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El miedo a la nueva variante ómicron del coronavirus lleva al cierre de fronteras para los viajeros del sur de África

Los 27 Estados de la Unión Europea acuerdan suspender todos los vuelos al igual que Israel y el Reino Unido

Llegada de pasajeros a la T-5 del aeropuerto londinense de Heathrow, Londres, este viernes.
Llegada de pasajeros a la T-5 del aeropuerto londinense de Heathrow, Londres, este viernes.Leon’s iPhone (Getty Images)

La nueva variante del coronavirus identificada por Sudáfrica —denominada B.1.1.529 y bautizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ómicron— está haciendo caer las Bolsas y desatando anuncios de cierre de fronteras a los viajeros que proceden de la región sur del continente africano. Los países de la Unión Europea han acordado prohibir temporalmente los viajes con salida y destino al sur de África, como había propuesta esta mañana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Alemania, Italia, Países Bajos, España y Francia ya habían adoptado esa suspensión antes del anuncio de la posición comunitaria. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que España también tenía intención de impedir la llegada de pasajeros desde Sudáfrica y Botsuana. Según señaló Darias en unas declaraciones a RTVE, al próximo Consejo de Ministros se llevará “un acuerdo de restricción de vuelos procedentes” de ambos países, aunque la lista puede aumentar. “Y también vamos a exigir a países de alto riesgo no solo la vacunación, sino un test de antígenos y PCR”, ha añadido.

La Casa Blanca ha informado este viernes que debido a la propagación de esta variante ordena la restricción de entrada a Estados Unidos a viajeros de Sudáfrica y de otros siete países africanos de la región, informa Yolanda Monge. “Mi asesor médico en jefe y los miembros de nuestro equipo de respuesta a la covid me informaron sobre la variante ómicron”, explica el presidente Joe Biden a través de un comunicado. Estas nuevas restricciones entrarán en vigor el 29 de noviembre. “Siempre seguiremos guiándonos por lo que la ciencia y mi equipo médico aconsejen”, puntualiza el mandatario.

En Israel, donde el Gobierno aseguraba la mañana de este viernes que ha detectado tres posibles casos de esta nueva variante, se ha optado por incluir a los países de esa región africana en su lista roja, lo que impide la entrada de extranjeros procedentes de seis naciones: Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Eswatini (antigua Suazilandia). De la misma forma, el Reino Unido ha vetado también los vuelos desde esa región.

La OMS ha confirmado este viernes que la variante ómicron fue identificada por primera vez en Sudáfrica, y ha advertido de que tiene un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes. Las primeras evidencias científicas, según el organismo, sugieren un “mayor riesgo de reinfección”.

La restricción a los vuelos del sur de África busca “frenar” la expansión del virus, como ha explicado Von der Leyen en una intervención por vídeo sin preguntas. “He estado en contacto con científicos y los fabricantes de vacunas y comparten la medida”, ha continuado, en un mensaje en el que ha vuelto a hacer mucho hincapié en la vacunación como principal herramienta contra la pandemia. Además, ha señalado que hay que seguir el resto de recomendaciones para evitar contagios: mantener la distancia social y utilizar la mascarilla.

Todo esto con un fin, ha enfatizado Von der Leyen: ganar tiempo para que aumente el porcentaje de población vacunada. Sus palabras también contenían un llamamiento a investigadores y fabricantes de vacunas para que adapten “cuanto antes” este remedio a las mutaciones que se están observando. No obstante, la nueva variante ya ha llegado a Europa, pues las autoridades belgas ya han comunicado un caso en el país.

El objetivo de la Comisión, explican sus portavoces oficiales, es que “los Estados miembros reaccionen rápido y adopten medidas lo más rápidamente posible”. Representantes de los Veintisiete se reunieron a primera hora de la tarde de este viernes para estudiar la propuesta de la Comisión Europea para activar el “freno de emergencia”, que permite cerrar la frontera exterior con determinados países en donde se localizan variantes de interés o preocupantes. Bruselas tomó la iniciativa en respuesta a la petición de varios Estados miembro de dar el paso en esta dirección y la cuestión ha recibido el apoyo del resto de socios en una reunión celebrada en la capital comunitaria en el marco del Dispositivo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR) a nivel técnico y de embajadores. En la misma reunión se ha acordado, según fuentes diplomáticas, que los residentes europeos o familiares que se encuentren en estos países puedan regresar a la Unión Europea mostrando un test negativo de covid y guardando un periodo de cuarentena.

Tanto Sudáfrica como el resto de países que componen la región son ya considerados por la Unión Europea Estados de riesgo sanitario por la pandemia y, por tanto, las personas procedentes de la zona solo podían acceder a los Estados miembros si justificaban su viaje (pasajeros en tránsito) o la actividad que desarrollan les permite moverse (personal sanitario, temporeros, diplomáticos, marinos, estudiantes). El Gobierno sudafricano considera “precipitadas” las restricciones de vuelo, en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no ha establecido los pasos a seguir. “Nuestra preocupación inmediata es el daño que esta decisión causará a la industria y los negocios turísticos de ambos países”, dijo en referencia al Reino Unido la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricana en un comunicado.

