SpaceShipOne, primera misión espacial tripulada con financiación privada
El vehículo espacial se elevará unos 100 kilómetros sobre un aeropuerto del desierto de Mojave
La compañía espacial de capital privado Scaled Composites anunció ayer que planea lanzar el próximo 21 de junio en California lo que se convertirá en la primera misión tripulada de carácter no gubernamental. El piloto -que todavía no ha sido designado- se convertirá así en el primer astronauta a bordo de un vehículo no patrocinado con fondos públicos que alcanza los confines de la atmósfera.
El vehículo espacial, llamado "SpaceShipOne", se elevará unos 100 kilómetros -lo que se considera la frontera del espacio exterior- sobre un aeropuerto comercial en el desierto de Mojave, en California. Realizará un vuelo suborbital, es decir, que la nave vuela sobre la atmósfera pero no alcanza la velocidad necesaria para continuar girando alrededor de la tierra, lo que abarata el precio y los riesgos.
Desde abril de año 2003, SpaceShipOne, capaz de llevar a tres personas, ha realizado 14 vuelos. La nave participa en el concurso Ansari X, que premia con 10 millones de dólares a los vehículos tripulados con capacidad para tres personas que lleguen a los 100 kilómetros de altura, vuelvan a la Tierra intactos y sean capaces de repetir la hazaña en un período de dos semanas.
El astronauta Mike Melvill tripuló la nave el pasado 13 de mayo en un vuelo de prueba, en el que alcanzó los 65 kilómetros de altura, la distancia más elevada alcanzada hasta la fecha en una misión de capital privado.
Paul Allen financia el proyecto
La financiación del proyecto corre a cargo del inversor multimillonario Paul Allen, co-fundador de Microsoft, junto con Bill Gates, mientras que Rutan supervisará la parte técnica. "El éxito de la misión supondrá que las fronteras espaciales han quedado finalmente abiertas para la iniciativa privada", señaló Scaled Composites en un comunicado.
"Desde Yuri Gagarin y Al Shepard, en 1961, todas las misiones espaciales se han hecho con programas caros, financiados por los gobiernos", dijo Rutan, que tiene en su haber el diseño del avión ligero Voyager. "Nuestro programa, por contra, sólo requiere de unos pocos y dedicados individuos para conseguir que los vuelos espaciales sean
más accesibles", añadió.
Allen, por su parte, dijo que cada vez que la nave vuela "demostramos que con pequeñas cantidades de capital privado podemos ampliar las fronteras de la tecnología espacial comercial".
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