El retiro voluntario de Ed Sheeran
La mayor estrella masculina del pop cumple hoy 30 años alejado del público desde 2019 y convertido en uno de los artistas más ricos del mundo
A Ed Sheeran, que cumple 30 años este miércoles, le han caído collejas por todos lados. Cuando se hizo famoso en su país, Reino Unido, en 2011, gracias a su debut, + (léase Plus), se dijo de él que su triunfo se debía a que las estrellas de verdad, las del brilli-brilli, como Rihanna o Lady Gaga, habían ignorado el mercado de las islas para centrarse en Estados Unidos. “Su música es la combinación de todos esos grupos del amigo de un amigo que te han obligado a ver en un pub”, escribió en The Guardian un vitriólico Peter Robinson, que calificó su sonido como “el nuevo aburrimiento”, una definición que cuajó. A la crítica le saca de quicio ese chico tan normal que hace música triste con final feliz. El vídeo de su primer éxito, The A team, contaba la historia de una adolescente sin hogar, prostituta y drogadicta, pero terminaba con el canto de unos pajaritos. Se tolera a los cantautores tristes, pero no a los sensibleros. Y en esa división se le incluye, al lado de James Blunt, Love actually y las cajas de bombones con forma de corazón.
En 2014 edita su segundo ábum X (léase Multiply). Incluye el single Photograph, con un vídeo que consiste en grabaciones caseras de su vida desde que era un bebé. Una infancia normal, de un niño pelirrojo y gafotas, cayéndose en ríos de la bucólica campiña inglesa, acariciando gatitos, tocando la guitarra en las calles. Solitario, pero creativo. Tímido, pero decidido. Photograph lleva más de 1.000 millones de visionados en YouTube. Y eso no es nada comparado con los 5.000 millones de Shape of you, de 2017. Se podrán publicar informes que dicen que Ed Sheeran es el cantante más escogido para funerales o el preferido para quedarse dormido, pero eso no importa si se tiene facilidad para crear melodías que son capaces de ablandar el corazón y estribillos de esos que dan ganas de abrazar lo que te pille al lado. Y a Edward Christopher Sheeran, hijo de una diseñadora de joyas y un historiador, nacido en Halifax, Inglaterra, parece que los éxitos se le caen de los bolsillos.
Lleva 15 millones de copias vendidas de sus cuatro discos. Y además es trabajador, buen inversor y está bien asesorado en temas de mercadotecnia. En 2017 presentó su tercer disco, % (léase Divide), con dos singles completamente distintos. El periodista Chris Evans le preguntó si la idea era que uno fuera para BBC Radio 1, emisora para el público adolescente, y la otra para Radio 2, orientada a los adultos “Escribí las dos para mí, pero entró en la ecuación. Todo el mundo decía que Castle on the Hill era un single para Radio 2 y que necesitábamos algo para Radio 1. Así que tu teoría es correcta”. Entonces también se demostró que otra teoría, la de que ganaba por falta de rivales, era incorrecta. Ese año editaron disco Drake, the Weekend o Bruno Mars. Y aún así se consagró como el cantante masculino más famoso del mundo y uno de los más ricos. Solo le hace sombra una mujer, Adele.
Con la gira de Divide, ingresó 700 millones de euros y se dice que es la más taquillera de la historia. Fueron 260 conciertos, que terminaron en Ipswich, Inglaterra. Allí se despidió diciendo: “Hasta dentro de dos años”. Era el inicio de su retirada temporal. Eso fue en agosto de 2019, un mes después de publicar No.6 Collaborations Project, un disco de duetos con Justin Bieber, Camila Cabello, Ariana Grande o Stormzy y el mismo día en el que se admitía la tercera denuncia contra él por plagio. Porque hay quien apunta a que quizás no tenga tanto talento para componer melodías pegadizas como el que tiene para hacer propias las ajenas. El juicio ha sido aplazado sin fecha.
Eligió un buen momento para quitarse de en medio. La pandemia ha paralizado al pop. Además, en 2019 se casó, en una ceremonia íntima, con Cherry Seaborn. Según cuenta en el vídeo de Put it all on me (toda una oda a la vida matrimonial), fue su novia en el instituto, después se separaron y años después se volvieron a unir. Sheeran ha reconocido que su pareja le ha rehabilitado: bebía demasiado, sufría trastornos de la alimentación y se estaba volviendo “un capullo”. En septiembre de 2020 nació su primera hija: Lyra Antarctica Seaborn Sheeran. Es de suponer que lo de Lyra viene por Lyra Belacqua, la protagonista de la trilogía de libros fantásticos La materia oscura, una niña nacida para un destino mesiánico. De cualquier manera, la mayor estrella masculina del mundo cumple 30 años en su casa de Londres, retirado de los grandes fastos. Que, por otro lado, es lo que ahora toca.
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