El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, durante una rueda de prensa este viernes.Vídeo: EPV

Alemania declarará formalmente a lo largo del día a Sudáfrica como un área de variante de virus de forma que a partir de esta noche las aerolíneas solo podrán transportar desde allí a ciudadanos alemanes. Además se aplicarán 14 días de cuarentena para todos, incluidos los que hayan sido vacunados. Países Bajos prohíbe el aterrizaje de vuelos procedentes de países del sur de África desde este viernes a las doce del mediodía. Los viajeros que ya han llegado de esos países tendrán que hacer cuarentena y someterse a dos pruebas diagnósticas. Francia ha suspendido los vuelos procedentes de Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Eswatini de forma inmediata y por un mínimo de 48 horas. Italia prohíbe desde este viernes la entrada en el país a las personas que hayan estado en los últimos 14 días en estas seis naciones africanas.

“Llevará unas pocas semanas entender qué significa esta variante”, ha asegurado este viernes Christian Lindmeier, portavoz de la Organización Mundial de la Salud. La OMS mantiene esta mañana una reunión de urgencia para determinar si hay que considerar a esta variante como de interés o de preocupación. Los análisis previos muestran que tiene un alto número de mutaciones que requieren un estudio. Los científicos necesitan entender cuánto más transmisible es esta variante y cómo impactará a los diagnósticos y la efectividad de las vacunas. “Estamos agradecidos a los expertos en Sudáfrica. La detección de esta variante significa que los sistemas de alerta funcionan. La transparencia de estos hallazgos es muy importante”, ha señalado Lindmeier.

El jueves la Comisión recomendó una dosis de refuerzo de la vacuna a los Estados miembros. Su consejo consiste en limitar el periodo de validez del certificado de vacunación a nueve meses, lo que obligaría a recibir un tercer pinchazo a partir de ese plazo para obtener el documento que permite viajar sin restricciones por la UE.

Este viernes Bélgica ha confirmado el primer caso de la nueva variante del coronavirus en Europa en una persona no vacunada que viajó desde el extranjero. Antes de conocerse, las alarmas sobre la nueva variante ya habían saltado en Europa cuando el bloque se encuentra en medio de una nueva ola de la pandemia, que golpea especialmente a aquellos países con tasas de vacunación más bajas. “Lo último que necesitamos es una nueva variante que cause aún más problemas”, ha dicho el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn. Las autoridades sanitarias alemanas han notificado este viernes un nuevo récord de casos diarios, con 76.414 contagios, y alertan de que los ciudadanos no parecen ser conscientes de la gravedad de la situación, porque no han cambiado su comportamiento pese a las advertencias. “¿Cuántas personas más tienen que morir?” se ha preguntado Lothar Wieler, el jefe del Instituto Robert Koch (RKI), esta mañana. ”¿Qué número de muertes nos convencería de que la covid-19 no es una enfermedad menor?”, ha insistido dirigiéndose a los millones de alemanes que siguen sin vacunarse.

En el caso del Reino Unido, el Ejecutivo británico ha abogado por actuar con celeridad. El ministro de Transporte, Grant Shapps, ha explicado: “Es importante que nos aseguremos de que actuamos de manera inmediata, y al hacerlo ralentizamos las cosas en cuanto a una potencial entrada (de la variante) en el país”. Con esa medida, se espera que los científicos puedan tener “tiempo” para “que puedan trabajar en la secuenciación del genoma, que implica hacer cultivos y lleva varias semanas” y así averiguar lo “preocupante” que “es esta variante particular”, ha asegurado Shapps en unas declaraciones recogidas por Efe. Marruecos también ha prohibido la entrada de viajeros procedentes de países del sur de África y suspenderá desde el domingo las conexiones aéreas y marítimas con Francia.

Las mutaciones del virus inicial pueden volverlo más contagioso hasta convertirlo en dominante. Fue el caso de la variante delta, descubierta inicialmente en la India y que, según la OMS, redujo al 40% la eficacia de las vacunas contra la transmisión de la covid-19. Por ahora, los científicos sudafricanos desconocen si las vacunas existentes son eficaces contra esta nueva forma del virus.

“Es una variante a seguir, y es preocupante”, destacó la jefa de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove. “No conocemos mucho de esta variante aún, sabemos que tiene un alto número de mutaciones, y la preocupación es que ello afecte al comportamiento del virus”, destacó Van Kerkhove, en referencia a que pueda cambiar su capacidad de transmisión, o la efectividad de tratamientos, diagnósticos y vacunas contra el coronavirus. “Llevará unos días ver qué impacto puede tener y el potencial de las vacunas ante la variante”, subrayó la experta, quien también indicó que un grupo de asesores de la OMS celebrará un encuentro este viernes para analizarla. “No hay motivo para la alarma, pero hay que ver qué significa”, afirmó Van Kerkhove.

La vacunación en los dos países africanos donde se ha detectado hasta ahora la nueva variante es muy baja en comparación con los países más ricos. En Botsuana, solo el 19% de la población está completamente inmunizada y un 17% más tiene una dosis. En Sudáfrica, un 24% tiene la pauta completa y un 4% más tiene una dosis, según los datos recogidos por la web Our World in Data.

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