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Los efectos en el corazón del embarazo se mantienen después del parto

El 75% de las gestantes que han sufrido problemas no se someten a controles tras el parto

Ecografía a una mujer embarazada.
Ecografía a una mujer embarazada.massimiliano minocri

Diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo, tabaquismo... La creciente prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en los últimos años ha incrementado el número de mujeres embarazadas en riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Durante la gestación la mujer está protegida y cuidada para garantizar su salud pero, ¿qué ocurre después? “Parece que con el parto todo acaba, pero la mujer que tiene diabetes o algún otro problema cardiovascular sigue necesitando un control tan importante o más que durante el embarazo”, ha afirmado Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

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Además, aunque la mujer no haya presentado previamente factores de riesgo cardiovascular, estos pueden desarrollarse durante el embarazo y mantenerse una vez finalizado el mismo, con repercusiones en la salud durante toda la vida. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo, la SEC, junto a las Sociedades Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Ginecología y Obstetricia (SEGO), Endocrinología y Nutrición (SEEN), Diabetes (SED) y para el Estudio de la Obesidad (SEEDO-SEO), han presentado este miércoles en la Casa del Corazón el proyecto Riesgo vascular a partir del 4º trimestre, con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de controlar los factores de riesgo para el corazón una vez finalizado el embarazo. 

El 9,2% de las mujeres desarrolla diabetes gestacional, y entre el 6% y el 8% sufre trastornos hipertensivos durante el embarazo. Estas patologías, junto a la preeclampsia y la eclampsia (subida de la presión arterial con daños hepáticos y renales que pueden acabar en convulsiones) o el parto pretérmino pueden resentir el corazón de las mujeres, también, tras el parto. "El embarazo es una prueba de esfuerzo fisiológica para cualquier mujer, en la que se produce una hipertrofia en el corazón para llevar la sobrecarga que supone tener una vida dentro. Esto supone que algunas mujeres propensas genéticamente pueden desarrollar problemas cardiovasculares durante este periodo, que pueden continuar después", ha señalado la Almudena Castro, cardióloga del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y coordinadora del Grupo de Trabajo de Diabetes y Obesidad de la SEC. 

A su vez, las pacientes con pérdida gestacional precoz también entran en este grupo de riesgo que se produce en el, denominado en el proyecto, cuarto trimestre. "Especialmente aquellas que han tenido abortos recurrentes, es decir, tres o más. Según un estudio reciente que incluye a cerca de un millón de mujeres seguidas durante 35 años, el parto pretérmino espontáneo es un factor de riesgo independiente, que puede incluir el incremento de enfermedad isquémica, de infarto o ictus", ha explicado María Goya, obstetra del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, y secretaria del Grupo Español de Diabetes y Embarazo de la SEGO. 

Falta de seguimiento tras el parto

A pesar de estos datos, el 75% de las mujeres que ha desarrollado complicaciones durante el embarazo no se somete, una vez ha finalizado, a seguimiento médico. "El problema es que las mujeres creen que una vez han parido a sus hijos ha terminado el problema y, tanto los profesionales dejan de tener conciencia de que este es un factor de riesgo asociado a estas mujeres, como ellas se olvidan de que tienen un riesgo mayor y no se cuidan como deberían", ha añadido Castro. 

Para evitar la falta de seguimiento tras el parto y reducir los factores de riesgo, los expertos han señalado una serie de puntos que consideran claves: promocionar la figura de matronas personalizadas; mantener la lactancia materna al menos seis meses; realizar un abordaje familiar de hábitos de vida saludables, que incluye seguir una dieta variada y equilibrada; practicar ejercicio físico de intensidad moderada de forma regular; abandonar el tabaco; planificar la anticoncepción postparto, retrasando un futuro embarazo hasta que se controle el peso; establecer los reconocimientos médicos en las empresas como fundamentales para hacer cribados; y añadir a estas pacientes como grupo de riesgo en las diferentes guías de práctica clínica. 

"Tradicionalmente, no hay un protocolo de seguimiento, incluso aunque se haya tenido algún problema durante el embarazo. Tras el parto, todos los esfuerzos se destinan al bebé y las madres pasan a un segundo lugar en términos de cuidados para la salud", ha resaltado Vicente Pallarés, coordinador del Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular de Semergen. Mientras, Irene Bretón, también presente en la presentación, ha recalcado que, entre otros riesgos, "una de cada dos mujeres con diabetes gestacional podrá desarrollar una diabetes tipo 2 en un plazo de 5 a 10 años". Por esto, "después del parto, es necesario continuar el seguimiento, mantener un estilo de vida saludable y controlar el peso, algo que no siempre se lleva a cabo".  

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