotenusas: √(a2+b2), √(a2+c2), √(b2+c2), aplicando la fórmula de Herón:

S = √[s(s-a)(s-b)(s-c)] , donde s es el semiperímetro del triángulo: (a+b+c)/2

Esta es la forma conceptualmente más sencilla de hallar h; pero en la sección de comentarios de la semana pasada encontrarás otras más sutiles propuestas por nuestros sagaces comentaristas habituales.

Y como abc es el volumen de un ortoedro de aristas a, b y c, cabe plantear el siguiente rompecabezas geométrico: con seis tetraedros trirrectángulos de catetos 1, 2 y 3, componer un ortoedro de 1x2x3 (y/o cualquier otro sólido compacto de volumen igual a 6 unidades cúbicas).

Un manicomio de locos

Y hablando de nuestros sagaces comentaristas habituales, no han prestado ninguna atención a los acertijos de la dama y el tigre, tal vez por considerarlos demasiado fáciles, así que insistiré con otro del mismo tipo un poco más complicado (a la par que siniestro).

El método del doctor Brea y el profesor Pluma no está entre los relatos más conocidos de Edgar Allan Poe, pero sí entre los más inquietantes. Y basándose en él, Raymond Smullyan compuso un acertijo no menos perturbador:

El inspector Craig, de Scotland Yard, visitó un manicomio dirigido por el doctor Brea y el profesor Pluma, en el que también residían otros médicos, junto con un cierto número de pacientes. A un residente se le llamaba “peculiar” si creía que era un paciente, y “especial” si todos los pacientes creían que era peculiar y ningún médico lo creía. Craig descubrió que al menos un residente estaba cuerdo y que se cumplía la siguiente condición: cada residente tenía un amigo íntimo, y dado cualquier par de residentes, A y B, si A creía que B era especial, el amigo íntimo de A creía que B era un paciente. Tras este descubrimiento, Craig se entrevistó en privado con el doctor Brea y con el profesor Pluma. He aquí lo que habló con el primero:

-Dígame, doctor Brea, ¿están cuerdos todos los médicos de este manicomio?

-¡Pues claro!

-¿Y los pacientes, están todos locos?

-Al menos uno lo está.

A continuación, Craig mantuvo con el profesor Pluma el siguiente diálogo:

-Dice el doctor Brea que al menos uno de los pacientes está loco, ¿es eso cierto?

-¡Claro que es cierto, todos los pacientes están locos!

-¿Y los médicos, están todos cuerdos?

-Al menos uno lo está.

-¿Está cuerdo el doctor Brea?

-¡Pues claro! ¿Cómo se atreve a preguntarme una cosa así?

Sabiendo que todas las creencias de los cuerdos son acertadas y todas las de los locos son erróneas, y que unos y otros son plenamente sinceros y siempre dicen lo que creen, ¿a qué conclusión llegó el inspector Craig?

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Sobre la firma

Carlo Frabetti
Es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos ‘Maldita física’, ‘Malditas matemáticas’ o ‘El gran juego’. Fue guionista de ‘La bola de cristal’.

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