_
_
_
_
_

Sanidad denuncia a la Fiscalía la venta de falsos remedios para el autismo

El MMS es una lejía diluida que no ha demostrado ningún valor y tiene importantes riesgos

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, durante su intervención en la Comisión de Sanidad del Senado.
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, durante su intervención en la Comisión de Sanidad del Senado. Javier Lizón (EFE)
Más información
Donde la berenjena cura el cáncer y la lejía trata el autismo
La Generalitat sancionará a los organizadores de un congreso pseudocientífico sobre autismo
El falso medicamento que querían promocionar en Alicante

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha anunciado esta mañana que su departamento iba a presentar hoy una denuncia ante la Fiscalía para que actúe contra quienes venden un falso remedio contra el autismo. Carcedo se refiere al MMS, un producto que se usa industrialmente como blanqueante (es un hipoclorito, el mismo tipo de molécula que la lejía). La ministra ha explicado que actúa después de recibir más de 136.000 firmas recogidas por el Comité para la Promoción y Apoyo de la Mujer Autista. La consulta se basa en que en 2010 la Agencia Española del Medicamento prohibió su uso al constatar su potencial riesgo para la salud, por lo que Sanidad pide que se investigue a quienes siguen publicitándolo por un posible delito sontra la salud pública.

El MMS, solución mineral milagrosa, "no es más que una lejía diluida, un blanqueante industrial y desinfectante", explica Emilio Molina, de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). "Lleva difundiéndose varias décadas. Empezó en Estados Unidos y su promotor, Jim Humble, incluso montó una secta para promocionarlo", dice. "Aparte de que no ha demostrado ninguna eficacia, tiene graves riesgos de problemas gastrointestinales, úlceras... Hay pacientes que creen que están expulsando parásitos, y son restos de los intestinos que se corroen. En el fondo, se le pueden aplicar los mismos efectos adversos que a la lejía", añade. 

En España, el mayor promotor de esta y otras pseudoterapias es Josep Pàmies, muy popular en Cataluña. "Quizá por a distancia en Madrid ha llegado menos", dice una portavoz de Autismo Madrid. De hecho, el Govern catalán le ha abierto dos expedientes sancionadores por publicitar este producto en su página web y en un congreso pseudocientífico. "Es capaz de decir en la misma frase que el sida no existe y que él te vende la cura", critica Molina.

El primer expediente sancionador se puso en marcha después de que la Generalitat constatase que se publicitaban las presuntas bonanzas del MMS en la página web de Pàmies. Según este conocido divulgador pseudocientífico, este compuesto curaría el autismo, el ébola y la malaria. El segundo expediente sancionador se tramitó el pasado fin de semana cuando el Govern comprobó que Pàmies había hecho caso omiso a sus advertencias y había seguido adelante con un congreso pseudocientífico —incluso lo retransmitió a través de sus redes sociales— en el que apuntaba a que el autismo es curable con la ingesta de MMS. La Generalitat le había enviado un requerimiento para advertirle de que no podía promocionar un medicamento ilegal —así lo recoge la ley de medicamentos y productos sanitarios— y le instó a que evitase hablar sobre este compuesto en su conferencia. Pàmies dijo, en un primer momento, que suspendería el congreso pero finalmente siguió adelante con el acto y defendió el uso del MMS para tratar el autismo.

La presidenta del comité de mujeres autistas que ha promovido la protesta, Carmen Molina, cuenta que han sufrido todo tipo de ataques, por quienes defienden el producto y a sus promotores, desde tirarles la web a llamadas insultantes a casa. “Actúan como una secta”, afirma. Molina afirma que decidieron actuar porque últimamente Pàmies estaba actuando "muy a cara descubierta". "Era el momento de que las autoridades tomasen medidas", afirma.

Por teléfono, Pàmies cuenta que "está encantado" de que el ministerio de Sanidad le denuncie, informa Javier Portillo “Será un gusto acudir al juzgado. Lo estaba esperando”, sostiene, y añade que quiere que sea la propia ministra, María Luisa Carcedo, la que demuestre ante el juez que el clorito es lejía. “A ver si tiene narices”, sentencia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_