La lluvia de estrellas se enfrenta con la luna llena

Este año, la madrugada de máxima actividad de las estrellas fugaces Perseidas coincide con la Luna llena, lo que dificultará "enormemente" su visión, según fuentes del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). A las 5.30 horas, se producirá el apogeo de la lluvia de las también conocidas como lágrimas de San Lorenzo.

Cuando la Tierra pasa por la órbita del cometa Swift-Tuttle, las partículas de polvo dispersas a lo largo de la estela entran a gran velocidad en la atmósfera de la Tierra, dejando a su paso por el cielo un rastro brillante. El cometa tarda 135 años en dar una vuelta al Sol y su última aparición se produjo el 11 de diciembre de 1992. Ese año se observaron más de 300 meteoros por hora, tres veces más de lo habitual. Desde entonces, la actividad se ha ido acercando a su nivel normal, de unos 60 a 100 meteoros por hora.

Para observar el fenómeno de la lluvia de estrellas, el Instituto canario aconseja hacerlo a simple vista, sin telescopio ni gafas de ningún tipo y desde cualquier punto, playa, terraza o campo, que ofrezca un horizonte despejado hacia el sur y hacia el este, y no tenga luces brillantes cerca.

Al aire libre y con cámara especial

Quienes vivan en el campo, puntualiza el Instituto, podrán observar "perfectamente" la lluvia desde su propia casa. Por su parte, la NASA aconseja resguardarse a la sombra de un edificio o de una colina, a cubierto de la Luna, "que estará baja en el cielo antes del alba", con el fin de reducir su deslumbramiento y disfrutar mejor del fenómeno.

Otra forma de reducir los desfavorables efectos de la Luna es viajar a algún lugar donde el aire sea "claro, seco y libre de contaminación", manifestaron fuentes de la entidad. "Aun cuando se mire en dirección opuesta a la de la Luna, el aire resplandece a causa de la luz de la Luna dispersa por las moléculas de aire y los aerosoles [es decir, gotas de agua, polvo y polución]", afirma Bill Cooke, del Equipo de Medio Ambiente Espacial de la NASA. Asimismo, afirma que no hay una dirección especial hacia la que se deba mirar, salvo "hacia la Luna".

Por otro lado, el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, subrayó la imposibilidad de fotografiar el fenómeno con una cámara convencional. Para ello, cree necesario usar aparatos en los que se pueda mantener el obturador abierto, permitiendo "controlar el tiempo de exposición de la película y captar un período algo más amplio".