Peras pochadas en azafrán y cardamomo
Un postre con un toque dulce y especiado que podemos tomar tal cual o usar en ensaladas, tostadas o acompañamiento para platos de pato o cerdo.
Un postre con un toque dulce y especiado que podemos tomar tal cual o usar en ensaladas, tostadas o acompañamiento para platos de pato o cerdo.
Seguramente los ñoquis son la pasta más sencilla de preparar en casa, y hechos a mano están a años luz de los industriales. Con una sencilla salsa a base de pera y queso azul tendrán el éxito asegurado.
Aunque la pareja láctea más popular de esta fruta es el queso, la nata también le va muy bien. Lo demuestra esta tarta originaria de Gales que solo tiene un requisito: no pasarse con el amasado.
Con todas las posibilidades culinarias que nos ofrece esta fruta, no podemos quedarnos en pelarlas y comerlas tal cual: es hora de darle el protagonismo que merece en una ensalada, un guiso o un jetapostre.
Algunas variedades de esta fruta están disponibles todo el año
¿Navidad viejuna o navidad tecnoemocional? Tú eliges, pero nosotros apostamos por tres platos de toda la vida que además cuentan con una gran ventaja: se pueden tener listos el día anterior.
El otoño asoma la patita, y nos ofrece un montón de frutas y verduras de temporada que podemos difrutar en múltiples preparaciones. Hoy ponemos peras en la ensalada y hacemos que se vengan arriba con queso azul y avellanas.
Esta receta se aprovecha de la capacidad de la pera para aportar dulzor y ablandar la carne rápidamente, pero también puedes jugar con manzana, kiwi, piña y lo que se te ocurra.
Un guiso rápido, sencillo y ligero para retomar la normalidad gastronómica después de las fiestas sin sufrir. El contramuslo tierno, la salsa sabrosa y el toque dulce de peras y manzanas te lo garantizan.
Fruta asada y caramelizada sin azúcar añadido, un chocolate potente y una crema con un toque suave de queso azul: un jetapostre que te hará quedar como Dios con poco más esfuerzo que el de encender el horno.
Vuelven los básicos de entretiempo que reconfortan y abrigan el estómago: la manta en la cama, la gabardina y las peras al vino. Un postre clásico -que no viejuno- para ir calentando los motores otoñales.