Intel: ¿Crisis? ¿Qué crisis?

Intel ha presentado los resultados del primer trimestre del año, que no han sido precisamente positivos, pero la compañía se muestra muy optimista frente a la evolución del sector tecnológico.

El principal fabricante de procesadores ha visto caer sus beneficios un 12% en los primeros tres meses del año, con unas ganancias de 1.443 millones de dóláres (unos 912 millones de euros). Este dato no ha impedido a Intel hablar del futuro con gran optimismo. El consejero delegado Paul Otellini considera que su situación es "excelente" y espera superar las predicciones de los analistas en el segundo trimestre.

La prensa de Estados Unidos se muestra un tanto perpleja por tanto optimismo, pero después de todo los ingresos de Intel no han ido tan mal, más bien lo contrario.

La compañía tuvo una facturación durante el primer trimestre de 2008 de 9.673 millones de dólares (6.114 millones de euros), un 9% más que en el mismo periodo del año anterior.

El optimismo de Intel es importante para todo el mercado pues sirve de termómetro para medir la demanda de informática en las empresas y los usuarios domésticos, e Intel dice que aún hay hambre de procesadores y que su negocio va a seguir creciendo a lo lardo de todo el año. Y el mercado ha recibido bien esta mirada positiva acerca del futuro del sector tecnológico.

Las buenas palabras de Intel chocan, sin embargo, de frente con la situación de su principal competidor AMD, que atraviesa una de sus peores momentos y realiza una fuerte reestructuración de su negocio.