Compañerismo en español
Las aulas superiores se llenan de extranjeros atraídos por la lengua
Franceses, malienses, indios... las aulas universitarias españolas se llenan de experiencias que aportan multiculturalidad y aprendizajes de doble dirección. Estas son algunas de esas vivencias.
- "Un sueño cumplido". El sueño del abogado maliense Siprien Sangare era estudiar en España. Desde que aprendió el idioma a través de los libros que le prestaban las hermanas de la congregación María Inmaculada, instaladas en su país, Sangare fantaseaba con la idea de conocer de primera mano la cultura española. Pero el camino hasta llegar a las aulas de la Escuela Diplomática, afincada en Madrid, no fue nada fácil. Después de licenciarse en Derecho Internacional en la Universidad de Malí, la madre superiora de la congregación le habló del máster interuniversitario de Relaciones Internacionales y Diplomacia del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Una vez aquí, Sangare, de 28 años, reconoce haber aprendido materias y aspectos de la realidad internacional que desconocía. Cuando el máster acabe, Sangare regresará de nuevo a Bamako. "Mi país me necesita".
- "Veo un futuro negro a la investigación en España". Padmakar Suryavanshi presentará el próximo diciembre la tesis de su doctorado en Química Orgánica en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Después de cuatro años de estudio y total dedicación, este investigador indio, de 31 años, pone fin a su formación en España. Su interés por la investigación española surgió tras la lectura de varios artículos sobre Química Orgánica firmados por el profesor de la UCM, José Carlos Menéndez. Y consiguió que le aceptara en su equipo. "He trabajado muy a gusto porque el profesor Menéndez fomenta el trabajo en equipo. En India esto es impensable porque la competitividad impregna el ambiente", sostiene. Lo que más lamenta son los recortes en la universidad. "La investigación en España tiene un futuro muy negro por los recortes".
- "Me llevo una nueva visión de la arquitectura". Janaina Imoto, estudiante de 21 años de la Universidad Pontificia Católica de Paraná (Brasil), aún no se acostumbra a los horarios de la Universidad Politécnica de Madrid, que ocupan toda la jornada. Por lo demás, esta joven estudiante de tercero de Arquitectura está encantada con su intercambio universitario. "La Politécnica me ha aportado una visión diferente de mi carrera, más centrada en lo conceptual que en lo práctico. Por ejemplo, en la asignatura de proyectos le dan mucha importancia a la forma, cosa impensable en Brasil".
- "Encontraré un buen trabajo en Latinoamérica". "Hace cinco años obtuve una beca de verano para viajar a México. Desde entonces, solo pienso en volver", sentencia Jean Baptiste Hallaire, un estudiante de la Escuela de Administración y Dirección de Empresas de Reims (Francia). El programa de este grado incluye dos años de estudio en tres universidades europeas a elegir para conseguir una doble titulación en la materia. Hallaire no dudó en escoger la Universidad Pontificia de Comillas -de carácter privado y afincada en Madrid- para mejorar su español y tener así "más oportunidades de conseguir un buen trabajo en Latinoamérica", explica el joven, natural de Burdeos. Lo que más le llamó la atención cuando llegó a Icade fue la estrecha relación entre el alumno y el profesor. "Te facilitan el trabajo, pero hay momentos en los que dificulta la resolución de los problemas por uno mismo", critica.
- "Esade desecha la competición entre sus alumnos". La financiera Federica Zanelli de 34 años acaba de volver de Shanghái, ciudad que ha visitado con sus compañeros del Executive MBA (Master in Business Administration para ejecutivos) de la escuela de negocios de Esade. Las tres estancias internacionales que oferta este posgrado fue una de las cosas que más le atrajo a la hora de elegir la escuela de negocios. "Me gusta el método de aprendizaje de Esade, porque potencia el conocimiento y desecha la competición entre sus alumnos", explica.
- Más que un máster, una aventura. Lina María Mejía está exprimiendo al máximo su estancia de un año en Barcelona. Todas las mañanas, esta licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales acude a la Cámara de Comercio Colombo Catalana donde realiza unas prácticas no remuneradas. A la una de la tarde acaba su trabajo y se dirige en bicicleta a la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. Allí asiste al máster en Estudios Internacionales, Organizaciones y Cooperación Internacional. Esta colombiana, de 27 años, también tiene una beca de colaboración con la universidad y algunos días presta sus servicios al departamento en el que se integra su curso. "Estoy muy satisfecha con el trabajo del profesorado porque, además de tener mucho nivel, está bien organizado y las clases son muy interesantes. El máster es muy dinámico, fomenta el análisis y la investigación".
- "Quisiera trabajar en México, Colombia o Chile". "Latinoamérica es una tierra con muchas oportunidades para los europeos", asegura Ula Skwarek, licenciada en Filología Inglesa y Relaciones Internacionales en la Universidad de Varsovia. En un español casi perfecto gracias a una beca Erasmus, Skwarek cuenta sus planes de futuro: "Me encantaría trabajar como analista en derecho del mar en México, Colombia o Chile". Antes de emprender su vida profesional en América, Skwarek, de 24 años, tendrá que acabar sus estudios en la Escuela Diplomática (del Ministerio de Asuntos Exteriores español) donde cursa el máster de Relaciones Internacionales y Diplomacia. A dos meses de finalizar el curso, Skwarek hace balance. La joven reconoce que cambiaría algunas cosas del plan de estudios, como el exceso de clases teóricas.
- Para dar el salto a Latinoamérica. La asignatura que más le ha gustado a Madeleine Van Wassenhove de su segundo año de carrera en la Universidad Pontificia Comillas ha sido matemáticas. La estadística y la contabilidad, sin embargo, no le han motivado mucho. "A ver qué tal se me dan el próximo curso en Reims", dice Van Wassenhove, estudiante de Administración y Dirección de Empresas de la Reims Management School (Francia) y de la Universidad Pontificia Comillas (España). La joven, de nacionalidad belga que creció en Chile hasta los 16 años, eligió el programa de la doble titulación hispano-francesa por su dominio del español, el prestigio de Comillas y las posibilidades de mercado en América Latina. Durante dos años, Van Wassenhove ha estudiado en las aulas de Icade, la Facultad de Administración y Dirección de Empresas de Comillas. Le ha gustado el ambiente de compañerismo que ha respirado en las aulas madrileñas. "En Francia, los alumnos son demasiado competitivos. En España, todo es más relajado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.