Financiaciones innovadoras: ya es tiempo de actuar
"Para responder a las necesidades mundiales de desarrollo, debemos movilizar medios financieros duraderos, previsibles y complementarios de ayuda pública al desarrollo tradicional"
¿Acaso conocen ustedes las realidades del mundo actual? Mil millones de personas no tienen acceso al agua potable; mil millones de personas sufre de hambre; cerca de un millón de personas muere cada año de paludismo; 1,3 millones, de tuberculosis; dos millones, de SIDA, y la pobreza impide a aproximadamente 72 millones de niños ir a la escuela y aprovechar el potencial que tienen.
Para terminar con estos desequilibrios, las Naciones Unidas fijaron los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) que la comunidad internacional debe alcanzar para antes de 2015. Para responder a las necesidades mundiales de desarrollo, debemos movilizar medios financieros duraderos, previsibles y complementarios de ayuda pública al desarrollo tradicional. Ante la urgencia, debemos actuar.
Las financiaciones innovadoras ya existen: el impuesto sobre los boletos de avión, que financia el acceso a tratamientos médicos básicos, a través del Fondo UNITAID; la iniciativa IFFim (Facilidad Financiera Internacional para la Inmunización) que permite movilizar, a corto plazo, fondos garantizados por los Estados para financiar campañas de vacunación masivas (GAVI: Alianza Global de Vacunación e Inmunización). Estos mecanismos, que permiten luchar contra las tres grandes pandemias (VIH/SIDA, tuberculosis y paludismo), ya han dado resultados notables. Otros mecanismos, como contribuciones voluntarias -bajo forma de donaciones de particulares, consumidores y empresas- pueden también permitir la movilización de recursos.
La Conferencia de Doha de noviembre de 2008 había hecho un llamado al mundo para "cambiar de escala" en materia de financiaciones innovadoras para el desarrollo: ahora estamos en posibilidad de experimentar estos nuevos instrumentos, con base en actividades mundializadas; se trata de financiaciones fundadas en una amplia base imponible y que podrían -a través de una contribución ínfima y repetida sobre numerosas operaciones- cambiar la escala de la esperanza, si su uso se coordina bien.
En septiembre, estaremos presentes en la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio para el Desarrollo, a fin de convencer acerca del interés de las financiaciones innovadoras, cuyo éxito ya ha permitido recaudar más de 3.000 millones de dólares desde 2006.
Esta movilización a favor de las financiaciones innovadoras para el desarrollo, que Francia promueve desde sus comienzos, debemos llevarla ahora al escenario político internacional, junto con los 60 Estados miembros del Grupo Piloto, bajo la Presidencia de Japón -quien organizará en diciembre la VIII reunión plenaria- y junto con la presidencia belga de la Unión Europea- que decidió inscribir este tema en el orden del día del Consejo Europeo.
En octubre de 2009, nuestros tres países se asociaron a otros 10 más con un objetivo: lograr un análisis común de lo que es viable, además de presentar propuestas concretas y realistas.
Hemos consultado a los mejores especialistas en estos temas: juristas, economistas, investigadores e incluso banqueros, para analizar las diferentes opciones. Ellos nos han propuesto varios mecanismos de tasación de las transacciones financieras, que no se limitan únicamente a las transacciones de cambio, y nos han proporcionado estimaciones de ingresos fiables. Su trabajo ha quedado recopilado en un informe sólido y documentado.
Este informe especializado completa y actualiza otros análisis efectuados con regularidad desde hace muchos años: de las Naciones Unidas a la Comisión Europea, del informe Landau a los análisis del FMI...
Una vez más, se demuestra que ya no puede ponerse en tela de juicio la viabilidad técnica. ¡Y qué bueno!
Luego de otros estudios, este informe confirma a su vez que el sector financiero es uno de los principales beneficiarios del crecimiento de la economía mundial, con flujos financieros que se han multiplicado por siete desde el inicio de esta década. El informe añade que el volumen mundial de las operaciones de cambio en el mundo es del orden de 3,6 billones de dólares diarios y el del conjunto de las transacciones (obligaciones, acciones, productos derivados) también es mucho mayor (210.000 millones de dólares diarios para las obligaciones y 800.000 millones de dólares para las acciones).
Una contribución de 5 centavos por cada mil dólares, aplicada por ejemplo a las operaciones de cambio, podría producir más de 30.000 millones de dólares de ingresos anuales.
Hoy, el verdadero desafío consiste en imaginar un dispositivo de distribución innovador basado en criterios de asignación y de gobernancia de fondos tan exigente como sea posible. Ha llegado la hora de actuar y, sobre todo, de actuar de forma ejemplar.
Bernard Kouchner es ministro de Exteriores francés, Katsuya Okada es titular de Exteriores y Charles Michel es ministro de Cooperación al Desarrollo de Bélgica.
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