Condones obligatorios en Tuluá
Una localidad colombiana propone obligar a los ciudadanos a llevar siempre consigo preservativos para frenar el sida
Los habitantes de la localidad colombiana de Tuluá deberán llevar consigo preservativos, igual que portan sus documentos de identidad, o enfrentarse a una multa, si prospera la propuesta de su Gobierno municipal, para frenar las enfermedades de transmisión sexual, según informa la BBC citando al diario Tiempo de Bogotá. La Iglesia, encabezada por el padre Jesús Velásquez, se ha llevado las manos a la cabeza ante la "absurda medida" pero las autoridades locales han recordado que el año pasado el sida y otras enfermedades acabaron con la vida de 14 personas en la localidad.
El edil William Peña ha recordado que esta cifra supone un incremento del 50% en los casos desde 2003 para justificar una iniciativa que "no fuerza a nadie a tener relaciones sexuales pero sí a protegerse". "Este es un país con mucha actividad sexual y Tulúa no es una excepción", ha explicado el regidor al diario Tiempo. La medida, de momento una propuesta, obligaría a llevar al menos un condón consigo a todos los hombres y mujeres mayores de 14 años de esta localidad, que cuenta con 190.000 vecinos.
Durante los tres primeros meses de aplicación de la norma sus infractores serán condenados a seguir un breve cursillo de educación sexual, pero pasado ese plazo comenzarán a imponerse las multas, que podrían ascender al equivalente de 150 euros.
Una medida "represiva"
Según una encuesta elaborada por las autoridades locales, los jóvenes empiezan a mantener relaciones sexuales a los 15 años. Luis Enrique Llanos, un adolescente de esa edad, citado por Tiempo se muestra en desacuerdo con la medida. "Una norma represiva no hará ningún bien", afirma. "Debe ser responsabilidad personal usar o no un condón. Además, no todos los mayores de 14 años mantienen relaciones sexuales".
Mucho más contundente ha sido el padre Velásquez, a quien naturalmente también obligaría la norma. El sacerdote ya ha advertido de que la puesta en práctica de esta iniciativa sería tan lesiva como autorizar "la venta de armas por las calles". "Lo que hace falta", ha sentenciado, es educación y respeto a la moral y a los valores cristianos. Según él, esta propuesta "sólo fomenta las relaciones sexuales, es ridícula y absurda", ha concluido.
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