La UE acuerda aislar las zonas de máxima propagación del virus
La autoridad sanitaria europea pide a los países que preparen sus hospitales “para una nueva escalada” ante el contagio de las nuevas variantes de la covid
Alerta general. La Cumbre Europea de este jueves ha marcado el inicio de un endurecimiento de las restricciones a la libertad de movimientos dentro de la Unión Europea, como vía para intentar frenar la propagación de las nuevas variantes del virus. La decisión llegó después de que el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) elevara ayer el nivel de alarma ante las nuevas cepas y recomendase restringir al máximo la movilidad, evitar viajes “no esenciales” y pedir a los países que preparen sus sistemas sanitarios para una previsible escalada de casos.
Nada más acabar la cumbre, países como Francia y Bélgica anunciaron ya nuevas medidas para impedir el paso a los viajeros procedentes de zonas de máximo riesgo. La reunión telemática de los presidentes de Gobierno de la Unión, convocada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que concluyó cerca de las once de la noche, aspiraba a coordinar una respuesta común ante la propagación de estas nuevas variantes y evitar una situación caótica como la vivida durante la primera oleada.
Las capitales europeas se comprometieron a crear una nueva categoría de zonas epidemiológicas especialmente afectadas (de color rojo oscuro en el semáforo que elabora el ECDC) en las que será posible restringir los movimientos no esenciales. La decisión final recaerá sobre los Estados miembros, pero será la Comisión Europea quien elabore en los próximos días la arquitectura para poder limitar los movimientos. Estos no afectarán necesariamente a las fronteras de los países, sino que se podrán aislar zonas con similar situación epidemiológica, que podrán involucrar a dos o más países, y deberán respetar la libre circulación de trabajadores esenciales y el paso de mercancías básicas.
Tanto el presidente del Consejo, Michel, como la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, expresaron la importancia de que las restricciones puedan “reforzarse” con “medidas puntuales” en caso de necesidad ante una situación que calificaron de “preocupante” por el temido avance de las mutaciones.
En su informe de riesgos el ECDC considera “muy alta” la probabilidad de “introducción y de propagación comunitaria” de las nuevas variantes británica, sudafricana y brasileña de coronavirus en la UE “debido a su mayor transmisibilidad”. Y alerta de la posibilidad de que crezca el número de infecciones, lo cual podría poner en aprietos los sistemas de salud, tal y como está ocurriendo en el Reino Unido.
“Estamos viendo cómo se deteriora la situación epidemiológica en las zonas donde se encuentran las variantes más transmisibles del virus”, advirtió este jueves Andrea Ammon, directora del ECDC. “El aumento del número de infecciones provocará un incremento de las tasas de hospitalización y mortalidad en todos los grupos de edad, especialmente en los de mayor edad o con comorbilidades”.
El aviso del organismo llega en un momento de impasse en el que la transmisión es “generalizada”, pero con la mayoría de países “experimentando tasas de casos estables o en descenso”. Los números absolutos de infecciones son elevados, y crecen en los grupos de mayor edad, las tasas de mortalidad también se encuentran en ascenso, y también los ingresos hospitalarios y de UCI en un tercio de los países, según los últimos datos del ECDC, hasta el 17 de enero.
Ya desde la semana pasada, el ECDC ha estado alertando de que en 13 países se han observado tasas crecientes de infecciones, más del doble que en los siete días anteriores. Y avisaba de que iría “en aumento en las próximas semanas”.
El informe sobre las nuevas variantes recoge esa preocupación, recomienda evitar viajes no esenciales y reclama a los países que preparen “sus sistemas sanitarios para una nueva escalada”, el aumento de su capacidad de secuenciación de nuevas mutaciones y que se acelere la vacunación de personas de riesgo y de trabajadores clave, cuestiones que también han apoyado los líderes en la cumbre
Cierres quirúrgicos
Hans Kluge, director para Europa de la Organización Mundial de la Salud, considera acertada una intervención en fronteras quirúrgica frente a un veto tajante a los movimientos. “El cierre de fronteras para frenar las nuevas variantes solo tiene sentido nada más identificarse la variante y cuando su transmisión es local”.
La cita virtual de ayer, la primera cumbre de 2021 sobre la pandemia, se convirtió en el foro para debatir una batería adicional de medidas para intentar contener la escalada antes de que sea demasiado tarde. Entre ellas, los Estados miembros acordaron aceptar la recomendación de reforzar el uso de los test de antígenos rápidos y el reconocimiento mutuo de los resultados de las pruebas PCR en todos los países miembros. Y los Veintisiete mostraron unanimidad en acelerar los programas de vacunación. El presidente español, Pedro Sánchez, que defendió mantener las fronteras abiertas, apoyó la creación de un certificado de vacunación para los inmunizados.
Certificados de vacunación y campañas más ágiles
“La Comisión solo ha querido fijar un objetivo ambicioso. Lo intentaremos todos juntos. Pero al final, son los ministerios de Sanidad de cada Estado miembro los que tienen que marcar su propio rumbo”, aseguraba una fuente diplomática antes de la cita.
Hans Kluge, director para Europa de la OMS, cree que la prioridad debe ser “mantener una progresión homogénea paneuropea en la cobertura de las vacunas, con igual acceso en todos los países”. Ese ha sido el objetivo de la Comisión desde que lanzó las compras conjuntas para evitar que ningún socio se quedase descolgado. “Permanecer unidos los 27 en las vacunas ha sido la mejor elección”, recordó el miércoles Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión, que presumió de haber asegurado la “mayor cartera de vacunas del mundo”.
Otra de las cuestiones a tratar es la de los certificados de vacunación, una discusión que ha ido ganando terreno en Bruselas empujada por los países que miran ya a la campaña de turismo del verano y cuya negociación se encuentra aún en fase embrionaria. “La intención es empezar a trabajar en ello”, según una fuente de la UE.
Pero el debate es aún prematuro, ya que es escaso el porcentaje de población vacunada y todavía quedan incógnitas: “Aún no sabemos si la vacunación implica que ya no eres portador del virus”, según esta fuente.
En esa misma línea, Kluge considera “muy prematura” la posibilidad del llamado pasaporte para las personas vacunadas, pero considera que, con el tiempo “veremos que esos certificados se convierten en parte de la documentación imprescindible para viajar, como el DNI o el pasaporte”.
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