El juez fija una fianza de un millón de dólares para R. Kelly, acusado de abusar sexualmente de tres menores
Los fiscales han asegurado en una audiencia en Chicago este sábado que tienen muestras de ADN tomadas de una de las víctimas que coinciden con el del cantante
El juez del condado de Cook (Chicago) John Fitzgerald Lyke ha fijado este sábado una fianza de un millón de dólares (unos 882.000 euros) para el cantante estadounidense R. Kelly, procesado por diez cargos de abuso sexual, durante una audiencia en este tribunal. El compositor, de 52 años, está acusado de abusar sexualmente de cuatro personas, entre ellas tres menores, entre 1998 y 2010. Los fiscales han asegurado que tienen muestras de ADN tomadas de una de las víctimas que coinciden con el de Kelly. Además, han apuntado que hubo una coincidencia preliminar del semen obtenido de una camiseta de una segunda víctima, que tenía menos de 17 años.
El cantante del género R&B, autor de la famosa canción I Believe I Can Fly, fue detenido en la noche de este viernes. En la audiencia de este sábado, el juez también ha ordenado a Kelly que no tenga contacto con ningún menor de 18 años ni con ninguna de las presuntas víctimas. Además, también ha pedido al músico que entregue su pasaporte. Pese a que la fianza es de un millón de dólares, Kelly puede salir de prisión si paga un 10% del montante, es decir, 100.000 dólares (unos 88.000 euros).
Robert Sylvester Kelly, su nombre real, fue acusado en 2002 de filmar actos sexuales entre él y una niña de 14 años, pero finalmente fue absuelto en 2008. El músico, además, se casó brevemente en 1994 con la joven estrella Aaliyah, de 15 años, cuyos padres cancelaron posteriormente el matrimonio. La cantante y actriz falleció años más tarde, en 2001, en un accidente aéreo.
El nombre de R. Kelly saltó otra vez a los medios tras la emisión a principios de este año de la serie documental Surviving R. Kelly (Supervivientes de R. Kelly, en su traducción al español) en el canal Lifetime. Varias mujeres denunciaban la conducta sexual del cantante en la producción y lo implicaban en múltiples agresiones sexuales contra menores de 16 años. La compañía discográfica Sony Music rescindió entonces el contrato que tenía con el músico.
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