Los Scouts de EE UU excluyen de su gincana anual a los obesos

No todos podrán participar en las actividades que se realizarán en la Jamboree, el gran encuentro anual de los Boy Scouts de América (BSA), considerado el acontecimiento más importante para los jóvenes y líderes de esta organización que desde este martes tiene lugar en Virginia Occidental. Cualquier niño obeso no podrá disfrutar en las más de 400 hectáreas destinadas para la gincana, una decisión que los BSA justifican por “motivos de seguridad y salud, porque este año la cita es la más física de nuestra historia” y que ha gustado poco a los padres. Los más críticos con esta medida opinan que los organizadores deberían permitir que los chicos con sobrepeso participaran, al igual que hicieron hace poco con los “niños homosexuales”.

En un comunicado, los responsables de una de las agrupaciones más numerosas de Estados Unidos, con casi cuatro millones de miembros, ha asegurado: “Requerimos a los participantes que tengan un estado físico saludable y hemos establecido unos criterios que no habíamos solicitado en ninguna edición anterior de la Jamboree”. “Queremos enseñar la importancia de llevar una vida equilibrada y sana”, añadieron desde la organización centenaria.

Para determinar los criterios, los BSA han condicionado la admisión al Índice de Masa Corporal (IMC), que se basa en calcular el rango en relación con el peso y la altura. Según esta escala, "cualquiera que supere un índice de 40, considerado obeso, no podrá participar, y todos aquellos que cuenten con un IMC entre 32 y 39,9 tendrán que aportar su historial médico para que sea revisado por el equipo de los facultativos de los BSA". "En definitiva, cualquier joven que sobrepase su peso por 45 kilos o más no podrá participar en este evento", agregaron.

En EE UU, cerca de un 17% de los menores entre los dos y los 19 años es considerado obeso –un tercio más que hace una generación–, según datos del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés). "Los datos del país son escalofriantes. Lo que sin ninguna duda deseamos con esta medida es que los Scouts disfruten del aire libre y se desafíen en cada paso. Estamos hablando de la importancia de las tres c: corazón, carácter y ciudadanía. Y es algo que queremos enseñar estos días", afirman los responsables de los BSA.

Desde este martes, los Scouts sabrán el porqué de estos requisitos. Además de disfrutar y divertirse, durante estas jornadas se van a llevar a cabo pruebas físicas en las que se requiere un gran esfuerzo, como, por ejemplo, andar más de cinco kilómetros hasta la cima de una montaña donde les espera una suntuosa barbacoa.

El plan de actuación incluye una guía de procedimientos de seguridad. Los líderes quieren asegurarse de que el ejercicio no lleva al cansancio, al desmayo de los participantes o a situaciones peores. En 1997, un Scout falleció tras un atropello, según The Huffington Post. En 2005, cuatro líderes adultos de los BSA murieron debido a un accidente eléctrico durante la Jamboree; ese mismo año, el calor fue tan intenso que más de 300 participantes cayeron enfermos.

La Jamboree, creada en 1937 y a la que cada año acuden unos 30.000 jóvenes de entre 12 y 20 años y sus líderes, dura 10 días en los que se suceden distintas actividades como senderismo, kayac, escalada y bicicleta de montaña. Hasta 2010, esta concentración se celebraba cada cuatro años.