El patronato del CNIO prepara la destitución de María Blasco tras la crisis por su polémica gestión
Fuentes del Gobierno confirman la salida de la máxima responsable del centro nacional de cáncer
María Blasco, hasta ahora directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), será apartada de su cargo, según fuentes del Gobierno consultadas por EL PAÍS. Blasco se enfrenta este miércoles a la decisión del patronato del organismo de la institución, en la que sus miembros tienen encima de la mesa su “continuidad o cese”, como adelantó este diario. La decisión supondrá la salida de Blasco tras 14 años como directora del mayor centro de investigación del cáncer de España, que tendrá que comenzar una nueva etapa con otro equipo directivo. Junto con la directora, el CNIO estudia destituir también al actual gerente del centro, Juan Arroyo, según las mismas fuentes.
Tras varias semanas en las que han aflorado importantes carencias y denuncias contra la directora, Blasco ha improvisado este martes una comparecencia, un día antes de que se resuelva su futuro, en la que ha acusado de supuestas irregularidades al gerente. El Gobierno convocó una reunión del patronato para afrontar la profunda crisis que atraviesa el mayor centro de investigación del cáncer de España, que lleva años sin los equipos necesarios para trabajar, como denuncian numerosos jefes de investigación del centro, que tiene un déficit de 4,5 millones de euros. Estos científicos culpan a Blasco del estado de abandono del CNIO y exigían al Gobierno que la cesara. Además, Blasco también ha recibido al menos una decena de denuncias por acoso laboral, según un informe al que tuvo acceso este periódico.
La reunión del patronato está prevista para este miércoles a las once en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. No están convocados ni María Blasco ni el gerente. El órgano, en el que el Gobierno controla la mayoría de los votos, está presidido por la secretaria general de Investigación, Eva Ortega Paíno, y también están representados Presidencia del Gobierno, el CSIC, cuatro comunidades autónomas y cuatro patronos privados: Fundación BBVA, Fundación La Caixa, Fundación CRIS y la Asociación Española contra el Cáncer.
Blasco ha insistido durante toda la crisis en que sufre una campaña de desinformación. El lunes, Blasco incluso anunció demandas contra los medios en una carta abierta al patronato tras asegurar sentirse víctima de una persecución. Este lunes, a primera hora de la tarde, 23 jefes del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) escribieron a Ortega Paíno, para pedir el cese Blasco, sin mencionarla directamente. Este documento ha podido ser uno de los motivos que hayan precipitado la decisión, tras semanas de polémica con varias comparecencias de Blasco ante los medios.
“Enfatizamos la necesidad de dar por finalizada la labor de la actual dirección en la reunión del patronato del próximo 29 de enero y de poner en marcha el proceso de cambio de la dirección”, señala la carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. “Los abajo firmantes, 23 jefes de Grupo o Unidad del CNIO, que hemos expresado nuestra preocupación por la gestión científica del centro, queremos manifestar el creciente desasosiego por el incesante daño que la presencia en los medios de comunicación causa a la ya deteriorada imagen del CNIO”, añaden los firmantes, que representan al 50% de todos los jefes científicos del centro. Algunos de ellos llevaban denunciando ante el Ministerio las carencias básicas del centro y la supuesta mala gestión de su directora desde 2022. María Blasco lleva en la dirección desde 2011.
La carta es importante porque el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dirigido por Diana Morant, había encargado a este grupo de investigadores en diciembre que realizase un informe pormenorizado de todos los problemas que existen en el CNIO, especialmente su declive como centro de referencia nacional e internacional. El documento, de ocho páginas y al que ha tenido acceso este diario, lo presentaron cuatro representantes de este grupo el 15 de enero a Ortega Paíno. La secretaria general les aseguró que el informe formaría parte de la documentación que se entrega al patronato, máximo órgano de gobierno del centro. Estas son las principales conclusiones del documento.
Pérdida de competitividad
El documento analiza la caída del CNIO en dos de los principales ránkings científicos: Nature Index y Scimago. “Somos conscientes de que estos rankings tienen una validez relativa por las múltiples comparativas que pueden considerarse, pero los incluimos aquí por ser los utilizados por la dirección científica [María Blasco] en sus presentaciones, incluidos los informes anuales del centro”, señala el informe. El organismo ha pasado de estar por encima del puesto 25 de los mejores centros de investigación españoles en el campo de Salud y Biomedicina en 2015, a estar por debajo del 35 en 2023, según Nature Index. En los últimos cinco años, el CNIO ha conseguido financiación a cargo de 22 proyectos europeos, seis menos que el VHIO y 13 menos que el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB). Las publicaciones con personal del CNIO como primer autor o autor de correspondencia se han desplomado de 134 artículos en 2017 a 66 en 2024. Este descenso se refleja también con la disminución de artículos de mayor impacto, de 23 en 2017 a 10 en 2024. Aunque esta caída puede deberse a diferentes causas, los autores lo achacan en parte a una mala “planificación estratégica” por parte de la dirección.
