La Comisión Europea investiga las ayudas británicas al sector del videojuego

La Comisión Europea ha abierto una investigación sobre la propuesta británica de ofrecer un descuento en el impuesto de sociedades de hasta el 80% de los gastos incurridos durante el proceso de diseño y producción de videojuegos en el Reino Unido. La iniciativa, similar a las ayudas al cine, tiene como objetivo respaldar a las cerca de 300 empresas de juegos electrónicos que operan en el país. El Gobierno británico estima que el plan costará a las arcas públicas entre 3,7 y 5,5 millones de libras (entre 4,3 y 6,4 millones de euros).

Bruselas duda de que la industria del videojuego necesite esas ayudas. En una nota de prensa, el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, "el mercado del desarrollo de videojuegos es dinámico y comercialmente prometedor. No tenemos claro si los contribuyentes deben subsidiar esta actividad. Algunas ayudas pueden hasta distorsionar la competencia".

Además, indica Bruselas, las ayudas están condicionadas: los gastos solo son deducibles si se consumen en bienes y servicios fabricados, y los videojuegos que reciban el crédito impositivo deberán someterse a una "prueba cultural". La Comisión considera que esas condiciones pueden ir en contra de los principios del mercado único europeo.

Según la patronal Tiga, la industria británica del videojuego da trabajo a 9.000 personas y aporta 1.000 millones de libras (1.165 millones de euros) al PIB de Reino Unido cada año. Esto convierte al país en el mayor productor de videojuegos de Europa, con productos como Grand Theft Auto IV, producido por Rockstar North en Edimburgo.