Indígenas y colonos de la Amazonía consideran la acusación “una infamia”
Los demandados por la compañía se muestran indignados por la acusación
Algunos de los 47 demandados por la petrolera Chevron llegaron este martes a Quito para exponer en un acto su reacción ante el juicio por conspiración y extorsión que ha arrancado hoy en Nueva York. En palabras de su abogado, Juan Pablo Sáez, se trata de “una injusticia y una infamia” en contra de estas personas cuyo “único delito es haber alzado la voz y haber luchado por sus derechos”.
Humberto Piaguaje, de la comunidad amazónica secopai - de la que quedan unas 600 personas - tomó la palabra como coordinador de la Unión de Afectados por las Operaciones de la Petrolera Texaco. “Me siento indignado por esa prepotencia de la empresa, por los poderes económicos que tiene. Somos gente humilde, honesta, gente que vivimos en el campo solo con lo que da la naturaleza. No es justo que Chevron pueda acusar con lo que plantea esta ley RICO. Esa ley es para los mafiosos. Nosotros no somos criminales, nosotros defendemos el derecho a la vida, el derecho a la naturaleza”.
También intervinieron personas no vinculadas al litigio como el abogado Mario Melo, que representó a una comunidad kiwcha que logró frenar la explotación petrolera en su territorio. “Estamos indignados porque la justicia de Estados Unidos quiera sentar en el banquillo de los acusados a los compañeros afectados”, dijo.
"Nosotros no somos criminales. Nosotros defendemos el derecho a la vida, el derecho a la naturaleza”
En el acto, se exhibió un pequeño documental en el que aparecían más demandados por Chevron. Indígenas y colonos de la selva ecuatoriana se presentaban con carteles que decían “acusado de extorsionar a Chevron”. Lidia Aguida, una ama de casa con educación primaria, invitaba a la petrolera a visitar la selva para evidenciar el daño que dejó. “Nosotros estamos con mal de piel, con cáncer y otras enfermedades que dejó Texaco”, decía en el video. Reynaldo Lucitante, jornalero, se mostraba incrédulo por la acusación de extorsión. “Me asombró que Chevron me acuse como a un delincuente, no somos delincuentes”, declaraba.
Durante el encuentro con los medios de comunicación, los afectados informaron de que iniciarán una campaña en Ecuador y Estados Unidos para reunir el dinero necesario para pagar el viaje para defenderse en el juicio. De momento solo uno de ellos, Javier Payaguage, está en Nueva York con un abogado patrocinador que está apoyando a los demandados.
Texaco operó en Ecuador entre 1964 y 1990 y en 2001 fue adquirida por Chevron. Hace 20 años, los ahora demandados iniciaron un juicio para denunciar la responsabilidad ambiental de la compañía. Este proceso comenzó el 3 de noviembre de 1993, en un tribunal ecuatoriano y en 2011 sentenció a la petrolera a pagar 19.000 millones de dólares a los afectados.
El fallo, sin embargo, aún no se ha ejecutado por las apelaciones de la petrolera. Los demandantes intentan ahora que los países en los que la compañía tiene activos reconozcan el dictamen ecuatoriano para proceder al embargo de sus bienes. Juan Pablo Fajardo, abogado de los afectados, explica que “se están haciendo los trámites con las jurisdicciones de Brasil, Canadá y Argentina. Las audiencias más próximas son con Canadá, para el 31 de octubre y el 1 de noviembre”.
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