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La fiscalía para el dragado del puerto de Mahón a petición de los ecologistas

El organismo portuario balear no ve riesgos para el medio, la pesca y los bañistas por la eventual dispersión de los lodos Los opositores al proyecto opinan que hay metales pesados de la antigua actividad industrial de la bisutería

Imagen del puerto de Mahón (Menorca).
Imagen del puerto de Mahón (Menorca).Tolo Mercadal

La Fiscalía Superior de Baleares ha paralizado cautelarmente el dragado del puerto de Mahón tras la denuncia de los ecologistas de Menorca, que observan un posible desastre ecológico en las futuras obras de extracción de los lodos y el vertido en alta mar. La polémica iniciativa pública, con un eventual impacto negativo en el medio y las personas, cuenta con un rechazo recogido en 20.000 firmas. Por ahora no se podrán remover los lodos marinos contaminados y descargarlos sin más en una zona de alta mar, a 1,2 millas de la costa de la isla. Menorca se declaró Reserva de la Biosfera de la Unesco en 1994. Habrá que esperar hasta que el ministerio público termine las diligencias que ha abierto sobre esas obras.

Los opositores al proyecto cuestionan la posible existencia en la zona a dragar de restos de metales pesados sedimentados (mercurio y plomo), procedentes de vertidos directos de la antigua actividad industrial bisutera y del propio movimiento portuario mercante tradicional. El proyecto aprobado por la Autoridad Portuaria cuenta con hasta media docena de informes medioambientales favorables y un plan permanente de vigilancia y control. El organismo portuario balear señala que no existen riesgos para el medio, la pesca y los bañistas por la eventual dispersión de los lodos cuando se vierten, sueltos, desde el barco-draga hasta el fondo marino, a 53 metros de profundidad.

Las dragas de la empresa Sacyr –que ganó el concurso público- no iniciarán como estaba prevista la extracción de unos 200.000 metros cúbicos de lodos y sedimentos del puerto mahonés con la finalidad de ahondar el calado de la zona de amarre de una de las ensenadas mayores del Mediterráneo. La obra, con un coste de dos millones, tiene una duración prevista de unos dos meses. Se quiere ganar un metro de calado en una extensión de 250.000 metros cuadrados portuarios para grandes navíos.

El decreto urgente de veto de la Fiscalía de Baleares –tras la denuncia de los proteccionistas del Grupo Balear de Ornitología (GOB)- llegó a las pocas horas de las inmersiones de cata en el fondo del puerto realizadas por submarinistas de la Guardia Civil y del Servicio de Protección de la Naturaleza, para realizar análisis previos sobre contaminantes.

La Autoridad Portuaria, que asumió la orden imperativa, deslizó claramente en su web que este frenazo puede suponer la anulación de las previstas escalas de algunos cruceros en verano, con el previsible impacto sobre la economía mahonesa. “Hay barcos que rozan el fondo”, señaló un portavoz portuario.

La organización ecologista internacional Oceana ha desarrollado una campaña crítica sobre el supuesto peligro para la fauna y flora marinas y las personas que representará la dispersión en el mar de contaminantes sin cerca de la Illa de l’Aire, zona de interés comunitario. El Ayuntamiento de Sant Lluís, cercano al vertedero en el mar, en manos del PP, expresó sus reticencias abiertas.

La Autoridad Portuaria de Baleares descarta la posibilidad del vertido de los lodos en tierra porque sería necesarios, según sus cálculos, 500 días de trabajo, 50.000 viajes de camiones de carga y regreso en vacío, con un peligro real de salinización de los acuíferos bajo el vertedero. No se ha hecho un cálculo económico del coste de esta alternativa. “Lo que está en el mar dejémoslo en el mar”, describió el portavoz de la autoridad de puertos que reseñó que ningún dragado en España se deposita en tierra adentro excepto en las obras de relleno de muelles, o en Sevilla por ser de carácter fluvial.

Oceana considera que no se ha efectuado un “examen de las opciones de gestión de desechos” con debida atención a la jerarquía de las alternativas de gestión de desechos establecida en el Convenio de Londres. Así, antes de verter el dragado al mar se deben analizar otras cuatro opciones de gestión, con un impacto menor: Reutilización de los lodos; reciclaje; destrucción de los componentes peligrosos; tratamiento para reducir o retirar los componentes peligrosos y, en último lugar, el vertido.

En los análisis efectuados por encargo de la autoridad promotora se detectaron en los lodos ciertos valores de mercurio, uno de los materiales más nocivos, que superaban un segundo nivel de alerta, el moderadamente contaminante. El Instituto Español de Oceanografía emitió un informe que avaló, en general, la opción del dragado y vertido tras una primera opinión que contenía objeciones. Los proteccionistas aseguran que las catas de fondos efectuadas son superficiales y escasas. La Autoridad Portuaria se ciñe a las recomendaciones del oficial CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas).

Xavier Pastor, responsable de Oceana en Europa asegura que no se pueden verter fangos contaminados al mar sin valorar antes otras medidas menos impactantes para el medio marino, la salud de las personas, la actividad pesquera y el turismo de Menorca”. Pastor cita como ejemplo la descontaminación de 800.000 metros cúbidos de fangos contaminados por metales pesados y sustancias radioactivas del Flix, en Tarragona.

La Autoridad Portuaria de Baleares (APB), que encabeza el Gobierno regional del PP con la anuencia del Estado, afirma que actúa con el apoyo de la dirección general de Recursos Pesqueros y Acuicultura, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que dio un visto bueno “siempre que se cumpla escrupulosamente el Plan de Vigilancia Ambiental”. la Dirección General de Medio Rural y Marino de la Comunidad Autónoma de Baleares y la Cofradía de Pescadores de Mahón avalan el plan del dragado.

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