Lecciones desde Las Vegas: converger y moverse rápido
El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, nos da cuenta de sus impresiones de la conferencia 'Money 20/20' en Las Vegas
Para acercarse al futuro hay que moverse rápido. Por eso vengo a Money 20/20 en Las Vegas. Es un evento lleno de jóvenes startups e ideas transformadoras, que cambian rápido y se mueven mucho. Descubren y entienden lo que hace falta modificar en el mundo de los servicios financieros e innovan usando la tecnología. Aquí se discute sobre cuál será the next big thing en la banca.
Siempre que puedo trato de hacer un hueco en mi agenda para acercarme a las startups, a su dinamismo y a su forma de trabajar. Si hay algo que he podido observar (aunque nada es para siempre en el mundo de la innovación) es que ahora, más que nunca, la clave está en la confluencia entre distintas tecnologías y capacidades para crear nuevas experiencias por las que el usuario se mueve sin interrupciones para hacer su vida más fácil. El acceso a una cantidad masiva de datos -previo consentimiento del cliente- con el uso de nuevas tecnologías (la biometría, blockchain o el machine learning) permite crear experiencias y soluciones increíbles para el usuario, a la vez que hace que se difuminen las fronteras entre diferentes industrias.
Uno de los conceptos que más se han escuchado en Money 20/20 ha sido inteligencia artificial (IA). Para mí la IA tiene poco que ver con películas de ciencia ficción o con robots. Se acerca más al desarrollo de programas informáticos capaces de hacer tareas que tradicionalmente han necesitado de inteligencia humana y que van aprendiendo mientras trabajan, como sucede por ejemplo en los sistemas para la interpretación de imágenes, el reconocimiento de voz, la traducción simultánea entre idiomas y, por qué no, en la toma de decisiones. En cierto modo, la IA nos dará superpoderes, nos permitirá mejorar nuestra inteligencia, nos apoyará en la toma de decisiones en todos los ámbitos de nuestra vida, pero siempre teniendo muy presente una visión ética. La inteligencia artificial está pasando de ser una tecnología amplia, concebida a veces como un fin en sí misma, a ser un elemento que se integra en otras soluciones para mejorarlas.
Ya tenemos muchos ejemplos, como vehículos capaces de entender lo que ocurre en la carretera y facilitar que tu seguro se ajuste a tu forma de conducir. Algunos aquí en Las Vegas ya están estudiando las posibilidades de conectar biometría (tecnología de identificación basada en el reconocimiento de una característica física) e inteligencia artificial, para crear soluciones que intuyen cómo te encuentras al analizar tu cara y te ayuden así a tomar decisiones financieras sin sesgo. Aunque algunas de estas ideas suenan lejanas, muchas se están haciendo realidad, con distinto grado de avance, en forma de productos y servicios expuestos en Money 20/20.
Lo esencial será mantenerse siempre en movimiento, haciendo que cada paso consiga afianzar más la confianza que los usuarios tienen en los servicios a su alcance. En BBVA siempre hemos entendido que el uso de datos tiene que hacerse siempre en favor del cliente, y que las soluciones basadas en IA o cualquier otra tecnología les ayuden a tener mayor control sobre su vida financiera. Hoy ya ayudamos a nuestros clientes a ahorrar más y mejor, a visualizar sus gastos futuros, a planificar con mucho menos esfuerzo para conseguir sus objetivos. Y estamos solo al principio. La forma de encontrar soluciones para el nuevo contexto también ha cambiado radicalmente. Es un mundo abierto, en el que coexisten la colaboración y la competencia, y por eso trabajamos con muchos creadores e innovadores, ampliamos la variedad de talento interno, fortalecemos capacidades nuevas, como el diseño o la ingeniería de datos, y unimos nodos de conocimiento de forma transversal para crear espacios de colaboración donde surjan ideas. Nodos en los que distintos ámbitos de negocio y tecnología convergen en algo nuevo para las personas.
Y mientras todo cambia y se mueve, mientras la velocidad de la transformación se acelera, lo que perdura es nuestro foco en transformarnos por nuestros clientes. Si facilitamos la vida a las personas, más confianza tendrán en BBVA y más posibilidades tendremos de desplegar nuevas soluciones, que desarrollaremos nosotros o alguna de las startups con las que he convivido estos días en Las Vegas. La confianza siempre ha sido un atributo esencial del negocio bancario, y lo va a ser todavía más en la era de la transparencia en la que nos adentramos. Nosotros tenemos claro que hay que fortalecerla cada día, y así poder poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era, como las que aquí se empiezan a vislumbrar.
Carlos Torres Vila es consejero delgado de BBVA.
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