La lluvia de estrellas registrará su máxima actividad entre esta noche y mañana

La lluvia de estrellas fugaces Perseidas, fenómeno astronómico conocido como lágrimas de San Lorenzo por su coincidencia con la festividad de este santo, registra durante esta madrugada y lo seguirá haciendo en la noche del viernes al sábado su máxima intensidad. En cuanto a la frecuencia de los destellos, se pueden llegar a ver un máximo de unas cien estrellas por hora, una a cada minuto.

Los aficionados a mirar el cielo podrán disfrutar con bastante claridad de la lluvia de estrellas durante estos días, allí donde las nubes lo permitan, al encontrarse la Luna en fase creciente y no entorpecer la vista con su resplandor. El mejor momento para contemplar el paso de las estrellas fugaces es de madrugada, cuando la constelación de Perseo se encuentra más alta en el horizonte y la escasa Luna ya se haya puesto.

Tumbados y en el campo

Lejos de toda poesía y sin ningún tipo de poder para satisfacer los deseos, estas estrellas fugaces, que reciben su nombre porque parten de la constelación de Perseo, son en realidad pequeñas partículas de polvo de diversos tamaños que entran a gran velocidad en la atmósfera terrestre. Debido a este choque, se desintegran a unos 80 kilómetros de altura y dejan ese trazo luminoso característico, cuyo nombre científico es meteoro.

La mayoría de estas aglomeraciones de polvo está asociada a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de sus órbitas en sus sucesivos pasos por las proximidades del Sol y la Tierra. Para quienes quieran disfrutar de la lluvia, que puede observarse desde finales de julio hasta mediados de agosto, los expertos aconsejan la observación a simple vista, sin telescopio ni anteojos de ningún tipo y desde cualquier punto que ofrezca un horizonte y no tenga luces brillantes cerca. Así, es imprescindible alejarse de los centros urbanos iluminados y de las carreteras.

Es recomendable tumbarse boca arriba e intentar abarcar la mayor parte de cielo posible. Todos los años la tierra recorre una misma órbita y por ello en la misma época del año se pueden ver las Perseidas, que se aprecian en todo el mundo.