Una de las críticas recurrentes de los investigadores del CNIO es la falta de participación en mecanismos de toma de decisión del centro, así como el desalineamiento entre los jefes de grupo y unidades y la dirección, que encabeza Blasco. Como ejemplos, el Comité Científico del centro, que debería reunirse una vez al mes, solo lo hizo una vez en 2024 y dos en 2023.
“A lo largo de los años, las unidades tecnológicas del CNIO han identificado y transmitido problemas recurrentes a la dirección del CNIO (científica y gerencia), que no han recibido respuesta y han impactado negativamente en la capacidad de investigación de los investigadores del centro”, señala en informe. “Los problemas principales incluyen la falta de salarios competitivos y ausencia de un plan de desarrollo profesional específico para el personal de las unidades, que junto con la sobrecarga de trabajo y obsolescencia del equipamiento científico afectan la salud, satisfacción laboral y productividad del personal, dificultando la retención de talento en las Unidades”. Entre estos problemas está que el centro funciona ya con un solo microscopio confocal de los cuatro que tenía, pues desde 2022 están averiados sin posibilidad de reparación, como desveló EL PAÍS.
Falta de talento
“Uno de los problemas más serios de la gestión de la dirección científica del CNIO es la falta de atracción y retención de talento”, alerta el documento. Los planes para contratar jefes de grupo, unidad o directores de programa, han sido “erráticos, ineficientes, con comités de selección opacos, y en general, han carecido de visión estratégica, resultando en una gestión inadecuada de espacios y presupuestos”. El informe reconoce la llegada de nuevos investigadores al centro, pero advierte de que estos son de un perfil con menos experiencia que los que ha ido perdiendo el organismo, algunos de ellos por desavenencias y enfrentamientos con su directora. La plaza de director del programa de genética del cáncer, una de las más relevantes para el CNIO, lleva sin cubrirse desde 2020.
Inacción
El CNIO tiene un Comité Científico Asesor externo que se reúne cada dos años para evaluar la marcha del organismo y recomendar acciones para mejorar su competitividad. Este organismo lo preside Mariann Bienz, investigadora del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Reino Unido, y en él figuran científicos españoles como Ángela Nieto o Josep Tabernero. En su último informe, de 2023, al que ha tenido acceso este diario, el comité advirtió de la concentración de poder que ostenta el actual vicedirector del CNIO, Óscar Fernández-Capetillo, que fue nombrado por María Blasco como su mano derecha.
Fernández-Capetillo es también jefe del programa de Oncología Molecular, que abarca 14 grupos de investigación, incluido el de Blasco, de Telómeros y Telomerasa-Fundación Humanismo y Ciencia (en referencia a un donante privado). Fernández-Capetillo es además investigador del Instituto Karolinska de Suecia al 50% de su tiempo. El comité científico “recomendó efusivamente” reestructurar esta unidad y que Fernández-Capetillo renunciase a su puesto en Suecia. Más de dos años después, su situación es la misma. El científico explica a EL PAÍS que se discutió la posibilidad de hacer caso al comité, pero finalmente no se hizo nada. “Antes dejaría mis cargos en el CNIO que abandonar el Karolinska”, añade, pues allí tiene “siete personas” a cargo de su laboratorio. En una entrevista con EL PAÍS en 2014, Fernández Capetillo aseguraba: “Odio la gestión; me siento Nadal devolviendo bolas”.
María Blasco ha respondido a EL PAÍS sobre este documento a través de un portavoz. “La producción científica del CNIO no está en declive, ni en lo relativo a trabajos en revistas de alto impacto (de hecho, el año con más publicaciones de mayor impacto fue 2023) ni en cuanto a consecución de proyectos. María Blasco es la persona que convoca los comités científicos, así que su asistencia está garantizada. Los temas los proponen los miembros y en base a eso se realiza la convocatoria. También existe un Comité de Directores de Programa (PDC) que tiene lugar todos los meses y al que asisten todos los directores de programa, de área y las distintas oficinas del CNIO. El gerente también está convocado a esas reuniones, pero no ha asistido a los más recientes. Es en el PDC donde se toman todas las decisiones científicas del CNIO (también convocado por la directora científica que siempre está presente y le da carácter ejecutivo). Durante el PDC se realizan minutos que se distribuyen a los asistentes para que las transmitan a sus jefes de grupo y unidad, así como a los estudiantes, a través de la decana de asuntos académicos, Marisol Soengas, que también asiste. En los temas de personal también está representado el Comité de Empresa para garantizar la máxima transparencia”.
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