El vicepresidente de Castilla y León niega haber amenazado a un compañero de Ciudadanos
Borja Collantes, afín a Silvia Clemente, acusa a Francisco Igea de espetarle "te voy a reventar la cabeza"
El vicepresidente de Castilla y León, el político de Ciudadanos Francisco Igea, ha negado haber amenazado el pasado mes de marzo a un militante de su mismo partido con reventarle la cabeza por difundir tuits difamantes contra su persona en aquellas polémicas primarias que ganó finalmente tras un presunto pucherazo en favor de Silvia Clemente. Igea ha reconocido que quizá se dirigió a él de forma "desagradable" cuando le pidió que cesase en esta práctica.
Igea se ha convertido en el primer integrante del Ejecutivo autonómico castellanoleonés que ocupa el banquillo de los acusados. El político ha comparecido en el Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid para defenderse de la denuncia interpuesta por un miembro de su mismo partido, Borja Collantes, responsable provincial de Redes Sociales, al que, según éste, se dirigió en todo amenazante para que cesase de enviar tuits en los que hacía referencia a que un cuñado suyo estaba siendo investigado en la denominada trama eólica.
El número dos del Gobierno regional ha acudido al juzgado con su esposa y acompañado por numerosos cargos públicos del partido. Igea ha insistido en que en momento alguno el día de los hechos, sobre las 12.00 horas del 8 de marzo, se dirigiera al denunciante en términos de "¡La próxima vez que hables de mi familia te reviento la cabeza!". El vicepresidente ha admitido que esa mañana se encontró a Collantes y a otro miembro del partido, Mario Pulido, responsable de redes en el Ayuntamiento. Entonces, se dirigió el segundo de ellos, se puso firme ante el primero para llamarle la atención por una serie de mensajes en redes "muy desagradables" que había visto la noche anterior.
"Iba muy enfadado, había sido una semana muy dura y por eso le dije que no iba a tolerar que siguieran esos tuits ni que se hiciera trampas en el partido para torcer la voluntad de los militantes en la votación de primarias", ha incidido Igea, que atribuyó esos mensajes a Collantes porque estos habían cesado poco después de que elevara sus quejas al responsable de redes de Ciudadanos a escala nacional El vicepresidente de la Junta sí ha aceptado que amenazó con "reventar el partido por dentro" si las cosas seguían así, pero ha negado de nuevo las acusaciones de verbalizar esa posible agresión.
"No recuerdo haberlo hecho, ¡pero sí le dije que dejara a mi familia de una puta vez!', ha apostillado Igea, quien entiende que quizá fue un tanto "desagradable", dado que es una persona "con carácter y que puede hablar en tono elevado", pero de ningún modo que sus palabras fueran entendidas como una amenaza física real.
"Pensé que me iba a agredir"
En el lado opuesto, el denunciante y el único testigo de lo ocurrido, Borja Collantes y Mario Pulido, respectivamente, han comparecido para relatar que esa mañana se hallaban en la calle cuando vieron que se dirigía hacia ellos Francisco Igea. Collantes ha afirmado que Igea "puso su dedo índice entre mis cejas, a poca distancia, y muy nervioso, alterado y con los ojos muy salidos me dijo: 'La próxima vez que hables de mi familia te reviento la cabeza!". Según Collantes, repitió una vez más esa amenaza para añadir una tercera en la que también advertía de que iba a reventar el partido por dentro porque tenía documentos comprometedores en su casa.
Collantes asegura que incluso en un primer momento llegó a temer por su integridad. "Pensé al principio que me iba a agredir", ha indicado el denunciante, quien añade que poco a poco Igea su fue calmando."Le juré por mi hija que yo no había sido y, además, había puesto en manos del partido todos mis dispositivos móviles y mi CPU para demostrarlo. También coincidí con él en que me parecía muy feo utilizar familiares de los candidatos para difundir ese tipo de tuits", ha añadido Collantes, que ha reconocido que en el proceso de primarias se había puesto del lado de la "candidata oficial, Silvia Clemente".
Precisamente, a esta circunstancia, un posible fin político, se ha referido la defensa de Igea para situar el origen de una denuncia que curiosamente, según el letrado, fue interpuesta el día 11 de marzo. Fue tres días después de los hechos, cuando el entonces precandidato de Cs en el proceso de primarias había impugnado la votación por irregularidades y el nombramiento de Clemente como candidata oficial estaba en suspenso y a expensas del dictamen del Comité Nacional de Garantías.
El representante del denunciado ha pedido una sentencia absolutoria, teniendo en cuenta también que "no hay prueba suficiente para enervar la presunción de inocencia" y porque los únicos hechos ciertos es que "había gran tensión entre las partes debido al proceso de primarias, el denunciante era partidario de Clemente y había retuiteado tuits ofensivos hacia Igea".
Pese a ello, el letrado considera que la conducta de su cliente "no merece reproche penal, aunque pudo ser poco educada". Por su parte, la abogada de la acusación particular ha decidido finalmente mantener los cargos contra Igea por delito leve de amenazas, merecedor de una multa de 1.800 euros y del pago de las costas, al entender que el político llegó a verter hasta tres amenazas contra su cliente, sin que las mismas puedan enmarcarse en "una discusión política", a diferencia de lo sostenido por la defensa, sino que se trata de "amenazas verbales de tipo personal".
El juicio ha quedado visto para sentencia. Del resultado del mismo podría depender el futuro político de Francisco Igea, pues en el supuesto de ser condenado su partido tendría que someter a consideración la aplicación de los estatutos, que contemplan hasta la expulsión en casos de amenazas a compañeros de partido.
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