Hungría rompe filas con la UE y aprueba la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus
Budapest, que critica la “lentitud” de Bruselas, compra dosis del fármaco para un millón de personas
Hungría ha aprobado el uso de emergencia de la vacuna Sputnik V y se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en dar luz verde al fármaco ruso. Con el acuerdo de compra de dosis para un millón de personas, el Gobierno del ultraconservador Víktor Orbán, que ha criticado duramente a Bruselas por su “lentitud” en la distribución de las inmunizaciones compradas en la cesta conjunta, rompe filas con la UE y aumenta la presión sobre la estrategia común. La Sputnik V, que ya ha recibido autorización en otros 12 países aparte de Rusia, no tiene la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento; de la UE solo se podrá poner en Hungría.
Víktor Orbán, un político ultranacionalista que ha criticado la ideología liberal y se ha convertido en el socio díscolo de la UE, tiene muy buenas relaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin, al que le unen otros acuerdos comerciales. El líder húngaro se moviliza a un año de unas elecciones que pueden ser clave con la compra de la Sputnik V. Además, Budapest está negociando con China la adquisición de Sinopharm. Una estrategia parecida a la que ha iniciado México. Esta es la primera vez desde hace años que Orbán, que lleva cuatro mandatos en el poder, ve temblar los cimientos de su Gobierno por la intención de unirse de los principales partidos de la oposición; también por la previsión de recesión económica del 6,4% para 2020 que quiere remontar este año.
Este viernes, el primer ministro húngaro volvió a cargar contra Bruselas por “los retrasos” en autorizar la vacuna elaborada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que también ha recibido este jueves luz verde en Hungría. “Los húngaros no necesitan una explicación, sino vacunas”, ha dicho Orbán en la radio estatal húngara. “Nuestros ciudadanos no van a morir porque Bruselas tarda en comprar la vacuna. Necesitamos la vacuna porque esto significa vida”, ha remarcado.
Hungría, de 9,8 millones de habitantes, acumula 11.700 muertos por la covid-19. Como a sus vecinos del Este, la segunda ola de coronavirus le ha golpeado también con fuerza. Aunque ha ido bajando de los 6.000 infectados registrados el mes pasados a menos de 2.000. Unas 139.000 se han vacunado ya con las dosis recibidas de Pfizer y BioNTech y Moderna (solo han llegado 165.000 de los 4,4 millones que corresponden a Hungría de la compra conjunta europea).
El Instituto Nacional de Farmacia y Nutrición de Hungría, que ha estado haciendo sus propios análisis a la vacuna rusa desde el mes pasado, dice que ha otorgado una autorización de seis meses para la Sputnik, que podría extenderse por otros seis meses. Los lotes de la principal vacuna rusa, la primera en registrarse en el mundo, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, empezarán a llegar a Hungría en unas semanas. La inmunización, basada en el adenovirus humano del resfriado, consta de dos dosis (con dos vectores distintos) y tiene una eficacia de algo más del 90%, según los resultados preliminares, aunque todavía no ha publicado sus estudios.
La Sputink V se distribuirá en tres etapas, según ha explicado el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, de visita en Moscú, donde se ha reunido con su homólogo y otros altos cargos rusos y ha dado las últimas puntadas al acuerdo.
“Esta decisión es muy importante, ya que demuestra que la seguridad y la eficacia de la vacuna [rusa] son muy apreciadas por nuestros socios en Hungría”, dijo el jueves Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), el fondo estatal soberano que ha financiado el desarrollo y la comercialización de la Sputnik V. Rusia confía en el fármaco para devolver a la ciencia rusa al primer nivel y también está empleándolo en su geoestrategia y diplomacia.
Hungría se une a Argentina y Bielorrusia (que ya empezaron a vacunar), Venezuela, Serbia y otros países que ya han aprobado de emergencia la principal vacuna rusa —el gigante euroasiático está desarrollando otras dos—. También el jueves Emiratos Árabes dio luz verde a la vacuna, que ya ha logrado preacuerdos de venta con países como Bolivia, Brasil y México. América Latina es uno de los grandes mercados en los que se enfoca la Sputnik V, que quiere sacar ventaja de su precio más barato —menos de 20 dólares por las dos dosis— que sus principales competidoras la inyección de Pfizer y BioNTech y Moderna —entre 14 dólares y 18, por dosis—, las dificultades logísticas menores y también de la escasez.
Sin embargo, Rusia se enfrenta a problemas de fabricación para cumplir sus objetivos y ya ha externalizado la mayoría de la producción del fármaco para sus mercados exteriores en países como India, China o Corea del Sur. El RDIF ha eludido precisar, no obstante, dónde se producirán las dosis que irán a parar a Hungría. A Argentina se enviaron vacunas elaboradas en Rusia. Las autoridades aseguran que en el país euroasiático (145 millones de habitantes) se ha vacunado a casi dos millones de personas, aunque los informes regionales arrojan una cifra más baja.
Camino europeo
Con su autorización en Hungría, la Sputnik V pone un pie en la UE, donde aspira a vender a más países. Esta semana, el RDIF solicitó asesoramiento científico a la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Un paso previo a la petición de registro de la vacuna, según precisa en un correo electrónico un portavoz de la EMA.
La Sputnik V podría tener también buenas cartas en otros países de la UE. Este jueves, la canciller alemana, Angela Merkel, comentó que había ofrecido apoyo alemán para desarrollarla y que si contase con la aprobación de la EMA para su uso, también podrían participar en su producción. “Más allá de todas las diferencias políticas [con Rusia], que actualmente son grandes, podemos trabajar juntos en una pandemia, en un área humanitaria”, dijo Merkel.
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