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En qué consiste exactamente el nuevo servicio de segunda mano de Zara

Tras probarlo en Reino Unido y Francia, la firma del grupo Inditex implementa en España un servicio, físico y digital, destinado a ampliar el ciclo de vida de las prendas

ZARA
SOPA Images (SOPA Images/LightRocket via Gett)

Zara acaba de anunciar que pone en marcha en España, Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal (es decir, en zona Euro) su servicio Pre-Owned, una plataforma digital que permite la reventa de prendas de la propia marca entre particulares, que además ofrece la opción de donación de ropa (en el caso de España un mensajero acude a casa de cada usuario para recoger la ropa usada y entregarla a la ONG Cáritas) y un servicio de reparación de prendas usadas que se subcontratará a proveedores locales (mercerías y negocios de costura ajenos a la propia estructura de Inditex que se encargarán de arreglar costuras y cremalleras o cambiar botones).

Esta alternativa de reventa y reparación, según acaba de anunciar Inditex, llegará el próximo martes 12 a los nuevos mercados entre los que se encuentra España. Al nuevo servicio Zara Pre-Owned se podrá acceder tanto desde las tiendas de la cadena, como desde su web o su aplicación móvil. En el caso digital la plataforma tendrá un funcionamiento similar a otros marketplaces como Wallapop o Vinted, en las que los vendedores pueden subir fotos de sus productos y los compradores ojear entre ellas. Prendas usadas de colecciones pasadas de la compañía, a la venta en un entorno seguro que garantiza la compra.

Zara implementó hace un año en Reino Unido un programa piloto de estas características. Llegaba un año después de que Inditex participara en la cumbre del clima COP26, en la que dio a conocer algunas de sus metas a medio plazo en materia de sostenibilidad, como el uso de un 40% de fibras recicladas para 2030, más un 25% de fibras de agricultura regenerativa y otro 25% procedentes de materiales biodegradables de nueva generación; la reducción de emisiones a más del 50% en el mismo año o la gestión completa de productos químicos y energía en 2040.

Zara, que posee contenedores de donación de ropa desde 2016, anunciaba el pasado marzo, durante la presentación del ejercicio de 2022, que Pre-Owned llegaría a más mercados a lo largo del año. Primero desembarcó en Francia, el único país de la Unión Europea que ya aplica la ley de responsabilidad ampliada del productor (RAP) , que obliga a las empresas a detallar cómo gestionan sus residuos y sancionan a aquellas que desechan productos que podrían estar en uso.

La multinacional no es la primera gran enseña en sumarse al mercado de la circularidad. H&M posee un servicio similar desde hace dos años, al que se le suma el de alquiler de ropa (aún no disponible en España) y Uniqlo gestiona desde hace un año un servicio de reparación en muchas de sus tiendas. El hecho de que la ley RAP llegue a distintos países europeos en los próximos meses (aquí está prevista para 2025) ha hecho que las marcas que gestionan altos volúmenes de producción tengan que manejar este tipo de iniciativas para evitar las multas y gravámenes por la gran cantidad de residuos textiles que generan. Eso, sumado al creciente éxito de la segunda mano ha hecho que les sea propicio sumarse al negocio.

En el caso de Zara, además, se da la circunstancias de que hace escasos días, Vestiaire Collective, una de la plataformas de reventa de artículos más importantes del mundo, prohibía la venta de prendas de Zara y otras marcas de moda pronta en su aplicación. “Con la aceleración de la crisis climática y los noventa y dos millones de toneladas de residuos textiles que se desechan cada año, es un paso necesario para reducir el impacto medioambiental y social de la moda”, explicaban vía comunicado. Un comité de expertos, formado, entre otros por Orsola de Castro, creadora de la organización Fashion Revolution o Eva Kruse, fundadora de la Global Fashion Agenda, decidió vetar una serie de firmas basándose en criterios como el precio bajo, el ritmo rápido de renovación de stock o el tamaño de las colecciones.

El gesto de Vestiaire Collective hacia Zara tiene una gran carga simbólica, puesto que la firma coruñesa lleva varios años ya intentado mitigar entre el público la idea de que son una firma de moda rápida. De hecho esta era una de las grandes novedades que Marta Ortega aportaba en su entrevista más reciente, concedida al diario salmón Financial Times: su insistencia en que lo que la firma insignia de la compañía que lidera no puede considerarse fast fashion.

En España, de las 900.000 toneladas de ropa que se tiran cada año, más de un 80% acaban en vertederos. Según un informe de la Unión Europea, estamos a la cola en materia de reciclaje: sólo reciclamos un 12% frente a, por ejemplo, el mas del 30% de Francia o Alemania. Se estima que Zara produce 450 millones de prendas al año, con 20.000 estilos nuevos cada año. Se estima, porque según detalla el informe de transparencia de la organización Fashion Revolution, una de las más reputadas en materia de sostenibilidad, el 92% de las grandes marcas no detallan cuánta ropa producen al año ni cuánta de esa ropa producida llega a venderse. Organizaciones como The Or Foundation, con sede en Ghana (uno de los mayores vertederos textiles del mundo), han lanzado iniciativas para que las empresas de moda rápida detallen su volumen de producción.




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