Las autonomías descartan la apertura de las escuelas para niños de 0 a 6 años este curso

Los consejeros de Educación autonómicos han manifestado este jueves en la conferencia sectorial celebrada con el Ministerio de Educación que no van a abrir los centros de educación infantil (para menores de cero a seis años) en lo que queda de curso, ya que no creen que sea posible mantener las medidas de seguridad en niños de esa edad. Los consejeros han rechazado así la propuesta realizada hace dos semanas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dentro del plan de desescalada, en el que se incluyó que las regiones que entren en la fase 2 (como pronto el próximo 25 de mayo) podrán contemplar que los alumnos de infantil cuyos padres no puedan teletrabajar vuelvan a las aulas.

“Mientras no haya una vuelta a la normalidad en lo económico, en lo laboral es evidente que va a haber problemas de conciliación. Habrá casos en los que padres y madres vayan a trabajar y no tengan la capacidad de dejar a sus hijos [con alguien a cargo]. Con los abuelos no pueden porque es un colectivo de riesgo”, dijo Sánchez el 29 de abril.

Sánchez: "Las clases no empezarán hasta septiembre"

Todos los consejeros autonómicos que han participado en la reunión por videoconferencia con la ministra de Educación, Isabel Celaá, han descartado que vayan a abrir las aulas de infantil de los centros públicos y tampoco lo harán con los de educación especial, por las dificultades para mantener la distancia física entre los alumnos. Euskadi, que ha intervenido muy poco en la reunión, presentó la semana pasada su plan de reapertura en el que sí contempla abrir las escuelas infantiles para los niños de 0 a 2 años.

“Todavía no tenemos un protocolo ni sabemos cómo resolver los problemas que genera la manipulación de objetos. Es un asunto que necesita más estudio y no queremos precipitarnos”, ha explicado a este periódico la consejera de Educación de Canarias, María Guerra, que ha señalado que en su comunidad ya están estudiando fórmulas como las propuestas este miércoles por la Asociación Española de Pediatría, que consideran que los niños de 0 a 6 años deberían ser los últimos en incorporarse a las escuelas, y, de hacerlo, sería en grupos separados de cinco con un cuidador a su cargo. “Hay que buscar otros mecanismos que permitan la conciliación, más allá de las escuelas. La vuelta a los centros va a ser escalonada, con diferentes turnos y a distancia. Va a generar problemas”, ha añadido Guerra.

Celaá ha señalado que pese a las recomendaciones que realiza el Gobierno sobre la desescalada, en materia educativa las competencias siguen siendo de las comunidades y, por tanto, suya es la decisión de cómo proceder en la reapertura de los centros. En el marco del estado de alarma el Ministerio de Sanidad puede ordenar el cierre de los centros por motivos de salud pública, pero sobre la reapertura lo único que hace es permitirla. Celaá ha recordado que la orden ministerial del 9 de mayo respecto a la fase 1, en la que se regula que la apertura de los centros para acondicionarlos sin presencia de alumnos, se establece que: “Podrá procederse a la apertura de los centros educativos para su desinfección y acondicionamiento y para la realización de funciones administrativas”, siempre que las autonomías lo consideren oportuno.

Aunque los Gobiernos autónomos han rechazado en bloque la reapertura de los centros de infantil públicos, es posible que los privados sí abran en la fase 2, siempre y cuando cumplan con las estrictas medidas de seguridad que establezca el Ministerio de Sanidad, que todavía están por definir.

En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, está prácticamente descartado que ninguna escuela infantil privada abra antes del final de curso, a mediados de junio, porque la Generalitat está pagando el bono infantil de todos los alumnos como si los centros estuvieran funcionando, por lo que es improbable que ninguno de estos centros les valga la pena abrir para pocos alumnos (en ese caso solo cobrarían de la Generalitat el bono infantil de los alumnos que efectivamente vayan).

Se trata de la tercera ocasión en la que las autonomías y el ministerio se reúnen telemáticamente para abordar la reapertura de las escuelas ante la pandemia del coronavirus. “En el momento en el que se active la fase 2 de desescalada nos encontraremos en un contexto de emergencia sanitaria y no en una nueva normalidad. Esta nueva normalidad llegará de cara al próximo curso”, ha señalado la Consejería de Educación de la Comunidad Valencia en un comunicado. “Es por eso que ahora, con las diferentes fases de desescalada que se generan, no se pueden garantizar en este tramo educativo las medidas de seguridad básicas como son la distancia social necesaria entre el alumnado de estas edades y sus profesores y educadores”, han añadido.

En el caso de Murcia, donde las escuelas infantiles públicas tampoco abrirán hasta septiembre, las privadas sí podrán hacerlo. “La Consejería de Salud dará en breve una serie de indicaciones, ya que está en contacto con el Ministerio de Sanidad para recibir las recomendaciones", han señalado en un comunicado, en el que han cuestionado el criterio del Gobierno para establecer la vuelta hasta los seis años para permitir la conciliación. “Es discriminatorio, ¿qué pasa con los mayores de seis?”, ha lanzado la consejera de Educación, Esperanza Moreno. “En estos momentos hay que garantizar la seguridad de docentes y alumnos y eso es lo que ha primado a la hora de tomar esta decisión”, ha añadido.

La Comunidad de Madrid, que ha mostrado una actitud más combativa, ha solicitado al ministerio los informes sanitarios que avalan la vuelta a las clases presenciales en infantil.

Tal y como han confirmado a EL PAÍS fuentes de diferentes consejerías, la decisión respecto a infantil y educación especial se debe a “las características específicas" que presenta ese alumnado, que en el caso de los de especial son, además, en muchos casos población de riesgo en el contexto de pandemia y necesitan intervención directa y contacto regular.

El resto de etapas

Las comunidades tienen visiones distintas sobre qué hacer en el resto de etapas en las que el Gobierno permite volver a las aulas a partir de la fase 2. La mayoría de ellas (las nueve gobernadas por el PSOE, así como Cantabria, Galicia y Euskadi, que ya ha anunciado su plan) están a favor de organizar actividades de refuerzo, como planteó el Ejecutivo central, para los alumnos de segundo de Bachillerato, Formación Profesional y 4º de la ESO. Se tratará de una vuelta voluntaria para preparar la selectividad y las pruebas de final de etapa, y para que los alumnos sin Internet o dispositivos digitales en casa puedan avanzar. Estas regiones darán margen a los centros para que decidan qué actividades programarán. En ningún caso serán clases normales ni se abandonará el modelo online; se combinarán ambos modelos.

De esta línea general se han apartado las del PP (salvo Galicia), en distinto grado. Andalucía ha manifestado que sus alumnos no volverán a las aulas hasta septiembre, aunque en julio prevé hacer programas de refuerzo estival como el que hizo en 2019. Castilla y León y Murcia han señalado que su regreso se centrará, sobre todo, en los alumnos que están preparando la selectividad. Y Madrid ha protagonizado un fuerte choque con el Ministerio de Educación y no ha llegado a concretar qué etapas considera que deberían volver.

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