Turicleta: bicis eléctricas para un turismo rural sostenible

Aunque las bicis eléctricas de Turicleta, una compañía de alquiler autónomo de estos vehículos en entornos rurales, comenzaron a rodar en Ciudad Real en noviembre de 2022, la idea nació en la comarca catalana de l’Empordà. Allí habían pasado las vacaciones unos meses atrás Alberto Gómez-Chacón y Mariana Boadella, pareja y fundadores, que decidieron alquilar este tipo de bicis para una salida en familia. “El proceso de reserva fue bastante tedioso, porque había que hacer una transferencia para pagar la reserva, ir a un sitio a llevar el justificante de pago, ir a otro a recoger las bicis…”, recuerda Gómez-Chacón. “Sin embargo, la experiencia en sí de subirnos a la bici eléctrica (yo no había probado nunca una) y dar una vuelta por esta zona fue bastante satisfactoria”.

Enseguida se le encendió la bombilla. Con el conocimiento y experiencia que habían adquirido con otra empresa, dedicada a la automatización de instalaciones municipales y desarrollo de aplicaciones y software, lo tuvo claro. “Montados en la bici dije: ‘Esto me lo tengo que bajar, automatizarlo y hacerlo escalable’. Y ya me pasé el resto de la excursión y de las vacaciones dándole vueltas y viendo la forma de construir Turicleta”, cuenta este toledano, de Villafranca de los Caballeros, de 39 años.

Pensaron que para que el modelo fuese rentable debía estar automatizado y no depender de usuarios o de trabajadores: las bicis tenían que quedar bien ancladas con un sistema que permitiese la autocarga. “Llevamos como la quinta evolución de estas estaciones. Al principio estaban en una casita de obra y ahora ya son contenedores de barco. Utilizamos tecnología mucho más avanzada; el mismo sistema de carga y anclaje que, por ejemplo, tiene Bicing en Barcelona o BiciMad en Madrid”. A través de una aplicación, el usuario desbloquea la bici con la que puede ir por libre o hacer alguna de las rutas incluidas preconfiguradas en ella.

Al inicio, su idea era situar estaciones propias por diversos lugares, pero el mercado les llevó por otro camino. Vieron que con los planes de sostenibilidad turística, en el marco de los fondos europeos Next Generation, había municipios que habían incluido la oferta de este tipo de movilidad: “Y hemos hecho nuestra acción comercial ahí. Ir a buscar y enseñar nuestra solución”, cuenta el también director ejecutivo.

Con 200.000 euros de facturación en 2024, ya han cerrado licitaciones por 1,5 millones para este año, en el que prevén alcanzar la rentabilidad gracias a unos ingresos de cuatro millones. “Nuestra intención a nivel negocio es tener una flota de 1.200 bicis funcionando al final del año 2025 por toda España. Incluso, posiblemente, también en Portugal”, dice.

Más allá de los acuerdos con las administraciones, la compañía, en la que trabajan 10 personas, apuesta por desarrollar el modelo de franquicia y por invertir en la ubicación de estaciones propias en hoteles y campings. La economía local, asegura Gómez-Chacón, es muy importante en su propuesta y, entre otros aspectos se asocian con mecánicos en los municipios para el mantenimiento de bicis e incluyen distintos establecimientos y puntos de interés en sus rutas.