Tómeselo con paciencia
2021 es el año en el que uno no se puede fiar de las fechas anunciadas de publicación de un disco. El retraso es una opción que siempre está ahí
Hace años se instauró la tendencia de publicar discos sin anunciarlos. Uno se levantaba una mañana y se encontraba con que Radiohead o Beyoncé habían sacado un nuevo trabajo mientras el mundo dormía. Bueno, eso ya está superado. Ahora hemos llegado a un nuevo punto: el disco que retrasa su lanzamiento.
En esto, como en todo lo que tiene que ver con el marketing, el rey es Kanye West. El mareo al que ha sometido a sus fans con el lanzamiento de Donda, su primer álbum desde 2019, es colosal. Donda lleva siendo retrasado desde julio de 2020 y ha habido dos lanzamientos en falso este verano.
No es el único. Certified Lover Boy, de su rival, Drake, estaba previsto para enero y a finales de julio su autor dijo: “está en camino”. Se lo toma con calma. A principios de año también se apuntaba a que Leiva, Vetusta Morla, Adele, Arcade Fire, Rihanna o Rosalía publicarían disco en 2021. De los dos primeros su compañía asegura que llegarán este año. Del resto, nada se sabe. Y luego está el nuevo disco de The Cure, que no editan desde 2008. Se anunció para 2019 y se ha convertido en el yeti del pop: Algunos aseguran haber encontrado huellas y hay quien afirma haberlo visto, pero pruebas de su existencia, lo que se llaman “pruebas”, no hay.
Obviamente, gran parte de la culpa la tiene la pandemia, pero hay más motivos. “La situación ahora mismo es muy compleja. Hay discos que se publican este año que tendrán su edición en vinilo en febrero o marzo de 2021. Es un poco locura, hay grupos que lo quieren editar todo al mismo tiempo y los hay que sueltan el digital y la edición en vinilo sale seis meses más tarde”, describe una fuente de la industria que prefieren no dar su nombre.
El problema es que la demanda de vinilo ha aumentado muchísimo, desbordando la capacidad de la industria para fabricarlos. Por eso, los sellos llegan a acuerdos con fábricas sobre qué tanto por ciento de su producción se quedan. “Cada semana decides qué prensar, porque la necesidad es siempre mayor que la capacidad. Si un disco vende más de lo que esperabas, estás jodido. O levantas algo que tuvieras previsto fabricar o lo tienes que poner en tu propia cola”, explica esa misma fuente.
Otra consecuencia: se da por hecho un aumento del precio en las novedades en vinilo de entre tres y cinco euros. Subirán por estos problemas, por el Brexit y por el encarecimiento de las materias primas. Si añadimos que el plan de giras y festivales de 2022 está sujeto con alfileres, no resulta extraño que muchos artistas no tengan prisa por editar nuevos trabajos. Incluso si ya estaban anunciados.
Hay excepciones, Lana del Rey ha anunciado para otoño un nuevo disco, Blue Banisters, que sería el tercero de 2021. Porque, esa es otra, en este caos en el que nos encontramos, hay quien edita a cascoporro. O se dedica a entretenimientos, más o menos interesantes. Elvis Costello presenta Spanish Model, que no es más que su disco This Year’s Model (1978) con la música original y vocalistas latinos como Juanes, Vega, Fito Páez o Morat cantando en español. Metallica publica The Metallica Blacklist, donde 53 artistas, de Miley Cyrus a Kamasi Washington interpretan las canciones de su disco homónimo de 1991. Se edita I’ll Be Your Mirror, el tributo a la Velvet Underground en el que participan Michael Stipe, Sharon Van Etten o St. Vincent. Y Lady Gaga y el crooner Tony Bennett publicarán la continuación de su exitoso disco de clásicos del jazz vocal de 2014.
En septiembre sale lo nuevo de J Balvin, James Blake, Common y Fito & Fitipaldis. Coldplay anuncia Music For the Spheres para el 15 de octubre. Dos semanas después serán casi seguro desalojados del número uno de todas las listas por Ed Sheeran, que sale de su retiro de dos años con = (Léase Equals). Ese mes también llegarán Kiki Morente, My Morning Jacket, Parquet Courts o War On Drugs.
Pero quizás una de las novedades más atractivas del otoño sea The Nearer The Fountain, More Pure The Stream Flows de Damon Albarn, que siempre será presentado como el líder de Blur, aunque haya pasado más tiempo al frente de Gorillaz, el grupo que le mantiene en primera línea comercial. Albarn, que en solitario desarrolla su faceta más personal, no editaba un disco con su nombre desde 2014. Este lo ha grabado con la ayuda de su amigo el director de orquesta André De Ridder, lo que garantiza un sonido preciosista y cuidado. El álbum va de lo ambiental, electrónico e íntimo a auténticas delicias pop. Se editará el 12 de noviembre. O eso anuncian.
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