El Rey insta a los becados de la Caixa a volver a España tras terminar los estudios

Jóvenes, brillantes y ambiciosos. Así son los 120 españoles que volarán este año al extranjero para cursar un posgrado subvencionado por la Obra Social La Caixa, tras haber superado una selección entre 1.777 candidatos. El acto de entrega de las becas se ha celebrado este miércoles en el Caixa Forum de Madrid, y ha sido presidido por los Reyes, el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, el presidente y el director general de La Caixa, Isidro Fainé y Juan María Nin, y el director general de la fundación, Jaime Lanaspa.

Fainé ha presentado el acto haciendo hincapié "en las difíciles circunstancias" que sufre nuestro país, "que hacen más necesaria que nunca una apuesta para la educación”. El presidente de la institución ha remarcado que el programa de posgrado internacional de La Caixa representa una “prioridad social", y que el talento “no tiene fronteras”. Asimismo, el Rey, que ha entregado las becas a cada uno de los estudiantes, ha recordado el esfuerzo realizado por el ente en un año tan difícil, pero ha instado a los jóvenes talentos a regresar tras terminar sus estudios: “Volved, volved, os esperamos con los brazos abiertos”.

La fundación ha concedido 63 becas en Europa, 45 en Estados Unidos, cinco en Canadá y siete en Asia

El programa de posgrado internacional de La Caixa ya ha formado a 1.626 estudiantes desde su primera convocatoria en 1982. El número de candidaturas ha ido aumentando en los últimos años, hasta triplicarse en esta última edición en comparación con 2007. Reflejo de la notoriedad alcanzada por el programa y quizás también de la crisis que mantiene sin trabajo a casi un 60% de los jóvenes españoles. “Mucha gente decide seguir estudiando por miedo a no encontrar trabajo, pero la crisis ha pegado también fuera del país”, cuenta Alejandra Garrido, madrileña de 23 años galardonada con una beca para cursar un doctorado en Matemáticas en la Universidad de Oxford. Para ella hubiera sido muy difícil estudiar en el extranjero con el solo apoyo económico de su familia, y la ayuda proporcionada por la fundación cubre la totalidad de los gastos de la estancia en una universidad extranjera. También Bingen Cortázar, ingeniero de telecomunicaciones de 24 años seleccionado para cursar un máster en Los Ángeles, confiesa que no se habría podido permitir estudiar fuera sin la subvención de La Caixa: “Es uno de los mayores impulsos para gente con un alto perfil académico y no económico”.

La Universidad de Oxford o de Los Ángeles son solo algunos de los centros educativos a los que acudirán los becados de esta 31 edición del programa de La Caixa. La fundación ha concedido 63 becas en Europa, 45 en Estados Unidos, cinco en Canadá y siete en Asia. Entre ellas figuran las Universidades más prestigiosas del mundo, como Berkley, Stanford, Harvard o la London School of Economics. Las disciplinas incluidas tocan los ámbitos más variados, desde Economía hasta Filosofía o Música: la lista está encabezada por las Ingenierías, con 21 plazas, seguida por Medicina y Ciencias de la Salud. Entre los elegidos de esta edición hay también, por primera vez, un capitán de la Guardia Civil. Fernando Bouzas tiene 30 años y ha recibido una beca para cursar un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia de Nueva York. Está convencido de que en el futuro habrá otros compañeros que aplicarán para el programa de la Caixa, ya que, asegura, el cuerpo cuenta con “gente muy preparada”.

Las difíciles circunstancias que sufre nuestro país hacen más necesario que nunca una apuesta para la educación”

El 55% de los becados son hombres y el 45% mujeres, procedentes de 34 provincias distintas y con una edad media de 26 años. La mayoría de ellos ha estudiado en universidades públicas, y ha tenido que superar una dura selección para acceder a la subvención de La Caixa. Pablo Saínz Villegas, quien fue elegido para cursar una beca en música en 2001, y que es ahora considerado uno de los grandes guitarristas contemporáneos, ha clausurado el acto tocando una pieza de Carlo Domeniconi.