De los bares a las gasolineras: así han desaparecido los españoles de las aceras
Datos de GPS de unos 300.000 móviles muestran cómo el tráfico de peatones se ha evaporado en zonas comerciales de todo el país
Todo pasó en una semana. El lunes 9 de marzo fue una jornada muy parecida a días laborables previos. Pero desde esa fecha los peatones empezaron a desaparecer en todas las provincias españolas en cascada hasta el viernes 13, cuando Pedro Sánchez anunció el estado de alarma. El ritmo fue algo desigual. Madrid y otras provincias del centro empezaron un poco un antes. Las calles cercanas a los colegios experimentaron una caída proporcionalmente más veloz con el cierre de los centros educativos. Los viandantes también desaparecieron antes y de forma más acusada en los centros de las ciudades.
Pero son diferencias poco sustanciales. La caída progresiva se hizo imparable y los datos de tráfico comercial muestran cómo España se ha parado. La información de 20 millones de señales de GPS de los móviles de cerca de 300.000 españoles a partir de la base de datos de puntos de interés de Geoblink muestra que ya nadie pasea. Esta empresa asigna a cada punto un tráfico peatonal y luego los agrega tanto por geografía como por sector (ocio, alimentación, educación, hospitales). Los datos no muestran por tanto si hay alguien paseando por un parque o la montaña, pero sí son capaces de medir cómo se ha evaporado el tráfico peatonal en todas las zonas comerciales o con transporte público cercano.
En la semana del 9 de marzo hubo decisiones que marcaron los ritmos de cada provincia. Se aprecia por ejemplo el cierre de colegios primero en Madrid y la provincia de Álava, en Euskadi. La progresión no es, sin embargo, totalmente precisa porque la gente sigue pasando por delante de escuelas y bares para ir a supermercados y centros sanitarios.
Teniendo eso en cuenta, los descensos menos pronunciados del tráfico peatonal desde el 24 de febrero, día prepandemia con el que se establece toda la comparativa, se producen en gasolineras, tiendas de alimentación y hospitales. La diferencia con el resto es pequeña. De hecho la presencia humana en estos lugares también se ha reducido un 80% desde dicha fecha. Pero si hay pequeñas reuniones de gente es básicamente en esos sitios. La actividad en las gasolineras parece indicar que el coche se ha convertido en la modalidad de transporte que menos se ha reducido.
Por el contrario, los lugares con menos viandantes son las zonas de ocio, moda y centros comerciales. Probablemente esto tenga que ver con que estén sobrerrepresentados en calles donde los peatones han desaparecido notablemente.
Eso explica que en el mapa de códigos postales de la ciudad de Madrid el centro sea donde más se ha reducido el tráfico peatonal. Al ser una zona eminentemente comercial, con menos viviendas y mucho turismo, la caída es mayor. Con todo, en el conjunto de la comunidad autónoma los datos muestran que hay alrededor del 90% menos de gente por la calle que el 24 de febrero.
En códigos postales de Brunete, Galapagar y Pozuelo de Alarcón, ciudades residenciales cercanas a Madrid es donde las caídas han sido más altas y rozan el 100%. El dato puede tener que ver con que son sitios donde ir a hacer la compra en coche es sencillo y habitual. Si los centros de esos lugares se han cerrado, nadie pasa por ahí a pie para ir a su casa. Puente de Vallecas por ejemplo tiene un comportamiento más similar al del resto de zonas residenciales de Madrid, con una caída cercana al 90%. Los pequeños picos del lunes 16 en Centro y martes 17 en este distrito pueden indicar últimos movimientos algo más masivos para trabajar o comprar. Desde entonces, la tendencia ha sido hacia abajo.
Geoblink ha aprovechado este análisis para lanzar un estudio donde algunas marcas pueden ver cómo se ha visto afectado su tráfico agregado: “La Covid-19 está teniendo un impacto prácticamente sin precedentes en todo el ecosistema comercial y las consecuencias en el comportamiento de los consumidores pueden ser incluso mayores, con efectos secundarios difíciles de predecir y de larga duración. En esta nueva situación, las empresas se van a ver forzadas a reconectar con los consumidores de nuevo, y los datos serán su mejor aliado”, dice Rafa Pulido, jefe de operaciones de la compañía.
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