Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.
En el Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda, sucedió un hecho insólito: una gorila joven se desprendió de una rama, se acercó a nuestro grupo y al pasar por mi lado me dio con el dorso de su mano un toque muy cariñoso en la entrepierna a modo de saludo
Daba por supuesto que nunca llegaría a la altura del escritor, pero algo podría suceder si me compraba la misma vestimenta y fumaba Gitanes sin filtro como él
¿Quién era yo? En ese instante me sentía una sustancia perpleja mientras caminaba por las callejuelas del barrio antiguo Yuyuan, llenas de tiendas abarrotadas de pelucas y máscaras
Si algún joven aspirante a escritor me pidiera un consejo le diría: “Lee a Horacio, lee a todos los grandes, pero después abre la ventana, asómate a la calle y disponte a oír el grito del chatarrero”
Si el sol fuera un dios uno podría pedirle algunos favores: que su luz nos regale un pequeño placer cada día, alguna aventura, alguna pasión incontrolada, que por una vez liberara a nuestro planeta de su órbita y lo dejara vagar suelto por el universo
Tras cinco años de trabajo ha sido posible reabrir Notre Dame con una ceremonia a la que asistieron creyentes y agnósticos reunidos en torno a ese símbolo de nuestra civilización
Muchos de los cuerpos celestes que vemos de noche ni siquiera existen. Solo vemos su agónico destello detrás del cual ya no hay nada, salvo la posibilidad de soñarlas como Goethe
Fueron famosas las risas y silencios de Jesús Quintero en sus entrevistas en la radio, en las que participé algunas veces y que hacía él a su propio ego
Recién salidos de la ducha los ciudadanos comienzan a sentirse sucios por dentro, atrapados por las redes, que les obligarán a mirar el móvil durante el día tantas veces como el mono mira cómo se mueve cada hoja de los árboles
Me pregunto si la dorada pandilla de la ‘gauche divine’ de Barcelona, corría el áspid de la envidia y del resentimiento y no eran tan felices como trataban de demostrar
Los pobres han creado a un Dios misericordioso al que reclaman ayuda, si bien su omnipotencia apenas puede llenar el cazo con el que los más desesperados piden limosna
El hotel King David de Jerusalén seguirá funcionando hoy con delicadeza, mientras no muy lejos se está produciendo un genocidio y caen las bombas indiscriminadas sobre Líbano y Gaza
En el lienzo de Onésimo Anciones sobre la voladura del diario ‘Madrid’ en 1973 se ven los personajes que caminaban riendo aquella noche del franquismo, cuando se ensayaban los primeros ritos de la libertad individual
Ante mi incapacidad para crear personajes imaginarios creíbles, a la hora de hacer literatura me he servido a veces de figuras de la vida real que parecían de ficción
Me gustaba viajar a las ciudades que sonaban bien al oído, nombres cuyas sílabas podías pasearlas con la lengua por toda la boca como se degusta un licor
Todas las fotografías, trofeos y objetos extraños de mi librería solo me recuerdan instantes de felicidad. No hay ninguno que me lleve, más allá de la nostalgia, a ningún pasado amargo
Cuando oigas muy cerca risas orgiásticas alrededor de una hoguera piensa que esa alegría, que nadie sabe de dónde viene, es realmente el trébol de cuatro hojas que ibas buscando desde niño