Fallece la niña cuya madre lideró la lucha por una muerte digna en Argentina

Camila fue desconectada ayer de la máquina que la mantenía viva desde que nació hace tres años. La pequeña ha muerto apenas un mes después de que el Senado argentino reconociera el derecho a una muerte digna, por el que se permite rechazar la prolongación artificial de la vida, que su madre llevaba años pidiendo. Los médicos del Centro Gallego en el que estaba ingresada se habían negado sistemáticamente a retirar las vías por las que recibía alimento, agua y oxígeno. La petición que su familia hizo en este sentido el pasado lunes tuvo una respuesta afirmativa.

Selva Herbón, madre de Camila, llevaba años luchando para que su hija, en coma desde su nacimiento -no respiraba, sentía, oía, ni veía- tuviera una muerte digna. "Camila pasó por este mundo y dejó derechos para todos", declaró ayer tras el fallecimiento de su hija, según informa el diario Clarín. El periódico argentino cuenta que la desconexión se hizo en la intimidad, solo un amigo de la familia estuvo presente en el momento en que los médicos apagaron la maquinaria. El padre se quedó en casa para esperar a su hija mayor a la vuelta del colegio y Herbón aguardó en los pasillos del hospital hasta que su hija falleció.

Camila estaba en coma desde su nacimiento. No respiraba, veía, ni oía.

Varios familiares de enfermos en estado vegetativo estaban presentes en el Senado el día que se aprobó la ley que regula el derecho a una muerte digna en Argentina. Entre ellos, Herbón y Susana Bustamante, madre de Melina González, una chica de 19 años que sufría una enfermedad degenerativa del sistema nervioso y que murió sedada en marzo de 2011. Ambas progenitoras habían protagonizado una lucha mediática para promover una legislación que permitiera que sus hijas "descansaran". La petición tomó impulso hace una año cuando Herbón escribió una carta a Cristina Fernández, el día de la madre. En ella pedía a la presidenta que le "ayudase con este dolor". "Nuestro deseo es que esta ley sea reglamentada de forma urgente; no queremos pensar en otra Navidad para mi familia viendo cómo se deteriora el estado general de Camila por la existencia de un vacío legal", decía Herbón en la misiva publicada en Clarín y que movilizó a la sociedad argentina.

Con la aprobación de la ley para una muerte digna, Argentina se sumó a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza y Colombia, en el reconocimiento de este derecho. España reguló el rechazo al encarnizamiento terapéutico en 2002.